Arbovirosis

Arbovirosis
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Estructura molecular del virus del dengue.
Clasificación:Enfermedad transmisible
Agente transmisor:Mosquitos, garrapatas, flebotominos
Región de origen:Zonas tropicales y subtropicales
Región más común:América Latina, Sureste Asiático, África
Forma de propagación:Picadura de artrópodos vectores
Vacuna:Cepa 17D (fiebre amarilla), vacunas inactivadas (encefalitis japonesa), vacunas experimentales (dengue, chikungunya)

Arbovirosis es el término que designa un grupo de enfermedades causadas por virus transmitidos principalmente por la picadura de artrópodos vectores, como mosquitos, garrapatas y flebotominos[1]. Estas enfermedades afectan tanto a animales vertebrados como al ser humano, y muchas de ellas son consideradas antropozoonosis. Entre las arbovirosis más conocidas se encuentran el dengue, la fiebre amarilla, el chikungunya, el zika y diversas encefalitis virales[2]. Se estima que más de 150 arbovirus pueden infectar al ser humano, y su vigilancia y control representan un desafío global debido a la amplia distribución de sus vectores[3].

Etiología y Fisiopatología

Los arbovirus son virus ARN con envoltura lipídica, clasificados principalmente en las familias Flaviviridae, Togaviridae, Bunyaviridae, Reoviridae y Rhabdoviridae[4]. Son parásitos intracelulares obligados y dependen de las células del huésped para replicarse. La infección comienza en el sitio de la picadura, con replicación inicial en células locales como macrófagos y fibroblastos, seguida de diseminación linfática y hematógena[5].

La viremia resultante permite la infección de órganos diana como hígado, bazo y sistema nervioso central, lo que define la gravedad de la enfermedad. El período de incubación intrínseco varía según el virus y el huésped. En infecciones secundarias por virus como el dengue, se produce una respuesta inmunitaria amplificada que puede exacerbar la enfermedad mediante el fenómeno de amplificación dependiente de anticuerpos[6].

Ciclos de Transmisión

Los arbovirus mantienen ciclos naturales que involucran vectores artrópodos y huéspedes vertebrados, que actúan como reservorios[7]. Los ciclos pueden ser:

  • Ciclos selváticos o de mantenimiento: entre animales silvestres y vectores específicos.
  • Ciclos urbanos o de amplificación: cuando el virus se introduce en entornos humanos a través de vectores como Aedes aegypti.

Factores como la urbanización, el cambio climático y el movimiento humano facilitan la expansión de estas enfermedades[8]. La reinfestación de mosquitos como Ae. aegypti en América tras su erradicación en los años 60 ha sido un factor clave en la reemergencia de arbovirosis como el dengue y chikungunya[9].

Cuadro Clínico

Las arbovirosis presentan un espectro clínico amplio, que incluye:

  1. Síndromes febriles inespecíficos con rash, artralgias y mialgias (dengue, chikungunya, zika).
  2. Fiebres hemorrágicas (fiebre amarilla, dengue grave, fiebre de Lassa).
  3. Encefalitis (encefalitis japonesa, virus del Nilo Occidental).

Muchas infecciones son asintomáticas o leves, pero algunas pueden progresar a formas graves con alta letalidad[10].

Dengue

Puede presentarse como fiebre indiferenciada o evolucionar a formas graves con extravasación plasmática, sangrado y choque. La infección secundaria por un serotipo diferente es un factor de riesgo para dengue grave[11].

Chikungunya

Se caracteriza por fiebre alta y artralgias incapacitantes que pueden volverse crónicas. A diferencia del dengue, las manifestaciones hemorrágicas son raras[12].

Zika

Generalmente leve, pero se ha asociado a microcefalia en recién nacidos y síndrome de Guillain-Barré en adultos[13].

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en:

  • Métodos directos: RT-PCR, aislamiento viral, detección de antígenos.
  • Métodos serológicos: detección de IgM/IgG mediante ELISA, neutralización, inhibición de la hemoaglutinación.

Es esencial considerar el contexto epidemiológico, como viajes recientes a zonas endémicas[14]. La detección de ARN viral en orina o líquido amniótico es útil en casos de infección por zika durante el embarazo[15].

Prevención, Tratamiento y Control

Las estrategias de control incluyen:

  • Vacunación: disponible para fiebre amarilla, encefalitis japonesa y encefalitis transmitida por garrapatas. La vacuna tetravalente CYD-TDV contra el dengue ha sido aprobada en varios países de América Latina[11].
  • Control vectorial: eliminación de criaderos, uso de larvicidas e insecticidas, mosquiteros.
  • Protección personal: repelentes, ropa larga, evitar horarios de alta actividad de mosquitos.
  • Vigilancia epidemiológica y educación comunitaria.

No existen tratamientos antivirales específicos para la mayoría de las arbovirosis, por lo que el manejo es sintomático y de soporte[16]. Se investigan terapias con anticuerpos monoclonales, estatinas y moduladores de la respuesta inmune[17].

Situación en América Latina

América Latina es una región altamente vulnerable a las arbovirosis debido a la amplia distribución de Aedes aegypti y Ae. albopictus, así como a condiciones socioambientales favorables para la transmisión[18]. Entre 2015 y 2016, brotes de zika y chikungunya generaron alertas epidemiológicas en múltiples países, con impacto significativo en salud pública[19].

Referencias

  1. Organización Mundial de la Salud (2020). Arbovirus and their vectors. Ginebra: OMS.
  2. Gould, E. A., & Higgs, S. (2017). Impact of climate change and other factors on emerging arbovirus diseases. Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene, 111(3), 109-118.
  3. Arredondo-García JL, Méndez-Herrera A, Medina-Cortina H. Arbovirus en Latinoamérica. Acta pediatr Mex. 2016;37(2).
  4. Weaver, S. C., & Barrett, A. D. (2018). Transmission cycles, host range, evolution and emergence of arboviral disease. Nature Reviews Microbiology, 2(10), 789-801.
  5. Pierson, T. C., & Diamond, M. S. (2013). Factors that shape the emergence of arboviral diseases in humans. Current Opinion in Virology, 3(3), 324-331.
  6. Chareonsirisuthigul T, et al. Dengue virus antibody-dependent enhancement of infection upregulates anti-inflammatory cytokines but suppresses anti-DENV free radical and pro-inflammatory cytokine production. J Gen Virol. 2007;88:365-375.
  7. Kramer, L. D., et al. (2019). Global trends in the emergence and re-emergence of arboviruses. Current Opinion in Virology, 34, 1-7.
  8. Rocklöv, J., & Dubrow, R. (2016). Climate change: an enduring challenge for vector-borne disease prevention and control. Nature Immunology, 21(4), 479-483.
  9. Fajardo-Dolci G, et al. El dengue en México. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2012;50(6):631-639.
  10. OPS (2019). Manual de procedimientos para la vigilancia y control de las arbovirosis. Washington: OPS.
  11. 11,0 11,1 Villar L, et al. Efficacy of a tetravalent dengue vaccine in children in Latin America. N Engl J Med. 2015;372:113-123.
  12. Sahadeo N, et al. Molecular characterisation of chikungunya virus infections in Trinidad and comparison with dengue. PLoS Negl Trop Dis. 2015;9(11):e0004199.
  13. Mlakar J, et al. Zika virus associated with microcephaly. N Engl J Med. 2016;374:951-958.
  14. CDC (2021). Arbovirus Diagnostic Testing. Atlanta: Centers for Disease Control and Prevention.
  15. Calvet G, et al. Detection and sequencing of Zika virus from amniotic fluid of fetuses with microcephaly in Brazil. Lancet Infect Dis. 2016;16:653-660.
  16. WHO (2017). Global Vector Control Response 2017–2030. Ginebra: Organización Mundial de la Salud.
  17. Whitehorn J, et al. Lovastatin for the treatment of adult patients with dengue: a randomised, double-blind, placebo-controlled trial. Clin Infect Dis. 2015;61:1245-1247.
  18. Fernández-Salas I, et al. Historical inability to control Aedes aegypti as a main contributor of fast dispersal of chikungunya outbreaks in Latin America. Antiviral Res. 2015;124:30-42.
  19. OPS (2016). Zika virus infection: region of the Americas. Washington: OPS.

Véase también

Enlaces externos