Tumba de Leocadia y el Hermano José

Tumba de Leocadia y el Hermano José
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Panteón)
Tumba-leocadia-jose.jpg
Descripción
Tipo:Panteón
Localización:Cementerio de Colón

Tumba de Leocadia y el Hermano José. Una de las tumbas más populares y visitadas del Cementerio de Colón es la de Leocadia y el Hermano José, exponentes de la religión yoruba.

Historia

Leocadia Pérez Herrera fue durante muchos años una médium o santera muy famosa de La Habana, que con sus aciertos y premoniciones se ganó el respeto de creyentes y no creyentes.

Alcanzó popularidad y respeto porque a ella acudían personas importantes, así como gente de pueblo de bajo nivel económico con mucha fe, que la señora consultaba y muchas veces ayudaba a solucionar sus problemas, penas o dolencias sin cobrar nunca un centavo.

El Hermano José, Taita José o Tá José, como también se le conoce era el guía espiritual, el "muerto" a la que ella consultaba. Un espíritu, que por boca de Leocadia, realizó grandes obras de caridad.

Nadie nunca supo su nombre verdadero ni su procedencia. Según se dice el mismo hizo que un artista pintara un retrato suyo, de esa forma sus devotos, además de escucharlo a través de la médium, también podrían verlo. Varias veces se trató de fotografiar el cuadro, pero nunca la foto sirvió, solo se veían manchas blancas.

Según la historia, Taita José predijo el día exacto de la muerte de Leocadia y le juro que él también descansaría eternamente junto a ella. Leocadia falleció el 3 de junio de 1963 y fue enterrada en una modesta tumba junto al cuadro de Taita José, acompañada por un cortejo fúnebre impresionante.

Durante años se ha tratado por sus fieles de hacerle un panteón a ambos, pero se dice que el Hermano José no lo permite, debido a su excesiva modestia que lo caracterizaba.

Leocadia era amante de la música clásica, especialmente del violín que acompañaba sus sesiones, por eso cada 19 de marzo día de San José, despierta al cementerio un gran toque de violines que lleva la procesión que acude a rendirle honor a Leocadia y al Hermano José.

A pesar del tiempo de fallecida en la tumba nunca faltan flores y otras ofrendas. Constantemente llegan al lugar personas necesitadas de su ayuda y vuelven los agradecidos una y otra vez, porque se dice que desde el más allá ellos todavía escuchan las voces de los vivos.

Enlace relacionado

Fuente