Fausto Enrique Santiesteban
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Fausto Enrique Santiesteban Pons. Profesor de elevados sentimientos humanos y alta responsabilidad laboral. Intachable conducta, fiel a sus principios revolucionarios, un cubano de proyección futura, avizoró con extraordinaria antelación lo que sucedería en la antigua URSS, a tal punto que su consideración no fue vista con buenos ojos en esa época, sin embargo sus argumentos fueron convincentes e irrefutables cuando sucedió ese lamentable hecho. Profesional por excelencia y un gran filósofo que puso todo su quehacer al servicio de la Institución Pedagógica. Inolvidable por su profesionalidad y amor al trabajo.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació el 2 de junio de 1949 en la ciudad de Manzanillo, en un ambiente de mucho amor y respeto. Hijo de María del Carmen Pons Arias y Raúl Enrique Santisteban Coll. De procedencia obrera.
Desde pequeño tuvo inclinación por la lectura, de manera que fue un ávido lector, lo que le preguntaran desde el punto de vista literario o sobre Filosofía, tenía siempre la respuesta a flor de labios, lo cual revelaba una vasta cultura. Leyó desde La Biblia y El Quijote, hasta las Obras Completas de José Martí y otros autores de la Literatura Universal.
Mostraba arraigo profundo por sus padres, pero, particularmente, sentía adoración por su mamá. No tuvo hijos, sin embargo no fue un hombre solitario, pues se desarrolló en un ambiente familiar agradable, sus padres eran eternos amantes y ese amor lo extrapolaron a sus hijos: él y su hermana Teresa de la Caridad Santisteban Pons, profesora jubilada.
Su natural inteligencia lo hizo trascender. En su ideal de hombre de su tiempo marcó la diferencia entre vivir de la profesión y vivir para ella, porque leía de todo en breve espacio, la lectura fue para él necesidad y hobby, ambos estuvieron conjugados hasta sus últimos días.
Siempre mantuvo una posición crítica, a veces demasiado dura, pero necesaria y justificada para su concepción y filosofía de vida. Fue ejemplo de exigencia por lo mejor, sobre el fundamento de la inteligencia y el cultivo de la responsabilidad y los sentimientos. Con frecuencia decía que la luz ajena no hace más clara a la personas si estas no tienen la propia. Sus amuletos fueron los estudios y la profesión. Entre sus preferencias estaba el programa “Escriba y Lea”, y en no pocas ocasiones acertaba con rapidez el tema elegido para los panelistas, fue, además, alumno del Dr. Dubouché, profesor de La Universidad de La Habana.
Trayectoria
Licenciado en Ciencias Políticas, graduado en la Universidad de La Habana, culminó sus estudios con excelentes resultados, profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas hasta su deceso físico, el 4 de julio de 1999.
Decidió vivir para su profesión, descubriendo con su inagotable inteligencia la explicación de los fenómenos universales que abordaba con excelente maestría en cada una de sus clases. Hombre de gran cultura, identificado plenamente con su país y su Revolución, fue, sin dudas, uno de los exponentes de la legítima cultura cubana, no podía vivir sin estudiar, sin actualizarse día a día para impartir sus clases con su sello particular.
De personalidad extremadamente exigente, incluso consigo mismo, muy disciplinado y organizado, tanto en lo personal como en lo profesional.
Vida laboral
Su vida laboral transcurrió en dos centros de trabajo, el primero fue la Escuela Provincial de Cuadros de la UJC “Wilfredo Valcácer”, en la que obtuvo varios reconocimientos por sus resultados docentes y, luego, en el Instituto Superior Pedagógico de Manzanillo, hoy Universidad de Ciencias Pedagógicas de Granma, aquí fue donde se ganó la condición de Aspirante a Dr.
Sus colegas más allegados fueron los profesores José Antonio Lastre, Mauricio Castilla, Daniel Moreno, José Sánchez Lussón y otros.
Distinciones recibidas
En 1979, el Consejo Nacional de la FEU y el Comité Nacional de la UJC le otorgan la Distinción “Abel Santamaría”, por haber cumplido con calidad los compromisos individuales y colectivos.
En cinco años consecutivos recibió la condición de cederista destacado y sindicalmente también obtuvo meritorios reconocimientos.
Realizó su doctorado en la antigua Unión Soviética y, el 24 de junio de 1997, recibe el Diploma de Dr. en Ciencias Filosóficas.