Sitio arqueológico de Vergina
| Sitio arqueológico de Vergina | |
|---|---|
  Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. | |
 Entrada a una de las tumbas | |
| Coordenadas | N40 28 17.004 E22 19 5.988 |
| País |  Grecia |
| Tipo | Cultural |
| Criterios | (i)(iii) |
| N.° identificación | 780 |
| Región | Europa y América del Norte |
| Año de inscripción | 1996 (XX sesión) |
| Lugar de celebración | Prefectura de Imathia, Región de Macedonia Central |
El Sitio arqueológico de Vergina, esta situado en la ciudad del mismo nombre, que fue la antigua primera capital del Reino de Macedonia, descubierta en el siglo XIX, al norte de Grecia. Los restos más importantes son el palacio monumental, profusamente decorado con mosaicos y estucos pintados, y el cementerio con más de 300 túmulos, algunos de los cuales datan del siglo XI aC. Una de las tumbas reales en los Grandes Túmulos se identifica como la de Filipo II, que conquistó todas las ciudades griegas, allanando el camino para su hijo Alejandro y la expansión del mundo helenístico. El sitio fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el año 1996.
Descripción
Vergina representa un testimonio excepcional del desarrollo significativo en la civilización europea, en la transición de la ciudad-estado clásica a la estructura imperial de la época helenística y romana. Esto se demuestra claramente en particular, por la notable serie de tumbas reales y sus contenidos ricos. Las pinturas se encuentran en Vergina son de extraordinaria calidad e importancia histórica. La antigua ciudad en las estribaciones septentrionales de la cordillera de Pieria es la capital del reino de la Baja Macedonia, Aigai, tradicionalmente fundada por Pérdicas I cuando los macedonios del Argive se extendieron hacia el norte por la llanura de Ematia. Esta región fue colocada ya en la Edad de Bronce (3er milenio antes de Cristo), como se evidencia por un túmulo cerca del río Haliakmon. La riqueza y la densidad de más de 300 montículos de tumbas en el Cementerio de la Tumuli da fe de la importancia de Egas en la Edad de Hierro (1100-700 aC). Como la capital del reino de Macedonia y el sitio de la corte real, Egas fue el centro urbano más importante de la región a lo largo del período arcaico (800-500 aC) y el siglo siguiente. Los ajuares en una serie de tumbas que datan de los siglos VI y V antes de Cristo, demuestran vínculos comerciales y culturales con los centros griegos del este y el sur. Al final del siglo V, Arquelao trajo a sus artistas de la corte, poetas y filósofos de todo el mundo griego.
Aunque el centro administrativo fue transferido a Pella en el siglo IV aC., Aigai conservó su papel como la ciudad sagrada del reino de Macedonia, el lugar de los centros de culto tradicionales, y las tumbas reales. Fue aquí, en el 336 aC que Filipo II fue asesinado en el teatro y Alejandro Magno fue proclamado rey. Las amargas luchas entre los herederos de Alexander, el diadocos, en el siglo III, afectaron negativamente a la ciudad, y se despreciaron aún más después de la caída del reino de Macedonia por los romanos en el año 168 aC. Sin embargo, fue reconstruido y sobrevivió hasta la época imperial temprana. Sin embargo, entre el siglos V y II aC, la población se trasladó progresivamente desde las estribaciones de la cordillera de Pieria a la llanura, de modo que todo lo que quedaba era un pequeño asentamiento cuyo nombre, Palatitsia (palacio), solo indica su antigua importancia.
El edificio más importante descubierto hasta ahora es el palacio monumental, situado en una meseta justo debajo de la acrópolis. Este edificio, que se elevó a dos y tal vez tres plantas, se centra en un gran patio abierto flanqueado por columnas dóricas de piedra. Las habitaciones se utilizan para las funciones religiosas, administrativas y políticas. En el lado norte había una gran galería que dominaba el escenario del teatro vecino y toda la llanura macedonia. Fue suntuosamente decorado, con pisos de mosaico, paredes de yeso pintadas, azulejos, y multa de socorro. El teatro, desde la segunda mitad del siglo IV aC, forma parte integrante del complejo del palacio. Justo al norte hay un santuario de la diosa Eukleiaa real macedonia.
La característica más conocida de este sitio es la necrópolis, que se extiende por más de 3 km, con el Cementerio de los túmulos en su corazón. Contiene más de 300 tumbas montículos, algunos ya en el siglo XI aC. Hacia el norte-oeste de la ciudad antigua hay un importante grupo de tumbas de los siglos V y VI después de Cristo pertenecientes a los miembros de la dinastía macedónica y sus tribunales. Una de las tumbas, de alrededor del año 340 aC, con un trono de mármol imponente, se cree que es la de Euridike, madre de Filipo II. El más impresionante monumento funerario es el Gran Túmulo, una colina artificial de 110 m de diámetro y 13 m de altura, bajo la cual se descubrieron cuatro tumbas reales. Uno contiene pinturas murales que representan la violación de Perséfone; se cree que es la obra del famoso pintor Nicómaco. Dos de las tumbas no fueron perturbadas en la antigüedad y ambos contenían ricos ajuares. En Tumba II el cuerpo fue encontrado en un sólido cofre de oro que pesaba unos 11 kg; el ocupante ha sido identificado como Filipo II, padre de Alejandro Magno y consolidador del poder macedonio. Esta tumba es especialmente notable por el friso que adorna; se atribuye el trabajo a Filoxenes, célebre en Eretria.
Justificación de la inscripción
El Comité decidió inscribir el bien propuesto sobre la base de criterios culturales (i) y (iii) teniendo en cuenta que el sitio es de valor universal excepcional que representa un testimonio excepcional de un acontecimiento importante en la civilización europea, en la transición de la ciudad-estado clásica a la estructura imperial de la época helenística y romana. Esto se demuestra claramente en particular, por la notable serie de tumbas reales y sus contenidos ricos. El Comité decidió añadir a los criterios propuestos criterio cultural (i), ya que las pinturas encontradas en Vergina son de extraordinaria calidad e importancia histórica.
