Soy Cuba, el mamut siberiano

Soy Cuba, el mamut siberiano
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Documental sobre cine | Brasil
Soy Cuba, documental.jpg
Documental sobre Soy Cuba, Única coproducción cubano-soviética
NombreSoy Cuba, el mamut siberiano
Otro(s) nombre(s)Soy Cuba, o mamute siberiano, I am Cuba, the Siberian Mamm.
Estreno2005
GuiónVicente Ferraz
DirectorVicente Ferraz
Producción GeneralIsabel Martínez
Dirección de FotografíaTareq Daoud, Vicente Ferraz
Productores EjecutivosDull Janiel, Mair Tavares
Director de ArteJenny Padrón
RepartoIntervenciones de Luz María Collazo, Sergio Corrieri, Salvador Wood ...
Premios- 2005: Sundance: Nominada Gran Premio del Jurado

- 2005: Guadalajara: Premio Mayahuel al Mejor documental

- 2007: Festival de Cinema Latino-Americano de São Paulo, Edición 2º, Película, Las 10 preferidas del público.
ProductoraTrês Mundos Produções
PaisBrasil

Soy Cuba, el mamut siberiano (título original: Soy Cuba, o mamute siberiano). Documental de 2005 producido y dirigido por el cineasta Vicente Ferraz que trata sobre la coproducción cubano-soviética Soy Cuba, realizada el 1964 por el cineasta soviético Mijail Kalatosov.

La cinta sobre la que trata este audiovisual no fue muy bien recibida ni por los soviéticos ni por los cubanos. La recuperación de los negativos originales por Martin Scorsese y Francis Ford Coppola son los motivos y los pretextos para la realización de este material.

Sinopsis

A inicios de 1960 el famoso director soviético Mikhail Kalatozov, junto a un equipo de 200 personas, filmó en Cuba la superproducción "Soy Cuba", que pretendía ser una instrumento poderoso de la revolución cubana para dar a conocer sus realidades al mundo; pero la misma fue ignorada luego de su estreno en La Habana y Moscú.

Redescubierto los originales en 1990 por Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, este documental revela un momento clave en la historia del cine a través de los relatos de actores y técnicos sobrevivientes, y muestra el insólito contraste en el brillo del alma eslava y los claro-oscuros de la cultura afrocubana.

Esta superproducción quería ser una herramienta de propaganda de la Revolución Cubana, llevada a cabo por la élite cultural y la vanguardia soviética. Sin embargo, una semana después de su primera proyección en Moscú y Cuba, se retiró de la pantalla, se almacenó y consiguientemente pasó desapercibida por occidente durante más de treinta años, hasta el descubrimiento de esta joya por Martin Scorsese y Francis Ford-Coppola.

Descubrir qué llevó a las autoridades cubanas y soviéticas a archivar esta obra maestra es uno de los objetivos esenciales de este proyecto. El documental investiga los motivos y habla del redescubrimiento o salvación de Soy Cuba a manos de los críticos norteamericanos, tras la caída de la Unión Soviética, y de cómo ha destacado como una de las obras más importantes en la cinematografía mundial. EL MAMUT SIBERIANO es una reflexión sobre cómo una obra de arte puede admitir distintas interpretaciones a lo largo del tiempo.

Este documental recupera un momento álgido en la historia cinematográfica, con la perspectiva de los autores y técnicos (soviéticos y cubanos), extrayendo de sus palabras y gestos la intensidad de este proceso creativo treinta y siete años después. Es un testimonio del esfuerzo humano, a menudo olvidado, que da vida a una gran hazaña: la extraordinaria y desafiante Soy Cuba. Las entrevistas muestran el impacto que esta obra provocó en la gente que trabajó en el ambicioso proyecto, la huella que Soy Cuba dejó en su vida.

Por último, este documental pretende ahondar en dos mundos opuestos, mostrando la grandiosidad de la épica eslava en el mundo interior de la cultura afrocubana, lo cual se podría ver como una metáfora de la historia de la Cuba socialista: el proyecto que los soviéticos abandonaron al finalizar la Guerra Fría. Tal vez, tanto la isla de Cuba como la película hayan navegado por las mismas aguas y hayan sufrido el mismo destino.

Premios

  • 2005: Sundance: Nominada Gran Premio del Jurado
  • 2005: Guadalajara: Premio Mayahuel al Mejor documental
  • 2007: Festival de Cinema Latino-Americano de São Paulo, Edición 2º, Película, Las 10 preferidas del público.

Críticas

  • Michael Atkinson: Village Voice

"Todo es fascinante, pero ¿hay que desnudar al ángel del cine de Kalatozov?".

  • Dana Stevens: The New York Times

"Intercalando tomas de la película original -muchas de las cuales son justamente famosas por su potencia y complejidad- con entrevistas, el Sr. Ferraz ha producido una bienvenida pieza de explicación histórica".

  • Deborah Young: Variety

"Su revalorización como obra maestra de la pirotecnia visual, da a la historia del documentalista brasileño Vicente Ferraz un giro final optimista, después de algunos bajones a mitad de película".

  • Scott Tobias: AV Club

"Aunque no se eleva por encima de la estética de corta y pega de otros documentales similares, reúne a muchos miembros del dispar reparto y el equipo cubano, y desentierra algunas fotos raras de producción y material de archivo".

  • Elizabeth Weitzman: New York Daily News

"Una cápsula fascinante de una época ya pasada".

  • Telefunken, Pamplona (España)

Ser o no ser Cuba, he ahí el socialdilema

Ironías del destino: ‘Soy Cuba’ (1964), la costosa coproducción cubano-soviética dirigida por Mikhail Kalatozov, fue un completo fracaso en Cuba; tampoco gustó en la URSS; encantó sin embargo en EEUU, 30 años después, rescatada de la mano de Francis Ford Coppola y Martin Scorsese.

Tras la revolución cubana, Kalatozov y su equipo aterrizaron en La Habana. Había que realizar un gran fresco del mito. El resultado fue como poner a Dreyer detrás de la cámara de ‘Amarcord’: ni rastro del desparpajo cubano. La solemnidad sobreactuada de los actores resultó irreconocible para los propios cubanos; de ahí el título de una crítica isleña: ‘No soy Cuba’.

En nuestra torre de barro de marfil de observadores del siglo XXI podría darnos por hablar de colonialismo cinematográfico: estereotipos, prejuicios, etnocentrismo, que impedía a los creadores soviéticos entender la vitalísima realidad cubana en otra clave que no fuera la de hija huérfana de Octubre.

A día de hoy, muchos cubanos se sienten agradecidos y orgullosos de esta obra (un estirar los límites del lenguaje cinematográfico que deja boquiabierto). Entienden que Kalatozov y sus acompañantes hicieron un esfuerzo al volar hasta allí para investigar y descubrir la idiosincrasia de un país que, de la noche a la mañana, empezó a estar en el mapa. Entre el agradecimiento a la tentativa y la certeza de una captura malograda va la cosa.

Véase también

Fuentes