Rodrigo Prats Llorens

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Rodrigo Prats
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Músico, compositor y director de orquesta cubano
NombreRodrigo Ricardo Prats Llorens
Nacimiento7 de febrero de 1909
ciudad de Sagua la Grande,
provincia de Las Villas,
República de Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento15 de septiembre de 1980 (71 años) 
ciudad de La Habana,
República de Cuba Bandera de Cuba
OcupaciónMúsico, compositor, violinista, pianista y director de orquesta

Rodrigo Prats Llorens (Sagua la Grande, 7 de febrero de 1909 - La Habana, 15 de septiembre de 1980) fue un músico, compositor, director de orquesta, violinista y pianista sagüero. El Teatro Lírico de la ciudad de Holguín lleva su nombre. Colaboró y apoyó a una gran cantidad de cantantes y músicos en su formación, con sus consejos expertos y generosos. Es uno de los más completos músicos cubanos de todos los tiempos.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Placa puesta en la casa donde nació el músico

Rodrigo Prats nació en Sagua la Grande (en la antigua provincia de Las Villas) el 7 de febrero de 1909. Creció en una familia de tradición musical, pues su padre fue el flautista y compositor Jaime Prats (1883-1946), autor del famoso bolero Ausencia, fundador de una de las primeras jazz bands del país, y fecundo autor de música para la escena teatral vernácula.

Inicios en el estudio de la música

Precisamente con su padre, Rodrigo Prats se inició en el estudio de la música. Luego fue discípulo de Mauricio Ortega y Emilio Reinoso. Ingresó en el Conservatorio Orbón, en La Habana, para recibir clases de solfeo y teoría con Cándido Herrera. Sus maestros de violín fueron Juan Torroella, Joaquín Molina Torres y Fernando G. Aday. Benjamín Orbón fue su profesor de piano, y Buenaventura Sánchez, de armonía y composición. En el Conservatorio Iranzo concluyó su formación musical.

Carrera musical

Museo de la Música

Debutó en 1922 en la Cuban Jazz Band que dirigía su padre, y en el mismo año ingresó en la recién fundada Orquesta Sinfónica de La Habana, dirigida por Gonzalo Roig. Antes había integrado las orquestas de Tata Pereira, Rojito Barba y Felipe Palau. En 1924 escribió la criolla-bolero "Una rosa de Francia". Tenía quince años cuando compuso la música, sobre la letra de un poema que le había entregado Gabriel Gravier, amigo de la familia. Fue estrenada por el popular cantante Fernando Collazo.

Dirección en varias agrupaciones

Condujo en 1926 la orquesta de la Compañía Teatral de Arquímedes Pous, como antes lo había hecho su padre. Más tarde fue fundador y director de la Orquesta Sinfónica del Aire, así como de la Orquesta de Cámara del Círculo de Bellas Artes, y subdirector de la Orquesta Filarmónica de La Habana. Dirigió musicalmente la radioemisora RHC Cadena Azul, que se especializaba en programas musicales de varios géneros.

A inicios de la década de 1930, junto con su colega Gonzalo Roig y el director y escritor teatral Agustín Rodríguez, libretista de muchas zarzuelas y autor de letras de canciones, Prats se incorporó, en calidad de maestro concertador, a las temporadas de arte lírico cubano del teatro Martí, durante más de un lustro. En ese marco estrenó las zarzuelas "Soledad", "María Belén Chacón" y "Amalia Batista", considerada esta la más completa de las que escribiera. Obtuvo por oposición el cargo de director de la Orquesta Sinfónica del Ministerio de Educación, y al inaugurarse la Televisión, en 1950, fue nombrado director musical del Canal 4.

En 1954 organizó una orquesta con calificados músicos, para interpretar danzones con arreglos suyos en el disco que se tituló "Danzones para bailar", que distribuyó la firma Puchito. Esa orquesta danzonera de lujo estaba integrada, entre otros, por José Antonio Fajardo (Flauta); Jesús López (Piano); Israel "Cachao" López (Bajo); y Ulpiano Díaz (Timbal). En Enero de 1960, el maestro Rodrigo Prats dirigió la Orquesta Típica Nacional, conformada para el Festival del Danzón por los mejores intérpretes del género.

Muerte

Tumba de ‎Rodrigo Prats

Hasta sus últimos días dedicó sus fuerzas al cultivo y la promoción del género lírico, los géneros tradicionales y la mejor canción nacional. El maestro Rodrigo Prats murió en La Habana, el 15 de septiembre de 1980.

Su Misa Cubana, compuesta originalmente para la boda de su hijo, fue cantada en la celebración litúrgica que tuvo lugar en La Habana en 1998, durante la visita del papa Juan Pablo II a Cuba.

Repertorio

Su repertorio estaba compuesto por piezas consideradas "clásicas" del género, como "Masacre", de Silvio Contreras; "Virgen de Regla", de Pablo O’Farrill; "Fefita"], de José Urfé; "La Gioconda", de Juan Quevedo; "La flauta Mágica", de Antonio María Romeu; "La mora" y "Si muero en la carretera", de Eliseo Grenet.

El éxito que alcanzó la producción discográfica permitió que el maestro Prats repitiera la experiencia y, básicamente con el mismo elenco, grabó "Danzones para bailar. Vol. II" para la firma Puchito, y "Danzones completos", para el sello Montilla. En esas placas se encuentran arreglos danzoneros de "Una rosa de Francia" y "Amalia Batista", y "Ausencia", de Jaime Prats.

Otra producción relevante en la trayectoria discográfica de Rodrigo Prats fue "Estampas de Cuba", con arreglos instrumentales del maestro, de danzas de Ignacio Cervantes, José White y Ernesto Lecuona, y de canciones de Eduardo Sánchez de Fuentes, Gonzalo Roig, Jorge Anckermann, Eliseo Grenet y Moisés Simons.

En ese disco, grabado para la marca Kubaney con notas al programa de Luis Carbonell, se incluye la obra de Prats "Canta el carretero cuando dan las seis". Esta pieza fue orquestada años más tarde por Gonzalo Roig para ser interpretada por la Banda Nacional de Conciertos.

Premio

En 1961, con su obra "Yo sí tumbo caña", interpretada por el cuarteto D’Aida, obtuvo el gran premio del Primer Concurso de Canciones Cubanas celebrado tras el triunfo revolucionario de 1959.

Datos curiosos

Posiblemente de Rodrigo Prats sea del compositor cubano que más manuscritos originales diversos haya en los archivos particulares de músicos y cantantes cubanos. En una época que no existía la fotocopiadora y la imprenta musical en Cuba tenía sus limitaciones impuestas por razones económicas, Rodrigo Prats copiaba de su propia mano canción por canción, obra por obra, que cualquier artista le pidiese.

A veces no copiaba, sino que volvía a escribirla de memoria y de ahí resultan sutiles diferencias de un manuscrito a otro, teniéndolos todos como válidos, unos nos dan unas u otras posibilidades que perteneciendo todas al lenguaje musical pratsiano nos conducen hacia una interpretación acertada. Ayudaba en el montaje de sus obras a los cantantes en sesiones privadas para que llegado el momento del concierto o de la representación teatral estuvieran todos los detalles logrados previamente.

Era un hombre verdaderamente querido por todos los que lo conocieron, trataron y compartieron el escenario con él. Siempre tenía a mano una anécdota, un consejo, una palabra de aliento y de impulso a los jóvenes intérpretes. Un hombre tremendamente exigente en su trabajo y en el de los demás cuando de música se trataba pero siempre de buen humor. Era un hombre del que siempre emanaba sabiduría y del cual siempre se sacaba provecho. Una gloria de la música cubana.

Obras musicales

Algunas de sus obras son:

Pregones

Canciones

Zarzuelas

Instituciones que llevan su nombre

El Teatro Lírico de la provincia Holguín lleva su nombre, así como el Museo de la Música de Sagua la Grande.

Fuentes