Ángel D’Agostino

Ángel D’Agostino
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NombreÁngel Domingo Emilio D'Agostino
Nacimiento25 de mayo de 1900
Buenos Aires, Argentina
Fallecimiento16 de enero de 1991
Buenos Aires, Argentina
NacionalidadArgentina
OcupaciónPianista, compositor y director.

Ángel D’Agostino. Pianista, compositor y director argentino.

Síntesis biográfica

Ángel D’Agostino, pianista, compositor y director nace en Buenos Aires, Argentina el 25 de mayo de 1900.

Trayectoria

Su orquesta no tiene el reconocimiento musical que tienen las orquestas de Aníbal Troilo, Carlos Di Sarli u Osvaldo Fresedo, ni tampoco produce el fenómeno popular de la orquesta de Juan D'Arienzo, pero desde 1940 a la fecha, las generaciones tangueras no dejan de respetarlo y admirarlo.

Esa orquesta tiene magia y esa magia se trasunta sin necesidad de grandilocuencias, ni de hechos estentóreos. Todo lo hacía su sencillez y su buen gusto.

El bandoneonista, compositor y arreglador Ismael Spitalnik hace el siguiente comentario: En enero de 1940 comienza con D'Agostino y cuando hoy escucha las grabaciones observa que suena criollita y sencilla. Justamente triunfa por su sencillez, por su lenguaje claro y simple, por el buen decir de su cantor Ángel Vargas, que le permite al público entender perfectamente las letras. Además ha elegido un fino repertorio, muy nostalgioso y muy distinto al de los demás.»

Otra opinión interesante es la de Luis Adolfo Sierra: D'Agostino acerta con el propósito de plasmar un estilo de muy simples concepciones musicales, pero de expresiva manera de ejecución, traducido por un calificado núcleo de ejecutantes. Pero la identificación con Ángel Vargas, determina por sobre la labor separada de cada uno, el éxito de un binomio que logra imponerse en el momento de mayor afluencia de grandes figuras del tango.»

El periodista Jorge Göttling nos advierte: «Quien crea que D'Agostino toca el piano, o no sabe de piano o no conoce a D'Agostino. Se tocan simultáneamente ambos, como si fueran una pareja en pleno idilio.»

Finalmente, el músico se define a sí mismo, diciéndonos: «Yo soy milonguero, siempre lo soy, en el mejor sentido del término. Soy un buen bailarín y trabajé acompañando a los mejores, como El Mocho y La Portuguesa, Casimiro Aín. Pero El Mocho es el mejor, es un cajetilla (elegante) que no necesita coreografía barroca, es la representación más auténtica y más acabada de un milonguero. Así es que forma su orquestas con dos conceptos que jamás abandona: respeto por la línea melódica y acentuación rítmica para facilitar el baile. Cuando el cantor irrumpe en la escena y desaloja del punto de atención al músico, la orquesta esta armada de tal forma que música y canto no interrumpían la posibilidad del baile. Para ello el cantor debe convertirse en un instrumento más, un instrumento privilegiado, pero no separado.

En esta apretada síntesis podemos concluir que la orquesta de Ángel D'Agostino se caracteriza por una delicada sencillez, por un muy buen repertorio, por ser bien milonguera y que tiene en Ángel Vargas, un instrumento indisoluble del resto de la formación.

Cuando el cantor se retira de la orquesta, ésta ya no es la misma.

La música para Ángel D'Agostino es un hecho cotidiano y familiar, tanto su padre como sus tíos eran todos músicos. En su casa había un piano y éste resulta uno de sus primeros juguetes. En alguna charla con él recuerdo que Ángel D'Agostino ,Manuel Aróztegui y Alfredo Bevilacqua son habitués y que el piano no lo dejan de sonar. El tango "Independencia" de Bevilacqua, suena en su casa con bastante anterioridad a su estreno, ocurrido en 1910

Estudia en el conservatorio y de niño comienza a tocar en público. Es un trío infantil en el que está su vecino de barrio, Juan D'Arienzo. Se presentan en un pequeño teatro que funciona en uno de los costados del Jardín Zoológico (barrio de Palermo), y como no les pagan perpetran un incendio que pronto es sofocado.

Deja los estudios secundarios por la música. Las familias aristocráticas lo contratan para tocar durante sus reuniones festivas. Comienza a tocar en un local nocturno, diversos ritmos y en especial el ragtime, un ritmo de negros que había traído un pianista inglés de apellido Frederickson, al que reemplaza cuando éste abandonaba el piano por su borrachera.

Arma su primera orquesta en 1920, de tango y jazz, es contratado por el cabaret Palais de Glace. Entre sus músicos esta Agesilao Ferrazzano, a quien el propio D'Agostino considera el mejor violín que tiene el tango.

Pese a que es invitado varias veces, nunca sale de gira y la razón de esta actitud es una de las incógnitas de su vida.

En la época del cine mudo es una de las orquestas pioneras que toca en los cines. Pasan por sus filas: Juan D'Arienzo, Anselmo Aieta y Ciriaco Ortiz.

La primera orquesta puramente tanguera la forma en 1934, con los bandoneones de Jorge Argentino Fernández y Aníbal Troilo, el violín de Hugo Baralis (hijo) y el cantor Alberto Echagüe.

A Ángel Vargas lo conoce en 1932, trabaja de tornero y lo presenta en algunas de sus actuaciones. Recién en 1940 se consolida el binomio cuando la orquesta es contratada por el sello Victor y actúan en Radio El Mundo.

D'Agostino es un personaje de Buenos Aires, no sólo del tango. Jugador experto y soltero empedernido, juega al póker en el Club del Progreso (club donde concurría la alta burguesía y cultiva una entrañable amistad con Enrique Cadícamo. Sobre esta relación hay una curiosa anécdota que lo pinta de cuerpo entero. Cadícamo y D'Agostino se habían juramentado no casarse jamás, mujeriegos y bohemios no concebían estar encadenados a un vínculo permanente. Pero hete aquí que pasados los cincuenta años, Cadícamo incumple el pacto y se casa con una muchacha veinteañera. A partir de ese momento D'Agostino no le dirige más la palabra.

Con la voz de Ángel Vargas graba 93 temas, con Tino García 18, más un dúo con Miguel Cané, con quien graba 9 temas. Pasan por su orquesta Raúl Lavié (2 temas), Roberto Alvarv (3 temas) y con Ricardo Ruiz graba el tango "Cascabelito" que en muchos discos aparece erróneamente como cantado por Vargas.

El 16 de enero de 1991 fallece, solo, como siempre quiso, repleto de música, de amigos y del recuerdo de tantas mujeres. Una de ellas, seguramente la más famosa argentina del siglo XX, Eva Perón, le regala un reloj despertador de diseño único, del que sólo había mandado fabricar tres piezas. Hoy ese reloj es parte de la colección del presidente del Consejo Académico de Coleccionistas Porteños de Tango, don Héctor Lucci.

Muerte

Ángel D’Agostino fallece el 16 de enero de 1991 en Buenos Aires, Argentina.

Fuentes