Síndrome de Irritación

Síndrome de Irritación
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Cuadro clínico que se asocia con la lesión del nervio periférico
Región de origen:Sistema nervioso periférico
Región más común:Pies y manos

Síndrome de Irritación (Causalgia). Es un síndrome clínico que se asocian con la lesión de un nervio periférico que contiene fibras sensitivas, y que se caracteriza por dolor en el miembro afectado, por lo general la mano o el pie, y por ser de causa desconocida, aunque parece estar comprometido en cierta medida el sistema nervioso simpático. Este tipo de lesión presenta un cuadro variable, desde los casos discretos en que existe dolor espontáneo, sensibilidad exquisita a lo largo del tronco nervioso y ciertos fenómenos tróficos, hasta los casos más graves en los que se desarrolla un proceso denominado causalgia.

Generalmente no se olvida el cuadro que presentan estos enfermos, los cuales describen dolores acompañados de ardor, latidos, compresiones, puntadas, torceduras, etc, con exacerbaciones agudas. El paciente cuida en extremo el miembro afectado; se mantiene ansioso, taciturno e irritable, y pierde el sueño y el apetito, por lo cual su estado es patético en extremo.

Diagnóstico

Para el diagnóstico de una lesión nerviosa periférica, debe realizarse siempre una cuidadosa exploración de los nervios periféricos, para lo cual es necesario el conocimiento de la ubicación del nervio, los niveles de las ramas motoras y los músculos que inerva. La exploración de la pérdida motora debe hacerse con precisión palpando el tendón o cuerpo muscular objeto del examen y sin confiarse en los movimientos como dato para una inervación intacta, pues pueden cometerse errores a causa de las sustituciones y movimientos complementarios.

Deben observarse las actitudes y la potencia voluntaria de los músculos explorados. Al explorar la sensibilidad en las lesiones de los nervios periféricos, debe tenerse en cuenta especialmente el examen de las zonas autónoma y la búsqueda de trastornos tróficos de la piel y trastornos vasculares. La sudoración se explora directamente o mediante el espolvoreo de quinezarina o almidón yodado en la zona afectada. La presencia de sudor produce, en este caso, una coloración purpúrea. Se realizará la exploración eléctrica farádica (alterna), que en caso de sección completa, no provocará la contracción del músculo; con la galvánica (continua), la respuesta es débil, en el mismo caso. Otro método de exploración es la electromiografía, mediante la cual se investiga la velocidad de la conducción nerviosa motora y sensitiva, y sirve, además, para el control de la evolución posoperatoria. En algunos casos se deben practicar radiografías para descartar cuerpos extraños y fracturas; la biopsia muscular puede ser útil para descartar denervación o isquemia.

Tratamiento

Tratamiento conservador

El tratamiento está indicado cuando se observa una mejoría espontánea y es probable que no exista sección nerviosa. Deben mantenerse en reposo los músculos paralizados mediante férulas y aparatos, los cuales no permiten la distensión o el alargamiento de los músculos paralizados por los músculos antagonistas normales. Debe indicarse fisioterapia mediante calor, masajes, ejercicios pasivos y estimulación eléctrica, los cuales preservan la nutrición muscular hasta que ocurra la regeneración. Posteriormente se indica reeducación muscular y ejercicios activos.

Tratamiento quirúrgico

Puede ser primario o secundario. El primario consiste en la sutura nerviosa o neurorrafia primaria, y se realiza cuando las heridas son limpias y recientes.

Fuente