Iglesia Católica de San Juan y Martínez
Parroquia San Juan Bautista | |
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Monumento histórico local | |
Fundación | 1863 Calle Francisco Rivera, Cuba |
Territorio principal | San Juan y Martínez |
Lenguas litúrgicas | Español |
Otros nombres | Iglesia Católica de San Juan y Martínez |
Iglesia Católica de San Juan y Martínez. Monumento histórico local.
Construcción
En el mes de febrero de 1761, fue erigida en la pequeña aldea de San Juan y Martínez, la primera ermita, denominada en aquel momento como parroquia auxiliar, dedicada al culto católico y bajo la advocación de San Juan Bautista. El primer párroco fue el sacerdote Miguel Monterrey, aunque la primera misa fue celebrada por el presbítero Sixto de la Torre, quien pertenecía a la feligresía de Guane.
Ubicación
Este primitivo templo estuvo situado en la esquina que forman las calles Martí y Libertad.
Cien años después, alrededor de 1861, al ser nombrado párroco, Ramón Bentín y Casaldemira, se comenzó a construir la nueva iglesia, en el lugar donde hoy está, es decir, en la Calle Francisco Rivera.
Su construcción terminó en 1863.
Reliquia histórica
Cuando el 20 de febrero de 1896 las fuerzas invasoras de Antonio Maceo ocuparon la villa, al mando del coronel Antonio Varona, éste, de acuerdo con los vecinos, determinó incendiar el pueblo a fin de que no cayera en manos españolas. La tea incendiaria, en manos de los propios sanjuaneros, hizo que este pueblo se convirtiera con el “Bayamo de Occidente”, nombre con el que ha pasado a la historia.
Sólo quedó en pie la torre de la iglesia, la cual se intentó derribar con 50 yuntas de bueyes a fin de impedir que fuera utilizada como atalaya por las tropas españolas pero esto fue imposible demostrando de forma simbólica la firmeza y solides de los ideales independentistas de los sanjuaneros y como mudo testigo de un heroísmo epopéyico, puesto que los sanjuaneros prefirieron que su hermosa villa fuese pasto de las llamas antes que caer de nuevo en manos españolas.
Reconstrucción
Durante la república, en 1912, el cura párroco, Agustín Miret, emprendió la reconstrucción, y logró su cometido en poco tiempo, gracias a la ayuda monetaria de todas partes.
Sobre las ruinas de la antigua iglesia, se levantó la que hoy conocemos. Miret que admiraba el heroísmo de sus feligreses, quiso dejar presentes las huellas del holocausto, y no permitió que el viejo campanario fuese modificado, pintado y restaurado, a fin de mantenerlo como una evidencia de la dignidad y la gloria que caracterizaron el histórico acontecimiento.
De esta manera fue conservada la marca del humo de las llamas de la noche del 21 de febrero de 1896 y fue el mejor atributo con que contó el nuevo edificio.
En la sesión del Ayuntamiento sanjuanero, celebrado el 27 de enero de 1949, la iglesia de San Juan y Martínez, fue declarada Monumento Municipal. Era alcalde, en aquellos años el Dr. José Rodríguez Remus. Hoy el edificio de la iglesia de San Juan, continúa siendo testigo del tiempo.
Sobria y dignamente contempla como los hijos de este hermoso y abnegado pueblo, trabajan y construyen el futuro.
Fuentes
- Monografía sanjuanera.
- Documentos históricos del Museo municipal.