Trabajo voluntario en la agricultura

Trabajo voluntario en la agricultura
Información sobre la plantilla
EJT FAR.JPG
Concepto:Aporte de los trabajadores de la ciudad en labores agrícolas de forma voluntaria.

Trabajo voluntario en la agricultura. Movimiento mediante el cual los trabajadores de la ciudad brindan su aporte en labores agrícolas de forma voluntaria.

Antecedentes

El ingreso real de los núcleos familiares de los trabajadores campesinos y obreros del campo se elevó considerablemente a partir del triunfo revolucionario. La aplicación de las dos leyes de Reforma Agraria y la creación del sector socialista en la producción agropecuaria, unido a otras medidas revolucionarias, pusieron fin a la trágica situación de los obreros agrícolas.

La incorporación a la producción de los grandes latifundios improductivos o poco explotados, la erradicación de los horarios y ritmos esclavistas de trabajo crearon nuevas fuentes de empleo en el campo. El pleno empleo y los salarios decorosos, la gratuidad y ampliación de la atención médica, de la educación y otros servicios, hizo que donde antes existía un ejército de desempleados, surgió pronto un déficit de brazos. A medida que el país se industrializaba y se generaban múltiples fuentes de empleo, el corte de caña sufría cada vez más de falta de obreros, y pronto esta situación comenzó a manifestarse con otros cultivos.

Primeras acciones

Ya desde la etapa de la lucha en la Sierra Maestra soldados rebeldes comenzaron a apoyar de forma voluntaria y gratuita a algunos campesinos en la cosecha de café o reparar sus viviendas. El trabajo voluntario como movimiento popular fue instituido por el gobierno revolucionario recién constituido en 1959, y una de las primeras acciones fue la movilización de soldados, campesinos y obreros para la edificación de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, destinada a los hijos de los campesinos.

Fue preciso iniciar la movilización de todo el pueblo para suplir la carencia de fuerza de trabajo para cortar y limpiar la caña, recoger el café, el tabaco, frutos, viandas, etc., así como en la construcción y el sector industrial. Se introdujo el trabajo voluntario permanente (por ejemplo, durante una zafra) y de fines de semana, asumido entusiastamente por los pobladores de las ciudades y el campo, pero ni aún así se suplían todas las necesidades de mano de obra.

El trabajo voluntario ha sido una importante fuerza productiva en toda nuestra revolución, y en muchas etapas también decisivo.

Medidas tomadas

Las Brigadas Juveniles de trabajo revolucionario fueron constituidas mediante llamamiento hecho por el Comandante en Jefe Fidel Castro, integradas por jóvenes sin estudio ni trabajo, a los cuales se les daba entrenamiento físico e instrucción cultural y militar.

Las Brigadas Obreras de trabajo voluntario movilizadas por períodos de varios meses por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y otras organizaciones han representado un invaluable apoyo en el corte de caña en las zafras azucareras, la recogida de café y demás labores agrícolas. No menor importancia han tenido las movilizaciones de trabajo voluntario por un día, fines de semana o períodos cortos para realizar labores en el campo o de otro tipo.

Estudio-trabajo

También la vinculación del estudio con el trabajo, prevista ya por Martí, ha jugado un importante papel formador de los estudiantes, a la vez que ha representado un aporte de fuerza de trabajo en la agricultura. Centenares de escuelas secundarias, preuniversitarios, institutos tecnológicos y politécnicos se levantaron desde la década de 1970 en los campos del territorio nacional, en los cuales los estudiantes dedicaban una parte de su jornada a trabajar en las áreas agrícolas aledañas, contribuyendo así a su sostenimiento.

El ejemplo de los dirigentes

Desde los primeros momentos Fidel, el Che Guevara y demás dirigentes revolucionarios dieron siempre el ejemplo de participación voluntaria y entusiasta en el corte de caña, recogida de frutos y otras labores. Siempre el trabajo voluntario fue visto en primer lugar como un factor para el desarrollo de la conciencia de los trabajadores, independientemente de su significado económico, representando un sacrificio, un aporte desinteresado en función del bien común.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. La agricultura en Cuba. Apuntes históricos. Editorial INFOIIMA, La Habana, 2012. 260 p.