Semana 27 de Gestación

Semanas 27 de Gestación
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A las 27 Semanas de Embarazo El bebé abre y cierra los ojitos, se chupa el dedo, y tiene ya su horario regular de dormir y estar despierto. Sus pulmones todavía no están totalmente desarrollados, pero si naciera antes de tiempo, podría respirar con ayuda.

Tamaño del Feto

El bebé ocupa casi todo el espacio en el útero. Está del tamaño de una coliflor, pesa casi un kilo (unas 2 libras) y mide alrededor de 36,5 centímetros (14,4 pulgadas), desde su cabecita hasta los talones.

Desarrollo del Feto

Si sientes unos saltitos rítmicos... ¡seguramente es que tiene hipo! A partir de ahora será bastante común que notes cuando esto ocurre. El hipo no suele durar mucho y además, a tu bebé no le molesta, así que disfruta las cosquillitas que te hace. Por otro lado, está ahora más activo porque su cerebro está cada vez más desarrollado.

En este momento, ya se podrá escuchar los latiditos del bebé poniendo los oídos sobre tu abdomen. Debes saber que tu ritmo cardíaco está muy vinculado al de tu hijo y tu estrés y tus hábitos le influyen directamente. Si no llevas unas costumbres y un ritmo de vida sanos, puede desarrollar diversos problemas.

Si no llevas unas costumbres y un ritmo de vida sano, el bebé puede desarrollar diversos problemas. Estas semanas notarás movimientos a diario. Existe incluso la posibilidad de que percibas momentos en los que tu bebé tiene hipo. El hipo del feto es muy curioso, muy diferente al nuestro: tiene espasmos, pero no produce ruido porque no hay aire en sus pulmones. Entrañable.

Precisamente los pulmones son el último órgano vital que se forma en el bebé. En tu interior no los usa, ya que obtiene el oxígeno de tu placenta a través del cordón umbilical y también de lo que traga de la bolsa amniótica. Sin embargo, los pequeños músculos de su pecho empiezan a practicar un movimiento como el de la respiración empleando los pulmones y el diafragma. ¡Se va preparando para la vida aquí afuera!

Cambios en la Mamá

A partir de ahora los cambios hormonales pueden variar semana a semana. Es normal que tus pies se hinchen. Aún así, si la hinchazón dura mucho o si pasa a la cara, habla con tu especialista. La formación de estrías en los pechos y la barriga son muy comunes en este período de tiempo.

Al mismo tiempo, puedes sentir las llamadas contracciones Braxton Hicks. Aunque hay mujeres que no pasan por ello, estas contracciones (que reciben el nombre del primer médico en describirlas) son encogimientos del útero que empiezan a partir de la sexta semana del embarazo. Sin embargo, si las notas, será a partir de la semana 29 o la 30. Esto es normal, pero si sientes más de 5 contracciones en una hora es recomendable que hables con un médico. Podrías estar de parto antes de tiempo. Aún así, no te preocupes. Con 7 meses el feto está lo suficientemente desarrollado para que pueda nacer un niño sano, aunque necesite estar unas semanas bajo control y en la incubadora. Tu cuerpo se está preparando ahora para la recta final, y puede que estés empezando a notar nuevos síntomas, como dolores de espalda. Alrededor de la mitad de las mujeres embarazadas padecen algún tipo de dolor de espalda.

El dolor en la parte baja de la espalda es bastante común, pero más frecuente aún es el dolor en la parte posterior de la pelvis. Es un dolor que se siente muy adentro de las nalgas, en uno de los lados de la espalda, o en ambos, y algunas veces acompañado también de dolor en la parte de atrás de los muslos. El dolor puede aparecer a consecuencia de actividades como caminar, subir escaleras, levantarse o sentarse en una silla baja, girarse y levantar algo que pesa. Las posiciones en las que las caderas están dobladas, como cuando estás sentada en una silla y te inclinas hacia delante, pueden hacer que el dolor en la pelvis empeore.

También es posible que sientas calambres en los músculos de las piernas de vez en cuando. Esto es por todo el peso extra que tienes, y también porque el útero está haciendo que trabaje más el sistema circulatorio, así como los nervios que van desde el tronco hasta las piernas. Los calambres en las piernas son más comunes durante la noche, pero también pueden aparecer durante el día. Es posible que se acentúen a medida que el embarazo avance.

Una forma de aliviarlos es estirar los músculos de las pantorrillas (la parte de atrás de las piernas, entre la rodilla y el pie). Para hacerlo, ponte de pie, con la rodilla un poco doblada y el talón apoyado en el suelo, apunta los dedos de los pies hacia adelante y flexiónalos luego hacia arriba, hacia la espinilla. Caminar durante algunos minutos o darte un masaje en la pantorrilla, a veces también ayuda.

Antojos

Escucha lo que dice tu cuerpo: es posible que esos antojos del embarazo te estén dando una idea de lo que tu cuerpo necesita ahora. Si tienes muchos antojos de comer carne, puede ser una señal de que necesitas más hierro o proteína en tu dieta, mientras que si lo que deseas es comer helado y queso, esto puede indicar que tu cuerpo necesita más grasas y calcio.

Hazle caso a tu cuerpo, siempre que lo que se te antoje sea comida, y no cosas como tierra, tabaco o pintura seca (un síntoma de una enfermedad llamada pica, que afecta a algunas embarazadas).

Véase También

Fuentes