Cañón Luperto

El cañón “Luperto”
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Cañón Luperto. Es el nombre del único cañón instalado en la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña que ha tenido vida útil desde que finalizaron las obras de construcción de 1774 y se comenzaron a instalar las piezas de artillería que llegaron a sumar 245 en total.

Historia

La utilidad de la pieza, en cuya culata puede leerse el nombre y fecha de fundación: Sevilla, 16 de mayo de 1795, está indisolublemente ligada a la existencia de la muralla de La Habana, pétreo cinturón que rodeó la ciudad para protegerla y que contaba con once puertas para comunicarse con el exterior, con los extramuros. Para coordinar el cierre y apertura de las puertas se instauró un sistema que permitía la necesaria simultaneidad: el disparo de un cañonazo capaz de ser escuchado por el guardián de cada una de ellas, distantes unas de otras.

El disparo para abrir y cerrar las murallas se hacía desde una nave de las dispuestas en el puerto de La Habana para custodiar las flotas que entraban y salían transportando riquezas y mercancías de todo tipo entre España y las colonias americanas.

Actualidad

Al comenzar a dispararse el cañonazo desde La Cabaña, eran dos los avisos diarios lanzados uno a las 4:30 am , para abrir las puertas y otro a las 8:00 pm para cerrarlas, en la actualidad la hora del cierre es a las 9:00 pm.

Funciones

Una vez instalado en la fortaleza, Luperto tenía como función principal indicar el momento de abrir y cerrar las puertas de la muralla, pero aunque esta defensa pétrea se hizo inútil, debido al crecimiento de la ciudad hacia extramuros, y comenzó a ser demolida en 1863, el cañonazo no dejó de escucharse. Desapareció la Muralla dejando algunos pequeños fragmentos de recuerdo pero cada noche, a las nueve, el vozarrón de polvoras de Luperto seguía alertando a la población.

Trascendencia

A pesar de que cuando llegó la radio, que daría la hora exacta periódicamente durante el día, ya La Habana no podía prescindir de su cañonazo, e incluso llegó a trasmitirse por radio. Luperto convertido en un símbolo distintivo de la ciudad, es un símbolo sonoro, que está actualmente al cuidado distintivo de los cadetes de la Escuela de Artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Comandante Camilo Cienfuegos, quienes son los encargados de cumplir la diaria ceremonia de hacerlo retumbar a las nueve de la noche.

Véase también

Fuentes