Eliseo Grenet

Eliseo Grenet
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Músico
NombreEliseo Grenet Sánchez
Nacimiento12 de junio de 1893
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento4 de noviembre de 1950
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
Conocido porMúsico
Obras destacadasLas perlas de tu boca, Noches cubanas

Eliseo Grenet Sánchez. Compositor y pianista destacado y muy querido por los países de América del Sur; por sus ritmos criollos que recorren desde hace años, todos los caminos del mundo. Autor del famoso tango congo ¡Ay! Mamá Inés entre otros temas de destacada relevancia.

Síntesis biográfica

Desde muy temprana edad, con sólo cinco años comenzó a estudiar piano y a los nueve se inició en la vida musical. Desde muy temprano comenzó a trabajar tocando el piano en cines de barrio. Fue director musical de la compañía de Arquímedes Pous, con quien colaboró, componiendo la música de muchos de sus títulos: La canción del mendigo (1912), El submarino cubano (1918) y Los funerales de Papá Montero (1924), entre otros.

Estrenó algunas obras en el teatro Alhambra, entre las que sobresale La toma de Veracruz (1914). Su popularidad se debe, sobre todo, a las zarzuelas Niña Rita, escrita en colaboración con Ernesto Lecuona (1927) en cuya partitura se destaca el famoso tango congo Mamá Iné y La virgen morena (1928), representada cientos de veces en España (1932), con mucho éxito. Contribuyó además a difundir la música cubana en Francia, Estados Unidos y América Latina.

Trayectoria profesional

Sus primeros estudios de música los realizó con Mercedes Valenzuela, y posteriormente con Leandro Simón Guergué, padre de Moisés Simons. En 1905 trabajó como pianista en el cine La Caricatura; en 1909 dirigió la orquesta del teatro Politeama Habanero, donde estrenó varias de sus zarzuelas. También integró la compañía de Regino López en el Teatro Cubano (antes La Colla de Saint-Mus, Teatro Cuba y Molino Rojo), después Regina.

En 1925 fundó una jazzband, con la que se presentó en el cabaret Montmartre y el Jockey Club, integrada, por Eliseo Grenet, director y piano; Manolo Castro, saxofón alto, José Ramón Betancourt, saxofón tenor; Pedro Mercado, trompeta; Jorge Bolet, durante un breve tiempo, piano; Enrique Santisteban, batería y cantante. Para sus grabaciones en Nueva York, Estados Unidos, con la Brunswick, formaron parte de la misma José María Arriete, y Emilio Grenet, piano. En 1926 realizó una gira que comprendió México, el Sur de los Estados Unidos, República Dominicana (Santo Domingo) y Puerto Rico. A su regreso a La Habana dirigió la orquesta del Casino Nacional.

En 1927 se estrenó en el teatro Regina Niña Rita, libreto de Aurelio Riancho y música de Grenet y Ernesto Lecuona, obra en la que debutó Rita Montaner con la pieza «Mamá Inés». Sobre el éxito de la Montaner en París con la pieza de Grenet, comentaría Alejo Carpentier en «Las nuevas ofensivas del cubanismo»:

«…Su Mamá Inés estallaba cada noche en los feudos de Raquel Meller, con una elocuencia que convencía a los más tibios.

Así como las criollas lánguidas, cantadas antes, eran calificadas por los oyentes de “romanzas italianas”, la linda composición de Grenet provocaba espontáneas ovaciones. Esta canción llegaba por su carácter y su gracia. Olía a Trópico. Tenía fragancia de fruta al sol, y auténtica alegría arrabalera.» Ese mismo año, después de realizar una gira por el interior de Cuba, Grenet fundó la compañía de variedades Cubanacán, con la que viajó por Centro y Sur América, adonde llevó los más variados géneros de la música cubana.

Deportado por el entonces presidente de Cuba, Gerardo Machado, Eliseo Grenet llegó en 1932 a Gijón, España, donde actuó como cantante y pianista en el teatro Dindurra. Después se trasladó a Madrid y allí, a petición del empresario cubano José Antonio Miranda, estrenó su opereta La virgen morena, libreto de Aurelio Riancho, con la actuación de la orquesta del Casino de San Sebastián, bajo la dirección de Grenet, en el Teatro Nuevo de Barcelona. El éxito de esta obra en España repercutió en París, y hacia allí se dirigió Grenet.

En la capital de Francia el músico cubano fue contratado por Robert Chanfleury para que La virgen morena fuera presentada al público parisiense. Posteriormente trabajó como pianista del cabaret La Cueva, de su propiedad, con la orquesta de Julio Cueva, de la que era baterista su hermano Ernesto Grenet. Sin embargo, el gran éxito en París de Eliseo Grenet fue la conga. Al respecto diría:

«Establecido allí, era yo propietario de un cabaret llamado “La Cueva”, donde recibía todas las noches la sociedad y nobleza europeas, para oír música cubana, que gustaba extraordinariamente.

Notaba yo, sin embargo, que nuestra música no se difundía en proporción a lo que podríamos esperar por lo mucho que gustaba. Esto era porque las orquestas europeas no lograban interpretarla. La síncopa de nuestros ritmos era algo indescifrable para ellos. Por tanto, la música nuestra la tocaban tres o cuatro orquestas cubanas […]; pero yo soñaba que la tocasen las diez mil orquestas que podría haber en toda Europa! Había que darle, pues, un ritmo nuevo, típico cubano, pero fácil de comprender.

Yo sacaba en la “Virgen Morena” una comparsa, “La comparsa de los congos”, como aquellas que salían antiguamente en la Habana […]. Pensando en ellas fue que encontré el ritmo que buscaba.

En estas comparsas había generalmente ocho tambores, cada cual marcaba un ritmo. Busqué entre ellos… los tomé uno a uno: el “ecué”… no, es un tambor inspirador… sería muy difícil. El “repicador”, que viene a ser como una réplica al inspirador… imposible! El “tumbador”… tampoco, demasiado monótono como el drum americano. La “conga”… ese… ese era” Ya lo tenía! Cualquiera podría tocarlo (el mundo entero lo está tocando y sin embargo… qué ritmo!)
Entonces me hacía falta una melodía.

Encontré una… era sencilla como un canto de niños, pero al mismo tiempo interesante, atractiva y respondía perfectamente al ritmo de la “conga”. Por último, tenía que completar mi composición musical […]. Recordé de nuevo las comparsas cuando venían de lejos, lo primero que se oía eran los cencerros… Imité sus repiqueteos en el piano, luego caían en “la conga”, entraba entonces la melodía, y siempre el tamborileo rítmico de la conga.

Fui con mi idea y mi música a Chanfleury. Este la consideró el descubrimiento del año. Entonces convocó a doscientos profesores de danza de Francia para que oyeran mi música y decidieran los pasos con que había de ser lanzado al público este nuevo baile.

El 12 de junio de 1934, nos reunimos en “La Cueva”, estaban allí representadas la “Academie des Maitres de Danse de París”, “Syndicat National”, “Tribune de la Danse”, “Union des Professeurs de Danse et D’Education Phisique de France” […]. Yo había ensayado mi orquesta sin llamarle la atención de lo que significaba aquella música; ellos, por cubanos, y por ser dirigidos por el propio autor, tocaban con instintiva facilidad sin saber ni lo que hacían. Tenía también preparadas cinco parejas de rumba, a quienes tampoco había advertido otra cosa sino que bailaran lo mejor que supieran […].

Desde el primer momento se interesaron. Puse a mis parejas a bailar rumba con aquella música, para que de cada una de ellas escogieran los profesores el paso que más les gustase, para servir de base a la nueva danza. Cuando algún paso les interesaba, interrumpían el baile y lo anotaban técnicamente […].
Antes de retirarse, acordaron que aquellos cinco pasos que habían escogido fueran los básicos de la conga. Y así quedó lanzada […].

Después de eso, ya los éxitos fueron sucediéndose y multiplicándose hasta culminar en la filmación de la película “La Princesa Tam-tam”, nada menos que con Josefina Baker.»
Pero Eliseo Grenet no crea un nuevo género de la música cubana, pues la conga ya existía; lo que hace es una estilización de ésta con su coreografía correspondiente para darla a conocer al público parisiense: es una «conga de salón» que, por otra parte, ya se hacía en los cabarets llamados «de mala muerte» que proliferaban en La Habana en las décadas del 20 y el 30.
Logrado su objetivo en París, Grenet se trasladó a Londres, para presentar su espectáculo en el teatro Prince of Wales. Posteriormente regresó a La Habana, donde hizo representar la conga tal como lo había hecho en París y Londres.

También puso en escena La virgen morena, con objeto de que el público cubano conociera parte de su trabajo realizado en Europa. De La Habana marchó a Nueva York para «dar a conocer la conga», acompañado por la pareja de bailes integrada por Carmita Ortiz y Julio Richard. La primera presentación se hizo el 14 de mayo de 1936 en el Steinway Building, ante los periodistas Walter Winchell y Danton Walker. Ese mismo año, en Broadway y 52, Grenet fundó el cabaret El Yumurí, en el que actuaron el cuarteto del compositor puertorriqueño Pedro Flores, con Panchito Riset como cantante, el que grabó los pregones de Grenet El marimbulero y El maraquero.

En 1938 en ese mismo cabaret Eliseo presentó la revista La conga, en la que cantó el mexicano Jorge Negrete. Además, la compañía del compositor cubano actuó en el Teatro Hispano de Nueva York, en un espectáculo en el que las figuras principales fueron Panchito Riset, Héctor del Villar, Hilda Salazar y Fantasía Novoa.

Hollywood sería el próximo paso de Grenet:

«Después de la presentación oficial de la Conga en Nueva York […], recibí un cable del artista mexicano Jorge Negrete. En él me decía que le enviara “La Virgen Morena” porque en Hollywood se interesaban por ella. Inmediatamente me puse yo mismo en camino.

A los pocos días recibí una invitación de Frank Capra […] para que le visitara en su residencia de Santa Mónica con objeto de discutir “La Virgen Morena”.

Allí estaban también los artistas Ronald Colman y Reginald Gardiner […]. Pues bien […], empecé a explicarles mi obra. Algunas veces me hacían repetir escenas enteras […]. Luego fui al piano y toqué la música […].

Capra me propuso hacer “La Virgen Morena” en technicolor […]. Ya estaba todo ultimado […] cuando vino a verme […] el Dr. Mirón que intervenía en la negociación […]. Malas noticias! Gran Bretaña se había visto obligada a declarar la guerra a Alemania y automáticamente doce grandes películas en proyecto habían sido canceladas […]. Entre ellas, “La Virgen Morena”.»

Posteriormente Grenet viajó a Ciudad México donde musicalizó los filmes Escándalo de estrellas, Conga bar y Estampas coloniales; además actuó en la radioemisora XEQ. De México regresó a La Habana, y de aquí fue a Buenos Aires, donde además de presentarse en Radio Belgrano, escribió la música para el filme Milonga de arrabal, con Libertad Lamarque, quien interpretó Facundo.

A partir del folklore que se desarrollaba en Isla de Pinos, Eliseo Grenet compuso también varios sucu-sucus que han quedado como lo mejor que se ha producido de esta variante del son.

En enero de 1946 el pianista y compositor cubano regresa a la isla caribeña tras un período de actuaciones en Buenos Aires. Luego del retorno del artista a su patria, en su sección Cuba, la revista Bohemia publicó un artículo acerca de la trascendencia de la visita del autor de ¡Ay! Mamá Inés a la capital Argentina. Obtuvo éxitos extraordinarios con Facundo, He robado un amor, El guajiro alegre y Eso eres tú.

Muerte

Murió en La Habana, el 4 de diciembre de 1950. En su sepelio, la Banda Municipal de La Habana, dirigida por el maestro Gonzalo Roig, interpretó su famoso Lamento cubano, composición que le valiera el exilio durante los años de la dictadura de Gerardo Machado.

Obras

Bolero

Las perlas de tu boca, texto: Armando Bronca; Triste peregrino.

Canción

Boquita azucarada, El mendigo (de la zarzuela del mismo título), El sitierito, Lamento esclavo, Tabaco verde.

Conga

Camina pa’lante, Comparsa de los congos, La llave de oro.

Danzón

La mora, Si me pides el pesca’o te lo doy, Si muero en la carretera.

Música para filmes

Conga bar, Esclavitud y Estampas coloniales, México, con Miguelito Valdés; La princesa tam-tam, Paris, con Josephine Baker; Milonga de arrabal, Buenos Aires, con Libertad Lamarque; Noches cubanas, Nueva York, con Jorge Negrete y Susana tiene un secreto, Barcelona, con Rosita Díaz Jimeno y Miguel Ligero.

Pregón

El aguacatero, El maraquero, El marimbulero, El tamalero, Papá Montero, Rica pulpa.

Punto cubano

Paisaje, texto: E. Castro.

Revista musical

Geografía física, 1906.

Romanza

«Mi vida es cantar», de la opereta La virgen morena.

Son

Lamento cubano, Negro bembón, Tú no sabe inglé y Sóngoro cosongo, texto: Nicolás Guillén; Facundo, afro y Tata Cuñengue.

Sucu-sucu

Domingo Pantoja, Felipe Blanco.

Tango-congo

¡Ay!, Mamá Inés, de la zarzuela Niña Rita o La Habana en 1830; Espabílate.

Teatro lírico

Bohemia, Como las golondrinas, El mendigo, El santo del hacendado, El submarino cubano, El tabaquero, libreto: Arquímedes Pous; La camagüeyana, estrenada en Barcelona en 1935; La toma de Veracruz, estrenada en el teatro Alhambra en octubre de 1914, libreto: Agustín Rodríguez y Julio Díaz; La virgen morena, opereta; Mi peregrina maldita, libreto: Armando Bronca; Niña Rita o La Habana en 1830 (con Ernesto Lecuona como coautor).

Bibliografía activa

  • «Mis triunfos en Paris». Guitarra (La Habana), III (4): 14-17; julio de 1942.

Bibliografía pasiva

  • Alejo Carpentier|A. «Sobre la música cubana». En: Conferencias. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1987.
  • Bobby Collazo. La última noche que pasé contigo. Puerto Rico, Editorial Cubanacán, 1987.
  • Cristóbal Díaz Ayala. Si te quieres por el pico divertir… (Historia del pregón musical latinoamericano). San Juan, Editorial Cubanacán, 1988.
  • Nicolás Guillén. «Eliseo Grenet». En: Prosa de prisa, La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1975, t. II.
  • Mayra A. Martínez. «Eliseo Grenet: del danzón al sucu-sucu». *Revista Revolución y Cultura (La Habana) (130): 78-79; junio de 1983.
  • Norka Ojeda Fernández. «Mamá Inés tiene 60 años». Granma (La Habana), 24 de julio de 1987: 5.
  • Elena Pérez Sanjurjo. Historia de la música cubana. Miami, La Moderna Poesía, INC, 1986.// José Raventós. Historia de la música. La Habana, 1951.
  • Jaime Rico Salazar. Cien años de boleros 2da. ed., revisada y corregida. Bogotá Centro Editorial de Estudios Musicales, 1988.
  • Eduardo Robreño antólogo. Teatro Alhambra. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1979.
  • Rosendo Rosell. Vida y milagros de la farándula de Cuba. Miami, Ediciones Universal 1992, t. 2.

Fuente

  • Radamés Giro. Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2009.