Tangaxoan II

Tangaxoan II
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Cultura Purépecha
México-Michoacán
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Estatua que recuerda al último caltzontzin purépecha. Tangaxoan II.
Nacimiento Desconocida
Predecesor Antonio Huittzimengari
Heredero Antonio Huittzimengari
Descendencia Antonio Huittzimengari (hijo), Eréndira( hija)
Dinastía purépecha
Padre Hijo mayor de Henziua (Zuangua)

Tangaxoan II. El último cazonci purépecha.

Síntesis biográfica

Hijo mayor de Henziua (Zuanga), Señor de Cumanchen, fue el último cazonci (caltzontzin o irecha) de Tzintzuntzan, “donde está el templo del colibrí mensajero”, ciudad que fuera fundada por Tariácuri en 1325, junto al Lago de Pátzcuaro, en la región de la Meseta Tarasca.

Tangaxoan recibió de su padre, Zuanga, el reinado en el año de 1521. Zuanga fue hijo del décimo sexto irecha llamado Harame, quien luchó valientemente en la famosa Guerra del Salitre, y murió muy viejito a causa de una epidemia de viruela. Tangaxoan participó en la tal guerra, emprendida contra los pueblos de Autlán y Sayula, la cual perdió ante el empuje de los pueblos confederados y aliados, comandados por Copatzin, Señor de Autlán, “lugar donde camina el agua”, ciudad de la región Costa Sur de Jalisco. Como Zuanga no dejó claro quién le sucedería en el mando, se provocó un cierto caos en el gobierno, aunado a que poco tiempo después de la muerte de su padre, Tangaxoan recibió la vista de unos guerreros mexicas que llegaron a pedir ayuda armada para luchar en contra de los españoles. Tangaxoan, desconcertado, no supo qué hacer y mandó asesinar a los guerreros para que así le llevasen el mensaje a Zuanga hasta el más allá, al país de los muertos.

Trayectoria

A la llegada de un grupo de españoles, Tzintzicha organizó una cacería y ordenó ataviar a los hispanos como si fueran dioses, con guirnaldas de oro en la cabeza y rodelas al cuello, y les regaló cinco venados, tortillas de bledos, pulque y frutas; además les dio mujeres. A su vez, los españoles le obsequiaron con un perro –para que cuidase a su esposa- y diez puercos. Poco después, llegaron más españoles, y Tzintzicha les ayudó a la conquista de Colima, proporcionándoles guerreros. Finalmente, llegó el sanguinario Cristóbal de Olid. En 1522, el irecha tuvo que rendirse, -después de varias huidas por el territorio purépecha y arrastrando tras de sí una actitud temerosa y mojigata, como su colega Moctezuma- para evitar una masacre de las acostumbradas por los bárbaros hispanos. Derrotados, Tangaxoan y su pueblo juraron obediencia a la Corona española y el emperador selló un pacto de paz con Olid. Poco después, al cazonci se le bautizó con el nombre de Francisco. Su hijo, don Antonio Huittzimengari, le sucedió como cacique de Pátzcuaro.

Condena a muerte

Nuño de Guzmán, en 1529, acusó a Tangaxoan de seguir practicando su antigua religión a pesar de su supuesta conversión, de conspirar contra el gobierno español, e incluso de haber ordenado la muerte de varios hispanos. A causa de estas acusaciones, se le arrastró con un caballo, le dieron garrote y, finalmente, le ahogaron: su cadáver fue quemado en una hoguera. Debido a este hecho, el pueblo purépecha se levantó, comandado por Eréndira, Mañana Risueña, la hija de Tangaxoan. Veamos el documento de su condena:

Sentencia contra el caltzontzin

Pintura sobre el asesinato de Tangaxoan II

Fallo que debo condenar e condeno al dicha (sic) Cazonzi llamado don Francisco, en pena de lo que así ha delinquido, a que de la prisión donde está, sea sacado, las manos y pies atados, con una soga a la garganta, e con voz de pregonero que manifieste su delito, e sea metido en un zerón, si pudiere ser habido, e atado a la cola de un rocín, e sea traído en derredor del lugar donde está asentado este real e sea llevado junto al paso de este río e allí sea atado a un madero e quemado en vivas llamas hasta que muera naturalmente e hecho polvos. E si el dicho Cazonzi quisiere morir como cristiano, pues ha recibido agua del batismo, puesto después que la recibió era tornado a idolatrar, como por su confesión e por este proceso consta e parece. Mando que antes que sea quemado, le sea dado un garrote a la garganta en manera que el dicho Cazonzi muera, e del espíritu vital sea apartado, e después sea echado en el fuego e quemado como dicho es. (“Proceso que hizo Nuño de Guzmán contra el caltzontzin” Año de 1530)

  • La ortografía está tal cual fue traducida desde el documento original.

Busto de Tangaxoan II

Busto recordando a Tangaxoan II. El último caltzontzin purépecha

Junto al Rio Lerma, allí descansan una parte de sus cenizas. Desde el año de 1989, el pueblo de Conguripo, le rinde homenaje al último Irecha Cazonci. El 14 de febrero del 2010, las autoridades de la localidad y el pueblo construyó un busto de Tangaxoan II, justo allí, donde se juntan dos ríos (Conguripu, en Purépecha).

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Fuentes