Torpedo VA-111 Shkval
VA-111 Shkval | |
|---|---|
| Tipo | Torpedo de Supercavitación |
| País de origen | |
| Significado del nombre | tormenta de nieve |
| Historia de producción | |
| Diseñador | Instituto Ucraniano de Hidromecánica |
| Especificaciones | |
| Peso | 2 700 kg |
| Longitud | 8,2 m |
| Diámetro | 533 mm |
| Alcance efectivo | 2 km en las primeras versiones 7 km a 13 km en versiones nuevas |
| Explosivo | Convencional/Nuclear |
| Peso del explosivo | 210 kg |
| Velocidad máxima | superior a los 200 nudos (370 km/h). |
VA-111 Shkval. Es un torpedo submarino desarrollado por la Unión Soviética y luego por Rusia, que utiliza el fenómeno de la supercavitación y un motor cohete para lograr una excepcional velocidad, características por las que se le considera un misil submarino más que un torpedo.
Sumario
Desarrollo
Su desarrollo de comenzó en la década de 1960 cuando el Instituto de Investigación NII-24 con el jefe de diseño Mijaíl Merkulov, involucrados en la munición de artillería. Les fue encargada la investigación para comenzar el desarrollo de un misil submarino de alta velocidad, destinado a combatir a los submarinos de propulsión nuclear.
El 14 de mayo de 1969, en virtud de una resolución del gobierno soviético, el NII-24 y el GSKB-47 se fusionaron para formar el Instituto de Investigación Aplicada Hidromecánica (NII PGM), que sirvió de base de la actual Asociación de Producción Científica.
Los avances en el desarrollo de motores a reacción y las tecnologías de combustibles, así como unos resultados excepcionales en la investigación del movimiento del cuerpo en cavitación hicieron posible el diseño de un misil único, con una velocidad sumergido mucho mayor que la de torpedos convencional.
Diseño
El Shkval es un torpedo atípico en su funcionamiento, al extremo que es considerado un misil submarino y no un torpedo. Su propulsión está basado en dos motores cohete de combustible sólido, lo que proporcionan el empuje para alcanzar las velocidades necesarias para la supercavitación. El Shkval además reutiliza parte de los gases de escape de los motores cohete para redirigirlos a la punta, donde se ubican varias salidas que sirven crear un efecto de capitación artificial. La punta del misil es chata, justamente para inicial el efecto de supercavitación. Contradictoriamente cuanto más plana sea la punta del torpedo, mayor cavitación se genera, pero a su vez mayor fricción y resistencia al avance, por lo que este mecanismo de reutilización de los gases de escape anula en parte este efecto y permitiendo una supercavitación prácticamente total, en el margen de un 98%.
El uso de motores cohetes como modo de propulsión en un torpedo submarino es un diseño totalmente atípico, pero fue el único modo que encontraron los ingenieros rusos de propulsar el torpedo, puesto que una hélice tradicional ubicada en la cola del mismo estaría dentro de la burbuja creada por la supercavitación y no tendría contacto alguno con el agua, o lo tendría en la zona de turbulencia creada a continuación de la burbuja perdiendo su capacidad de propulsión. Además, un motor cohete necesita una relativamente menor cantidad de combustible para acelerar el proyectil a una velocidad muy grande en muy poco tiempo y así alcanzar la velocidad de supercavitacion, impidiendo las contramedidas que el objetivo pudiera despachar, y sin necesidad de aire para mantener la combustión.
A una velocidad de más de 200 nudos, un objetivo a una distacia de 10 km seria alcanzado en poco más de un minuto, lo que haría al torpedo teóricamente 99% efectivo y el 1% restante se debería al blindaje del objetivo, mal desempeño de la carga explosiva o alguna otra situación de índole técnica.