Siembra de nubes

Siembra de Nubes
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Concepto:Es la forma de manipular el clima procurando cambiar la cantidad o el tipo de precipitaciones que cae de las nubes mediante la dispersión de sustancias en el aire.

Siembra de Nubes. Es el proceso mediante el cual se introduce un reactivo en las nubes para influir en la formación de la lluvia de modo que se incremente su volumen. En el caso de Cuba se han venido aplicando aerosoles de yoduro de plata por medio de pirocartuchos lanzados desde aviones en la parte superior de las nubes convectivas a temperaturas inferiores a cero grados.

Fundamentos de la siembra de nubes

Para la siembra se escogen los cúmulos en desarrollo, que contienen gotas líquidas a temperaturas bajas, las cuales se congelan rápidamente al contacto con el yoduro de plata, liberan calor latente y energizan la nube. La siembra influye en la evolución de la nube, contribuye a que se extienda más en superficie y aumenta su tiempo de vida, de modo que también crece el volumen total de lluvia que es capaz de aportar.

Las sustancias más comunes utilizadas para la siembra de nubes son el yoduro de plata y el hielo seco (dióxido de carbono congelado). La expansión de propano líquido en gas también se ha utilizado y puede producir cristales de hielo a temperaturas más cálidas que el yoduro de plata. El uso de materiales higroscópicos, tales como la sal, está aumentando en popularidad debido a algunos resultados de investigación prometedores.

La siembra de nubes requiere que éstas contengan agua líquida sobreenfriada, es decir, en estado líquido por debajo de cero grados centígrados. La introducción de una sustancia como el yoduro de plata, que tiene una estructura cristalina similar a la del hielo, induce la congelación a través de la nucleación de cristales de hielo. El hielo seco o propano al expandirse enfrían el aire hasta tal punto que los cristales de hielo se nuclean espontáneamente desde la fase de vapor. Por lo tanto, a diferencia de la siembra con yoduro de plata, esta nucleación no requiere de gotas o partículas existentes, ya que se produce una muy alta sobresaturación cerca de la sustancia de la siembra. Sin embargo, las gotas de agua existentes son necesarias para que los cristales de hielo se conviertan en partículas suficientemente grandes como para generar precipitaciones.

En latitudes medias, la estrategia se ha basado en el hecho de que la presión de vapor de equilibrio es menor sobre el hielo que sobre el agua. Cuando las partículas de hielo se forman en nubes sobreenfriadas, pueden crecer a expensas de las gotas de líquido. Si hay crecimiento suficiente, las partículas se vuelven lo suficientemente pesadas como para caer en forma de nieve (o, si se fusionan, en forma de lluvia). De otro modo no producen precipitación. Este proceso se conoce como “siembra estática”.

La siembra en nubes convectivas de estación cálida o tropical (cumulonimbus) trata de aprovechar el calor latente liberado por la congelación. Esta estrategia de siembra “dinámica” supone que el calor latente adicional añade flotabilidad, fortalece las corrientes de aire, garantiza más bajo nivel de convergencia, y en última instancia, causa el crecimiento rápido de las nubes seleccionadas adecuadamente.

Los productos químicos pueden ser dispersados por las aeronaves (como en el segundo gráfico) o por dispositivos de dispersión desde el suelo (generadores, como en la primera figura). Para ser liberado por una aeronave, se enciende una bengala de yoduro de plata y se dispersa mientras la aeronave atraviesa la nube. Cuando se liberan por medio de dispositivos en el suelo, las partículas finas se dispersan en dirección del viento y hacia arriba, mediante corrientes de aire ascendente.

Historia

Vincent Schaefer (1906-1993) descubrió el principio de la siembra de nubes en julio de 1946 a través de una serie de eventos casuales. A raíz de las ideas que surgieron entre él y el Premio Nobel Irving Langmuir, Schaefer, investigador asociado de Langmuir, creó una manera de experimentar con las nubes sobreenfriadas utilizando una unidad de congelación forrada con terciopelo negro. Intentó con cientos de agentes capaces de estimular el crecimiento de cristales de hielo (talco, sal, suelos, polvo y varios agentes químicos con efectos menores). Entonces, un día de julio caluroso y húmedo quiso intentar algunos experimentos en el Laboratorio de Investigación de General Electric en Schenectady. Estaba consternado al ver que el equipo refrigerador no era lo suficientemente frío para producir una nube a partir del aire. Al añadir un pedazo de hielo seco sólo para bajar la temperatura y al respirar en la cámara, notó un vapor azulado seguido de una explosión de millones de pequeños cristales de hielo, que reflejaban los rayos de luz que iluminaban una sección transversal de la cámara. Al instante se dio cuenta de que había descubierto una manera de transformar el agua sobreenfriada en cristales de hielo. El experimento se reprodujo fácilmente y pudo explorar el gradiente de temperatura, estableciendo en −40 °C el límite para el agua líquida.[1]

Ese mismo mes, el colega de Schaefer, el destacado científico atmosférico Dr. Bernard Vonnegut (hermano del novelista Kurt Vonnegut) se atribuye el descubrimiento de otro método para “sembrar” nubes de agua muy frías. Vonnegut lleva a cabo su descubrimiento en el escritorio, al buscar información en un texto de química básica y luego probar con yoduros y con plata para producir yoduro de plata. Junto con el Dr. Vonnegut, el profesor Henry Chessin, cristalógrafo, co-autor de una publicación en la revista Science,[2] recibió una patente en 1975.[3] Ambos métodos se adoptaron para su uso en la siembra de nubes durante 1946, mientras trabajaba para la Corporación de General Electric en el estado de Nueva York. Schaefer alteró el contenido de calor de la nube, Vonnegut alteró la estructura cristalina de formación. La cristalografía de hielo más tarde jugó un papel en la novela de Kurt Vonnegut. El primer intento de modificar las nubes naturales en el campo a través de la siembra de nubes, comenzó durante un vuelo que se inició en el norte de Nueva York el 13 de noviembre de 1946. Schaefer fue capaz de provocar nevadas cerca de Monte Greylock en el oeste de Massachusetts, después de liberar seis libras de hielo seco en la nube de destino desde un avión.

El hielo seco y yoduro de plata son agentes eficaces en el cambio de la química y física de las nubes sobreenfriadas, por tanto útiles para aumentar las nevadas de invierno en las montañas y en determinadas condiciones, evitar rayos y granizo.

Aunque no es una nueva técnica, la siembra higroscópica para la mejora de las lluvias en las nubes calientes está disfrutando de un renacimiento, basado en algunos indicios positivos de investigaciones en Sudáfrica, México y otros lugares. El material higroscópico más comúnmente utilizado es la sal. Se ha postulado que la siembra higroscópica hace que el espectro de tamaño de las gotas en las nubes sea más marítimo (gotas más grandes) y menos continental, estimulando la lluvia a través de la coalescencia. A partir de marzo de 1967 hasta julio de 1972, militares de Estados Unidos sembraron nubes a fin de ampliar la temporada de los monzones en Vietnam del Norte, específicamente la ciudad de Hồ Chí Minh. La operación resultó en la ampliación del período de monzones en un promedio de 30 a 45 días.[4]

En 1969, en el Festival de Woodstock, varias personas afirmaron haber sido testigo de la siembra de nubes por los militares de Estados Unidos. Se dijo que era la causa de la lluvia que se prolongó durante la mayor parte de la fiesta.

Una organización privada que ofreció durante la década de 1970 la modificación del clima (siembra de nubes desde el suelo usando bengalas de yoduro de plata) fue Irving P. Krick y Asociados de Palm Springs, California. Fueron contratados por la Universidad Estatal de Oklahoma en 1972 para llevar a cabo un proyecto para aumentar la siembra de nubes de lluvia cálida en el lago Carl Blackwell. Ese lago era, en aquel momento (1972-73), el suministro de agua principal de Stillwater, y estaba un nivel peligrosamente bajo. El proyecto no funcionaría durante un tiempo suficientemente largo como para demostrar estadísticamente algún cambio en la variación natural de precipitaciones. Sin embargo, al mismo tiempo, las operaciones de siembra se habían estado desarrollando en California desde 1948.

Un intento de los militares de Estados Unidos de modificar huracanes en la cuenca del Atlántico mediante la siembra de nubes en la década de 1960 fue llamado Proyecto Stormfury. Sólo algunos huracanes fueron sembrados debido a las estrictas reglas que fueron establecidas por los científicos del proyecto. No estaba claro si el proyecto tuvo éxito, aparecieron cambios en la estructura de los huracanes, pero sólo temporalmente. El temor de que la siembra de nubes podría cambiar el curso o la potencia de los huracanes y afectar negativamente a las personas en el camino de la tormenta detuvo el proyecto.

Dos agencias federales han apoyado varios proyectos de investigación de modificación del tiempo, comenzados en la década de 1960: Se patrocinaron varios proyectos de siembra de nubes bajo el paraguas del Proyecto Skywater 1964 a 1988, y de la NOAA, llevados a cabo por el Programa de Modificación Atmosférica 1979 a 1993. Los proyectos patrocinados se llevaron a cabo en varios estados y dos países (Tailandia y Marruecos), tanto en invierno como en verano. La financiación para la investigación en los Estados Unidos ha disminuido en las últimas dos décadas.

Un estudio austriaco[5] utilizó yoduro de plata para la prevenir las granizadas entre 1981-2000. La técnica se emplea aún activamente allí.[6]

Riesgo ecológico

No tiene riesgo ecológico, porque las concentraciones de yoduro de plata que se emplean son mínimas y según las mediciones efectuadas en diferentes países sus niveles no afectan en lo absoluto el medio ambiente.

Condiciones necesarias en la atmósfera para emprender la siembra

Las que permitan la formación de nubes convectivas, deben ser también aquellas en las que no se pronostiquen tormentas severas. Por lo general, esas premisas se cumplen durante los meses de estación lluviosa (mayo a octubre).

Resultados de la siembra de nubes

Incrementar la lluvia en la zona beneficiada al menos entre un 10 y un 15 por ciento, en dependencia de las condiciones meteorológicas. Aunque cada nube sembrada puede elevar sus aportes de lluvia en más de un 60%, el efecto en un área de siembra extensa normalmente no pasa del 15 por ciento como promedio.

Referencias

Fuente