Virgen de la Paz

Virgen de la Paz
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Escultura)
1aaaaabvirgen-de-la-paz-2.jpg
Descripción
Tipo:Escultura
Localización:Estado Trujillo, parte de la Sierra Nevada de Mérida y de la Costa Sur del Lago de Maracaibo, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
Datos de su construcción
Inauguración:diciembre de 1983
Otros datos
Arquitecto(s):Manuel de la Fuente


Virgen de la Paz. Es una escultura conmemorativa dedicada a la Virgen María. Fue administrada durante años por una fundación privada, después de lo cual pasó a ser dirigida por la Gobernación del Estado Trujillo.

Historia

La advocación de la Virgen de la Paz se remonta al último cuarto del siglo XI. Corría el año 1085, y en Toledo acababa de reiniciarse una encarnizada lucha por la posesión de la Catedral entre los mahometanos, que querían conservarla como mezquita, y los cristianos, que estaban decididos a recuperarla como catedral, cuando milagrosamente los jefes musulmanes decidieron devolverla a los seguidores de Cristo. Era la víspera del 24 de enero, al día siguiente con solemnes cultos la Madre de Dios era aclamada como Nuestra Señora de la Paz. Desde entonces, primero toda España y después América, fueron reconociendo con gratitud este título a la Santísima Virgen. Se podría decir que el antecedente iconográfico de la Virgen de la Paz es la conocida escena de la Virgen imponiendo la casulla a San Ildefonso ya que es a éste Santo al que se debe el que cada 24 de enero se rememorase el milagro acaecido en el siglo VII. Según la tradición, una noche de diciembre al entrar la procesión del arzobispo en la Catedral para el canto de maitines, el templo apareció iluminado por un fuerte resplandor: la Stma. Virgen aparecía sentada en la Cátedra del Obispo indicando así su aprobación a las enseñanzas del Santo, entre ellas los escritos en defensa de la virginidad de María, y por ello lo obsequió con una casulla para celebrar Misa.

San Ildefonso murió un 23 de enero y por ello el 24 del mismo mes fue el día elegido para recordar cada año este prodigio; el hecho de que los musulmanes no lucharan por lo que consideraban su Mezquita ocurriera también el mismo día de la muerte del Santo, ha hecho que ambos milagros se relacionen, y por tanto la festividad de la Virgen de la Paz se celebra el mismo día en el que se recuerda el milagro de la Imposición de la Casulla por la Virgen a San Ildefonso. Sobre este tema hay a lo largo de la Historia del Arte una innumerable cantidad de obras de arte. Sánchez Cotán, Zurbarán, El Greco, Rubens, Velázquez, Valdés Leal, son algunos de los pintores que han escenificado el milagro. Entre ellas resulta especialmente interesante la que realiza Velázquez para el convento de San Antonio de Sevilla hacia la primera mitad de 1623, ya que en esta composición se aprecia con gran claridad como este extraordinario artista es capaz de pintar ideas utilizando apariencias reales. Por ello hay que destacar en este cuadro la indefinición de los rostros del fondo. Se ha comentado al respecto que Velázquez no tuvo el tiempo necesario para acabar su escena, sin embargo, se hace necesario el establecer ciertos paralelos entre la mentalidad del pintor, cuyos pensamientos trataba de transmitir a través de sus pinturas a los miembros del círculo humanista al que él mismo pertenecía, y las ideas llevadas a cabo por Descartes en sus planteamientos filosóficos.

René Descartes plantea que sólo la potencia de Dios es infinita mientras que nuestro entendimiento es finito, por tanto, todos los modos de pensar que observamos en nosotros pueden ser referidos a dos formas generales: una consistente en percibir mediante el entendimiento, y la otra en determinarse mediante la voluntad. Esto lo va a reflejar Velázquez en su pintura de la siguiente manera: por un lado, va a tener en cuenta las premisas sociales, políticas, económicas e ideológicas del siglo XVII, que le exigen una pintura naturalista, que va a transmitir mediante la adopción de formas comunes, de personajes populares cercanos a su forma de vida, personajes con los que realmente trataba en su día a día. Esta va a ser la voluntad de que habla Descartes; es decir, la voluntad de querer hacer lo que la sociedad del momento demanda. Pero por otra parte, también va a llevar a cabo una producción artística que solo se va a poder percibir mediante el entendimiento, ya que su obra va a estar cargada de contenido. Este contenido no es más que, como ya se ha indicado, la confirmación de que Velázquez pinta ideas adoptando apariencias reales. Para ello, va a pasar tanto de la realidad a las ideas como de las ideas a la realidad de una manera sorprendente, no sólo por la facilidad con que lo hace, sino también por la propia naturalidad de sus temas. Esto lo va a conseguir gracias a su capacidad creadora de auténtico genio, y a su elevada formación intelectual, a la que tuvo posibilidad de acceder gracias a Pacheco, que fue quién lo introdujo en las tertulias humanistas que se llevaban a cabo en torno a la ilustre familia de los Enríquez de Rivera.

El gran pintor sevillano va a utilizar la imagen como símbolo, pero su apego a las teorías naturalistas que se manejaban en ese círculo de ilustrados entre los que se encontraban los teóricos sevillanos, va a ser el motivo por el cual nos atrevamos a relacionarlo con las teorías propiamente cartesianas. Para Descartes, lo no demostrable como real era desechable, y siguiendo este principio, Velásquez, va a configurar escenas en la que determinados personajes que no son tangibles, por no representar realmente a un ser sino a un concepto, aparecen en su obra sin rostro concreto. Por ello, el pintor sevillano va a mostrarlos a través de un tratamiento pictórico que le permite aplicar la pintura mediante manchas sueltas que difuminan la imagen. Estos mismos rostros difuminados, sin imagen definida, se hacen patente en “La Descensión de la Virgen para imponer la Casulla a San Ildefonso”. En esta obra, los personajes que supuestamente están en la Gloria, como no se conocen, no son una realidad, y por tanto, tampoco se pueden representar. Lo que no se puede conocer físicamente, no se puede representar gráficamente: No se debe intentar la comprensión de lo infinito. Tanto para Velázquez, como para Descartes, sólo Dios es infinito, pero hay cosas en la naturaleza que parecen no tener límites (caso del arte barroco), y esto es debido a la imperfección de nuestro conocimiento y no a la naturaleza realmente infinita de las cosas; por tanto esas cosas que no parecen tener límites serían indefinidas, y así, con forma indeterminada, es como va a representar Velázquez a estos personajes de su obra, que más que imágenes son ideas.

El abocetamientoes es el medio o técnica, empleada por el pintor para conseguir esta pretendida indefinición, y lo consigue mediante pinceladas sueltas. Esta forma de pintar de Velázquez, denominada por Grazziani “a lo valentón”, va a suponer una revolución técnica mediante la cual, se va a conseguir que nuestro ojo capte la imagen a través de un ejercicio mental. Todo esto no quita que en la zona principal del lienzo encontramos el detallismo característico de la etapa sevillana y el clarooscuro aprendido de las imágenes de Caravaggio, recurriendo a las tonalidades oscuras, ocres y terrosas, animadas con el rojo de la casulla. Esta obra resume el sentido plástico, la fuerza naturalista y el dominio de los efectos de color empleados por un Velázquez joven, antes de ir a la Corte. El virtuosismo del pintor presta una verdad atmosférica y una técnica sobria y rigurosa, casi escultórica, que define con precisión las formas, analiza los volúmenes y no olvida el detalle reflejado con justeza. Emplea una pasta pictórica muy densa que ayuda a resaltar la rotundidad de las figuras. En definitiva, se puede decir que la composición de los cuadros del pintor sevillano, no va a estar realizada en función de sistemas teóricos, sino planteada en su cabeza. Tanto el pintor como el filósofo aplican los sentidos, para ambos la idea subyace siempre independientemente de su apariencia formal.

Ubicación

El monumento está ubicado, además, a una altura de 1.600 msnm, en la llamada Peña de la Virgen—donde se dice que apareció la virgen en el año 1570—, por lo que a la altura de la obra misma, junto a la de su enclave de montañas y vegetación tropical, proporcionan una espectacular vista panorámica de la región. Consta de cinco miradores, desde donde se pueden observar, en un día claro, casi la totalidad del Estado Trujillo, parte de la Sierra Nevada de Mérida y de la Costa Sur del Lago de Maracaibo.

Datos técnicos

  • Altura: 46.72 metros
  • Ancho: 16 metros
  • Profundidad en la base: 18 metros
  • Peso: 1200 toneladas

Oración

Maria, Madre de Dios, Madre Mia, Reina de la Paz,

pide a tu Hijo Jesus me conceda el don de la paz.

Ora por mi para obtener paz: paz en mi corazon,

paz en mi mente y alma, paz en mi familia,

paz con todos aquellos que encuentro en mi camino,

la paz de Jesus.


Jesus, mi Señor y Salvador, mi hermano,

Rey de la Paz, acudo a Ti con Maria, Reina de la Paz,

para pedirte humildemente el don de la paz.

Derrama sobre mi tu Espiritu Santo de la Paz.


Concedeme la paz, Jesus; paz dentro de mi,

paz en mi familia, paz en cada dia de mi vida.

Da la paz a mi pais y a cada nacion.

Paz para todos; paz en el mundo.


Jesus, mi mediador con el Padre,

llevame al Padre para orar por la paz.

Padre, Padre de Jesus, nuestro Padre, mi Padre,

vengo a ti con tu Hijo Jesus. En El, con El,

y a traves de El oro por la paz. Amen.

Fuentes