Alhambra, Generalife, y Albayzín de Granada

Alhambra, Generalife, y Albayzín de Granada
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Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
AlhambraGeneralifeAlbacin.jpeg
CoordenadasN37 10 36.012 W3 35 39.984
PaísBandera de España España
TipoCultural
Criterios(i)(iii)(iv)
N.° identificación314
Año de inscripción1984 (VIII sesión)
Año de extensión1994
Lugar de celebraciónProvincia de Granada, Comunidad autónoma de Andalusia

El Alhambra, Generalife, y el Albayzín de Granada, están situados en dos colinas adyacentes, ascendiendo desde el poblado moderno, y forman parte de la Granada medieval. Al Este del fuerte de Alhambra, se encuentran los magníficos jardines del Generalife, la primera residencia rural de los emires que gobernaron esta parte de España entre el siglo XIII y el siglo XIV. El distrito residencial del Albayzín es un depósito rico de arquitectura vernácula morisca, en que la arquitectura andaluza tradicional se mezcla armoniosamente. El conjunto histórico fue incluido en el año 1984 en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Descripción

Creaciones artísticas únicas, el Alhambra y el Generalife de Granada sostienen un testimonio excepcional de la España musulmana del siglo XVI. Forman un ejemplo excepcional de residencias árabes reales del período medieval; ni destruidas ni cambiadas por las alteraciones de restauraciones radicales, el Alhambra y el Generalife parecen haber escapado las vicisitudes del tiempo. A pesar del desarrollo que siguió la conquista cristiana, el Albayzín todavía da testimonio del establecimiento moro medieval, como su entramado urbano, arquitectura y las características principales (forma y materiales), que no cambiaron al adaptarse a la vía cristiana de vida, para sobrevivir como un ejemplo notable de un pueblo moro español.

El interior del castillo.

Las excavaciones arqueológicas han mostrado que la colina donde se levanta el Albayzín fueron ocupadas de forma continua desde el período romano. En el siglo VIII, el gobernador de la región construye un fuerte donde ahora se sitúa la plaza de San Nicolás. Después de la desaparición del califato de Córdoba (1031), el efímero emirato de Zirid de Granada lo reemplazó hasta 1090; los emires se dedicaron al adorno de su capital, construyendo un sitio de belleza excepcional. El pueblo prosperó bajo la dinastía de Nasrid, y esto se reflejó por el desarrollo considerable de la ciudad, aunque Granada no fue de los centros importantes mahometanos de España hasta mucho más tarde, en 1238, cuando Muhammad Ahmar fundó el Alhambra.

El palacio se completó esencialmente en el siglo XIV por Yusuf y su hijo Mohammed. Es organizado alrededor de dos cortes rectangulares: el patio de Los Arrayanes y el patio de Los Lisia, e incluye un gran número de habitaciones de un sabor altamente refinado, con columnas marmóreas, cúpulas de estalactitas, decorado en estuque y azulejos coloreados, madera preciosa esculpida, y la pintura en cuero que compite con la riqueza y la delicadeza de la decoración natural; el agua, desde vasijas inmensas, fluye al exterior hacia las fuentes (fuente circular de la Corte de Leones), deslizándose por canales estrechos.

Cuando la Reconquista fue completada en 1492, el nuevo gótico tardío de las iglesias y monasterios armonizó con la arquitectura en vigor. Ambos, fuerte y residencia del Alhambra, incorporan los palacios, las habitaciones de la guardia, patios y jardines, así como talleres, tiendas, baños y la mezquita (independientemente de la iglesia de la Santa María que se construyó en el siglo XVI en el sitio de la mezquita real). También se incluye una pared fortificada masiva con los torres, extendida al occidente meridional

La residencia con sus jardines.

Gran parte de la significación del Albayzín estriba en el proyecto de pueblo medieval con sus calles estrechas y cuadrados pequeños, y en las casas relativamente modestas en estilo moro y andaluz que se alinean. Allí están sin embargo, ciertos recordatorios más imponentes de su prosperidad pasada. Entre ellos, la Casa de la Reina (los restos de una residencia aristocrática), el Corral Carbón (una carbonera antigua), y la primera ermita, convertida en la iglesia de San Sebastián. Después de la Reconquista, Los Reyes Católicos honraron a Granada dotándola de muchos monumentos religiosos. Diego de Siloé, que era adiestrado en espada toledana y era uno de los iniciadores del estilo plateresco, se convirtió en uno de los arquitectos más importantes de Granada. Entre sus muchas obras maestras se encuentra el Patio de la Chancillería. Al Este, a corta distancia del Alhambra, el encantamiento es extendido a los jardines del Generalife, la residencia rural de los emires. El paisaje natural aquí prima sobre la arquitectura, observándose jardines y agua, que predominan sobre los pabellones, glorietas y habitaciones. Los árboles de boj, los arbustos de clavel y de gariofilea, emulan con el sauce y el ciprés, conformando una obra maestra absoluta del arte de la horticultura, restaurando la imagen alcoránica del paraíso a los creyentes

Fuentes