Reporteros Sin Fronteras
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Reporteros Sin Fronteras (RSF) es una organización No gubernamental asentada en París que dice defender la libertad de expresión pero desde sus inicios ha estado vinculada a ataques contra los gobiernos de izquierda como Venezuela y Cuba mientras calla los crímenes de guerra de la llamada democracia occidental.
Historia
El fundador de Reporteros Sin Fronteras es el ex-militante de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) y del Partido Socialista de Francia Robert Menard. Menard fue agente de seguros, peón y apicultor antes de aterrizar en France 3-Montpellier donde un programa sobre Médicos Sin Fronteras (MSF) le dio la idea salvadora. En 1985 solicita la ayuda de Rony Brauman, presidente en ese momento de MSF, y del periodista Jean-Claude Guillebaud para fundar Reporteros Sin Fronteras (desde ese entonces Menard es el secretario general) cuyo objetivo inicial era promover formas de periodismo alternativo.
Desde los inicios Menard decidió dejar a un lado su idea de un periodismo alternativo y se unió a los grandes monopolios de la información de occidente[1]. Inmediatamente renuncian los cofundadores Jean-Claude Guillebaud, primer presidente de la asociación, y Rony Brauman.
Guillebaud lo explicaría así:Por su parte, Brauman lamenta el autoritarismo de Menard y la dictadura domestica que impone en RSF.
El 24 de julio del 2003 la RSF es vetada para el periodo de un año, del Comité de las Organizaciones No Gubernamentales, encargado de supervisar el trabajo de las ONG’s que gozan de relaciones consultativas dentro del marco económico y social de las Naciones Unidas. Esta exclusión responde a las acciones provocadoras de RSF en una reunión de la Comisión de los Derechos Humanos en mayo del 2003.[2]
En la primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, organizada en Ginebra del 10 al 12 de diciembre del 2003, bajo la guía de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas y con el objetivo de construir las bases para una información ética, la organización Reporteros Sin Fronteras fue declarada persona no grata ya que se consideró que la estructura no defendía los principios de la Carta constitucional de la O.N.U.
No obstante, el 9 de diciembre de 2003, la organización siempre reticente a la hora de aceptar las decisiones que contrarian su agenda político, lanzó ilegalmente una radio pirata que emitía en la región de Ginebra, violando ostentosamente las reglas internacionales de telecomunicaciones. Los costos financieros de tal empresa no parecían causar problemas a RSF que disponía de amplios recursos económicos para promover sus acciones. Sin embargo, la radio clandestina no duró mucho. En efecto, al día siguiente, las autoridades francesas pusieron término a la operación.[3][4]
Para el año 2006 el presupuesto de la RSF era de más de tres millones de euros, corresponsales en unos 100 países y la complicidad de la gran prensa para un combate que coincide con el de Estados Unidos en muchas ocasiones, aunque olvida interesarse por algunos asesinatos de periodistas.
Por el mundo
Referencias
- ↑ Robert Menard, Ces journalistes que l'on veut faire taire, Albin Michael, marzo de 2001.
- ↑ Armand Mattelart, «Sommet mondial de Genève. Jeter les bases d’une information éthique», Le Monde Diplomatique, diciembre de 2003 : 32.
- ↑ Reporters Sans Frontières, «[www.rsf.org/article.php3?id_article=8762 Lancement d’une radio pirate à l’occasion du Sommet mondial sur la société de l’information]», 9 de diciembre de 2003.
- ↑ Reporters Sans Frontières, «[www.rsf.org/article.php3?id_article=8772 Radio non grata réduite au silence]», 10 de diciembre de 2003.
Fuente
Los Reporteros sin Fronteras, la oposición y el teatro de los ridículos