Hugo Camejo Váldes
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Hugo Camejo Valdés. Asaltante al cuartel Carlos Manuel de Céspedes.
Síntesis biográfica
Primeros años
Nació el 7 de mayo de 1918 en Caimito del Guayabal, provincia de La Habana. De familia muy pobre solamente pudo estudiar cinco grados de la enseñanza primaria. Realizó diferentes faenas laborales desde niño, hasta que logró estabilizarse en un trabajo asalariado permanente como carretillero en una cantera, y alternativamente ayudaba a su madre que tenía un humilde quiosco de meriendas para trabajadores. Sus ingresos no sobrepasaban los $720, aproximadamente al año. Soltero, no tuvo hijos.
Trayectoria revolucionaria
Militante ortodoxo, después del golpe del 10 de marzo, con el ejemplo de Mercedes Valdés, su madre, viuda y gran luchadora política que desde antes había hecho de su casa en Marianao un centro de combate contra la injusticia social y la corrupción, Hugo agrupa a varios de sus parientes y amigos del barrio en una de las más numerosas células con la que puede contar Fidel Castro para el movimiento revolucionario que organiza. Juntos participan en las movilizaciones y en el adiestramiento militar en la Universidad de La Habana y en fincas del interior de la provincia. En una de estas prácticas, Hugo se hiere tratando de huir, y es detenido, aunque al llevársele a juicio queda absuelto. De su casa, en San Celestino 152, Marianao, el 24 de julio de 1953 parte en automóviles con doce de los hombres de su grupo de Coco Solo, y un primo, en viaje a Oriente.
Muerte
Destinado al contingente que tenía como misión la toma del cuartel Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, se alojan en la posada Gran Casino, que funge como lugar de concentración. Después de la medianoche, junto con Pedro Véliz y Andrés García, sale a buscar a su primo Hugo González, quien ha abandonado el lugar de acuartelamiento, y en tanto a las 5:15 de la madrugada no han regresado se ven imposibilitados de participar en la acción. Capturados los tres cuando viajaban en un ómnibus rumbo a Manzanillo, fueron golpeados, llevados a una finca, amarrados en serie por sus cuellos con una misma soga y arrastrados detrás de un jeep. Abandonados al creérseles muertos a todos, Andrés García fue el único que sobrevivió y pudo relatar lo sucedido. Hugo Camejo tenía solo 32 años.
Fuentes
- Archivos de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
