Rutilio Grande

Rutilio Grande
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NombreRutilio Grande García
Nacimiento5 de julio de 1928
El Paisnal, Bandera de El Salvador El Salvador
Fallecimiento12 de marzo de 1977 (48 años) 
Aguilares, Bandera de El Salvador El Salvador
Causa de la muerteasesinato
Nacionalidadsalvadoreña
Otros nombresPadre Tilo
Ciudadaníasalvadoreña
Ocupaciónsacerdote católico jesuita
PadresSalvador Grande y Cristina García

Rutilio Grande García (El Paisnal, 5 de julio de 1928 - Aguilares, 12 de marzo de 1977) fue un sacerdote salvadoreño, promotor de la Teología de la Liberación, y amigo de Monseñor Óscar Arnulfo Romero. El Padre Rutilio Grande fue el primer sacerdote asesinado para el despertar de la conciencia social del monseñor Óscar Romero.[1]

Síntesis biográfica

Último hijo de Salvador Grande y Cristina García. Su padre, fue un hombre económica y políticamente importante en El Paisnal. La madre de Rutilio murió cuando él tenía cuatro años. Entonces Rutilio pasó al cuidado de su abuela, una mujer religiosa. A ella atribuyó la responsabilidad de haber sentado las bases de su espíritu piadoso y su vocación al sacerdocio.

Trayectoria

Siendo muy joven fue incorporado al sacerdocio por el arzobispo Luis Chávez y González. Se educó en el seminario de San José de la Montaña. En 1967 establece amistad con Óscar Arnulfo Romero, otro estudiante del seminario. Conservaron esta amistad a través de los años, y en junio de 1970, Grande sirvió como maestro de ceremonias en la instalación de Romero como obispo auxiliar de San Salvador.

Pasó un tiempo de estudios en la ciudad de Bilbao (País Vasco), donde se hospedó en casa de la familia Gerrikagoitia.

Grande se convirtió en párroco de Aguilares el 24 de septiembre de 1972, la misma iglesia en que él había pasado su niñez y juventud. Allí fue uno de los jesuitas responsables de establecer las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) y de entrenar a los líderes, llamados Delegados de la Palabra. Este movimiento de organización campesina encontró oposición entre los terratenientes, que lo veían como una amenaza a su poder, y también entre sacerdotes conservadores quienes temían que la iglesia católica llegara a ser controlada por fuerzas políticas izquierdistas.

El Padre Tilo ―como lo llamaban sus amigos y feligreses― también hizo frente al gobierno por su respuesta a acciones que le parecieron destinadas para perseguir a los sacerdotes salvadoreños hasta silenciarlos. El sacerdote colombiano Mario Bernal Londoño, que servía en El Salvador, había sido secuestrado el 28 de enero de 1977 frente al templo Apopa cerca de San Salvador ―supuestamente por guerrillas― junto con un miembro de la parroquia, quien salió salvo. Después el padre Bernal fue echado de El Salvador por el régimen.

El 13 de febrero de 1977, Grande predicó un sermón que llegó a ser llamado su "sermón de Apopa", denunciando la expulsión del padre Bernal por el gobierno (denuncia que la OEA indicó puede haber provocado el asesinato del padre Grande):

Queridos hermanos y amigos, me doy perfecta cuenta que muy pronto la Biblia y el Evangelio no podrán cruzar las fronteras. Sólo nos llegarán las cubiertas, ya que todas las páginas son subversivas ―contra el pecado, se entiende―. De manera que si Jesús cruza la frontera cerca de Chalatenango, no lo dejarán entrar. Le acusarían al Hombre-Dios... de agitador, de forastero judío, que confunde al pueblo con ideas exóticas y foráneas, ideas contra la democracia (esto es, contra las minorías). Ideas contra Dios, porque es un clan de Caínes. Hermanos, no hay duda que lo volverían a crucificar. Y lo han proclamado.

Muerte

El 12 de marzo de 1977 el padre Rutilio fue asesinado mientras conducía camino a la celebración de la misa vespertina de la novena de San José, cuando fue emboscado junto a Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus. Murieron ametrallados por los Escuadrones de la Muerte de la extinta Guardia Nacional, bajo las órdenes del corrupto dictador Arturo Armando Molina, el cuerpo del padre Grande presentó 18 orificios de bala.

Al conocer de los crímenes, monseñor Óscar Arnulfo Romero se dirigió a la capilla donde yacían los tres cuerpos y celebró la misa. Después, Romero pasó horas escuchando a los campesinos locales, conociendo sus historias personales de sufrimiento, y horas también en oración. Al día siguiente, después de reunirse con los sacerdotes y consejeros, monseñor informó que no se presentaría ya a ninguna ocasión gubernamental ni a ninguna junta con el presidente ―siendo ambas actividades tradicionales del puesto― hasta que la muerte se investigara.

Durante sus tres años como arzobispo, monseñor Romero no asistió a ninguna ceremonia de Estado, comprendió que estaba de la parte equivocada y se entregó a la causa de los perseguidos y a la defensa de los derechos humanos.

Proceso de beatificación

En el 2015, la Iglesia católica salvadoreña comenzó el proceso de beatificación del padre jesuita Rutilio Grande, el primer sacerdote salvadoreño asesinado. Junto al de Óscar Romero, beato y mártir; y al de la «madre» (monja) Clara Quirós.

Homenaje

La Comunidad Rutilio Grande se fundó el 15 de marzo, 1991, por un grupo de ex-refugiados salvadoreños recién regresados de 11 años de exilio en Nicaragua. Entre los proyectos diversos del grupo es "Radio Rutilio," una radioemisora que destaca jóvenes locales como presentadores de noticias y anuncios comunitarios. La comunidad colabora también con una congregación luterana estadounidense para brindar educación de secundaria a los niños locales. Además la comunidad mantiene en un programa de "ciudades hermanas" con la ciudad de Davis, California, desde 1996.

En 2004, el presidente derechista Tony Saca nombró como ministro de Defensa hasta 2009 al general de división Jorge Alberto Molina Contreras (uno de los hijos del general Arturo Armando Molina, asesino intelectual de Rutilio Grande).

Fuentes