Fiebre de Oropouche

Fiebre de Oropouche
Información sobre la plantilla
Clasificación:Enfermedad transmisible
Agente transmisor:Culicoides paraensis y Culex quinquefasciatus
Región de origen:América
Región más común:Centro y Sur de América, especialmente en la región amazónica de Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador
Forma de propagación:Picadura de mosquito infectado a huésped susceptible
Vacuna:No existe

Ficha técnica

Aspecto Detalle
Nombre científico Orthobunyavirus oropoucheense
Familia Peribunyaviridae
Género Orthobunyavirus
Vector principal Culicoides paraensis, Culex quinquefasciatus
Primer aislamiento Trinidad y Tobago, 1955
Transmisión en Cuba Confirmada desde mayo de 2024

Características virológicas del VORO

El virus de Oropouche (VORO) es un ARN virus de cadena simple, con tres segmentos, envuelto en una estructura esférica de lípidos. Pertenece al grupo V de la clasificación de Baltimore. Fue aislado por primera vez en 1955 en el distrito de Oropouche, Trinidad y Tobago, de donde toma su nombre[1].

Ciclos de transmisión y vectores

La transmisión ocurre exclusivamente por vectores competentes: el jején Culicoides paraensis y el mosquito Culex quinquefasciatus[2]. El virus mantiene dos ciclos:

  • Selvático: con reservorios animales como aves, perezosos y monos capuchinos.
  • Urbano: iniciado por humanos infectados, especialmente en zonas con condiciones propicias para la reproducción del vector.

Cuadro clínico y evolución

Tras un período de incubación de 3 a 8 días, los síntomas incluyen[3]:

La evolución suele ser benigna, con duración de 2 a 7 días. En algunos casos, los síntomas reaparecen tras un mes. Las complicaciones incluyen meningitis y encefalitis, generalmente con buen pronóstico.

Tratamiento y manejo clínico

No existe tratamiento antiviral específico. El manejo es sintomático:

  • Control de la fiebre
  • Hidratación
  • Vigilancia de complicaciones neurológicas o hepáticas[4]

Prevención y control epidemiológico

Las medidas recomendadas por el MINSAP incluyen[5]:

  • Autofocal semanal en viviendas y centros laborales
  • Tapado de depósitos de agua
  • Permitir fumigación y mantener viviendas cerradas 45 minutos
  • Uso de mosquiteros, ropa protectora y repelentes
  • Consulta médica ante síntomas, especialmente en grupos vulnerables

Situación epidemiológica en Cuba

El 27 de mayo de 2024, se confirmó la presencia del virus en Santiago de Cuba[6]. Para julio de 2024, se había extendido a 12 provincias y 23 municipios[7]. El vector identificado en Cuba fue el Culex quinquefasciatus, no el jején[8].

Actualización 2025

En octubre de 2025, el Ministerio de Salud Pública de Cuba confirmó la circulación simultánea de tres arbovirus: dengue, chikungunya y Oropouche. La situación epidemiológica se ha agravado, con más de 13 000 casos febriles reportados en una sola semana, relacionados con estas enfermedades[9].

La transmisión del virus de Oropouche se ha extendido a todos los territorios del país, y ya no se considera un brote localizado. Las condiciones climáticas (lluvias intensas, altas temperaturas), junto con la escasez de agua, cortes eléctricos y suspensión de campañas de fumigación, han favorecido la expansión del virus[10].

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre enero y septiembre de 2025 se han reportado 28 casos confirmados de Oropouche en Cuba, mientras que en la región de las Américas se han notificado 12 786 casos, con predominio en Brasil, Perú y Panamá[11].

Las autoridades sanitarias han reiterado la importancia de retomar el autofocal, permitir la fumigación y acudir al médico ante síntomas febriles, especialmente en grupos vulnerables. Se mantiene la vigilancia entomológica y el seguimiento clínico de los casos.

Investigación científica nacional

Desde su detección, Cuba ha desarrollado[12]:

  • Test rápido de diagnóstico (Centro de Inmunoensayo)
  • Estudios de vacuna (Instituto Finlay)
  • Investigaciones entomológicas y virológicas (IPK)
  • Publicaciones científicas en revistas de alto impacto

Referencias

Fuentes complementarias