Repercusión de la Guerra de los Diez Años en Alquízar.

Plantilla:Hechos

Repercusión de la Guerra de los Diez Años en Alquízar. 

Situación económica de Alquízar durante el período de la Guerra de los Diez Años.

En Alquízar, como en el resto de la región occidental del país, la producción azucarera no sufrió los embates de la guerra de 1868, lo que le permitió mantener una economía estable, sobrepasando la producción de Azúcar que había antes del estallido revolucionario.

A finales de la década de 1860 habían desaparecido los ingenios concepción, San José o Guaibacoa y el Santísima Trinidad. Manteniéndose en molienda El Ojo de Agua, Armonía, y Santísima Trinidad o Fajardo. Además se habían creado los ingenios palafox, Recurso y Reunión. Como se puede apreciar el partido tenía en esta fecha seis ingenios. Debido a dificultades económicas de sus dueños (hacía 1874) los ingenios palafox, Recurso y Reunión, dejaron de moler y en su lugar surgieron otros con más posibilidades.

Los ingenios existentes en Alquízar en 1875 eran los siguientes:

No. Ingenios Propietarios
1
Ojo de Agua Ana Lucena
2
Armonía Ramón Amaro
3
Fajardo o San José Felipe Ruiz
4
Concordia Hijos de Joaquín Carreras
5
San Antonio Mamerto Pulido
6
La Luz Cristóbal Durán
7
Fortuna Luciano García Barbón


En total, en el partido existían siete ingenios al finalizar la guerra (1878) con una producción de 28000 cajas de azúcar, cifra muy superior a la de 1859 que fue de 7499 cajas, 442 bocoyes y lo que demuestra que la economía en la región no sufrió como en la parte central y oriental del país los embates de la guerra.

Aunque la producción azucarera era la primera fuente de la economía alquizareña de esta época, existían también otros renglones agrícolas que aportaban ingresos a la Economía de la población como eran: 30 cafetales, 127 sitios de labor para frutos menores y 84 potreros para ganado vacuno y caballar.

Manifestaciones en la localidad de la Guerra de los Diez Años. L a conspiración de Las Biajacas.

Desde los primeros días de la guerra fueron organizados de conspiradores en todo el país. En la Región Occidental se constituyó la Junta Revolucionario de La Habana, que tenía comités clandestinos en diversas ciudades y pueblos, incluidos Alquízar, San Antonio de los Baños, Güira de Melena, Bejucal, Güanajay y otros.

Los primeros antecedentes de esta basta conspiración lo encontramos en un informe del Teniente Gobernador de San Antonio de los Baños, Joaquín Reixa de Manzano, que con fecha de 17 de octubre de 1868, informaban a su superior lo siguiente:

Reservado

El cumplimiento de lo dispuesto; por el exemo. Señor. Capitán General en telegrama de hoy, ha salido a la seis de la tarde para Batabanó toda la fuerza disponible del regimiento de caballería de la Reyna y segundo de Lanceros, en número de 100 caballos y 87 montados, quedando solo en este punto un capitán y 13 hombres enfermos e inútiles, no quedando fuerza ni para dar la guardia de la cárcel. 'Conmovidos y exitados aquí los ánimos como en otras partes existe un núcleo de jóvenes de ideas muy avanzadas y enemigos de todo lo que es español y lleva su nombre; vigilados muy de cerca por mi y apoyados con fuerzas superiores como contaba no abrigaba el temor de que se levantaran y cometieran algún exceso, no obstante, a sus baladronadas y amenazas encubiertas confidencialmente y por la vía reservadas han llegado hasta mí desde ayer noche, estas informaciones, pero viéndome aislado y sin elementos de que echar mano pudieran ser que intentaran algo, y en este caso con los pequeñisimo elemento de que puedo disponer cumpliré con mi deber sosteniendo a todo transe el orden. 'Dos estaciones telegráficas existen aquí con las que podemos comunicarnos con usted, la línea general y la de ferrocarril, pero en la una o en la otra son los jefes hijos de este país, el de la estación del camino de hierro muy marcado de ideas filibustera, y el otro, aunque no tenga noticia que lo perjudiquen, desconfío por ser muy amigo del anterior. 'Todo lo que tengo el honor de poner en el superior conocimiento de V.E a los fines que sirva estimar, octubre 17 de 1868 (Fdo. Joaquín Reixa de Manzano.)

El 15 de Noviembre de ese mismo año, Reixa de Manzano, rindió otro informe más preciso acerca de una reunión efectuada en el cafetal “La Paloma“, ubicado en San Antonio de los Baños. Comunicaba que a esta asistieron muchas personas de los pueblos anteriormente citados y que habían firmado un acta comprometiéndose a lanzarse a la lucha armada.

Bajo la vigilancia de las autoridades españolas los conspiradores continuaron trabajando en sus planes de lucha armada.

Los planes se concentraban en introducir en San Antonio de los Baños un cargamento de armas que sería escondido en un pozo que había en la estación ferroviaria para ser tomado el día del levantamiento. Una vez proclamada la insurrección, marcharían hacia los mogotes de Candelaria donde lo esperaría Carlos Baliño Piloto (padre del conocido obrero de ideas marxistas Carlos Baliño López), al frente de un contingente de hombres armados, Baliño se encargaría de suministrarles lo necesario para iniciar la lucha y servirle de práctico.

Con el propósito de concentrar los planes de alzamiento se organizó un almuerzo en la Finca “La Macagua”, junto al río Ariguanabo en San Antonio de los Baños.

"El almuerzo sería basado en biajacas que se pescarían en el río, de aquí el nombre de la conspiración y como cocinero llevaron a un negrito que llamaban Sinsonte, el que una vez detenido junto al pequeño grupo por la denuncia que había hecho de la conspiración un abogado de apellido Pérez Borroto, reconoció a 80 de los comprometidos, muchos de los cuales fueron detenidos el 10 de febrero de 1869 y acusados de estar de acuerdos con los revolucionarios de “La Demajagua”.

La conspiración fue golpeada fuertemente, arrestaron a casi todos los jefes de los pueblos comprometidos. Entre ellos a los alquizareños José Antonio Moya, quien era administrador de correos de esta población y a Federico Ovando, quien ocupaba el cargo de guarda almacén de los ferrocarriles de Alquízar. Unas 27 personas fueron encarceladas y remitidas sin proceso judicial a la isla de Fernando Poo, donde casi todos murieron meses después.


==Fuente==

Robayna Figuer , Ernesto.
Historia de Alquízar. (Inédito)