Calcetín

Para el Imperio Medo o Imperio Media, véase Media (Cercano Oriente).


Calcetín
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Un calcetín, es una prenda para el pie, diseñada con el fin de calentarlo, absorber su sudor, protegerlo de suciedad, rasguños y aliviar el frotamiento con el calzado.

Un calcetín es una prenda para el pie, diseñada con el fin de calentarlo, absorber su sudor, protegerlo de suciedad, rasguños y aliviar el frotamiento con el calzado.

Es el diminutivo de la palabra “calceta”, que es el diminutivo de la palabra española “calza”, que proviene del latín “calx” (‘talón’). Esta palabra está emparentada con calzado, calzón y también calcáneo.[1]

En inglés se llama “sock”, que deriva de “socke” (en inglés medio), este de “socc” (en inglés antiguo) y este de “soccus” (en idioma latín).

Historia

Los calcetines nacieron en el período neolítico, junto con las primeras botas, La mayoría de expertos coinciden en que los primeros calcetines de la Edad de Piedra fueron hechos a partir de piel de animal, que nuestros ancestros se enrollaban en los pies.

La industria del calcetín propiamente dicha surgió en Egipto durante el I milenio a. n. e.

Los calcetines más antiguos que se conservan se encontraron en Egipto y datan del año 256 a. n. e. Se encontraron en la tumba de un niño, están hechos a ganchillo y tenían dos partes: una enfundaba el dedo gordo y la otra el resto. Los romanos los incorporaron a su atuendo en el siglo II n. e.; hasta entonces, no llevaban nada entre el pie y la sandalia.

Allá por el siglo VIII a. n. e., el poeta griego Hesíodo escribía acerca de los “piloi”, unos calcetines hechos con pelo de animal prensado.

Los romanos empezaron arropando sus pies con tiras de piel o tela. En el siglo II a. n. e. ya usaban los “udones”, hechos de hilo trenzado y que cubrían por encima del tobillo.

El “soccus” era un zapato usado por los actores cómicos romanos. Cabían holgadamente y podían ser sacados rápidamente. La sandalia soccus fue la antecesora del moderno calcetín que cubre la pantorrilla. Desde Roma, el soccus de cuero blando llegó hasta las Islas británicas, donde los anglosajones abreviaron su nombre en sock. Al mismo tiempo, descubrieron que un soc blando llevado con una bota gruesa protegía el pie contra la abrasión del cuero. Tal es el origen de la moderna palabra inglesa sock.

Los primeros calcetines de las islas británicas pueden verse en el museo municipal de la ciudad de Leicester.

Durante las cruzadas y períodos góticos (del 1000 al 1300), las medias de lino para las dos piernas fueron reemplazadas por las medias de tubo cosidas (como las medias de mujer actuales). Con el paso del tiempo, la media externa fue ensamblada y denominada media cerrada o par de piernas.

Desde 1340 en adelante los hombres comenzaron a usar ropa más corta llamada “gippons” o “pourpoints”. Estas prendas de vestir de corto exponían las piernas y se perfeccionaron técnicas para que quedasen más ajustados.

En el siglo XII la palabra “calcetín” significaba ‘zapato bajo’ o ‘deslizador’. Se convirtió oficialmente para la aristocracia en un protector para el pie, que a veces llegaba hasta la rodilla.

Detalles relevantes

Calcetines. Calzas. Medias. Cualquiera que sea la denominación que demos hoy a estas prendas relacionadas entre sí, o aunque las intercambiemos en una frase, hay una cosa que no admite duda: originalmente, esos nombres no correspondían a las prendas que designan hoy en día. El calcetín, por ejemplo, era una blanda zapatilla de cuero utilizada en Roma por las mujeres y los hombres afeminados. Las medias cubrían la pierna, pero no el pie, y pasarían cientos de años antes de que acabaran por cubrir toda la extremidad inferior.

La historia de las prendas de calcetería, para hombres y mujeres, se inicia con la aparición de prendas que verdaderamente se “ponían”, en el sentido de una introducción, en vez de servir meramente para “envolver”.

En este sentido, las primeras las llevaron mujeres griegas en el siglo VII a. n. e., y eran unas sandalias muy bajas y blandas, que cubrían principalmente los dedos de los pies y el talón. Llamadas “sykhos”, se consideraban un artículo vergonzante para el hombre, y se convirtió en uno de los trucos cómicos teatrales predilectos, que con toda seguridad habían de conseguir a un actor las risas del público.

Las mujeres romanas copiaron el sykhos griego y latinizaron su nombre convirtiéndolo en soccus. También esta denominación la usaron los mismos romanos, y designó durante siglos una prenda indispensable en la comedia, tal como los pantalones muy holgados se convertirían más tarde en el atuendo clásico del payaso.

La sandalia soccus fue la antecesora del moderno calcetín que cubre la pantorrilla. Desde Roma, el soccus de cuero blando llegó hasta las Islas británicas, donde los anglosajones abreviaron su nombre en sock. Al mismo tiempo, descubrieron que un soc blando llevado con una bota gruesa protegía el pie contra la abrasión del cuero. Tal es el origen de la moderna palabra inglesa sock. Es interesante señalar que el soccus romano también viajó hasta Alemania, donde lo utilizaron para colocado entre el pie y la bota y abreviaron su nombre en socc, que hasta el siglo pasado significaba tanto una prenda de calcetería como un zapato de modelo ligero.

En los tiempos antiguos, en los países mediterráneos, los hombres llevaban faldas ceñidas al cuerpo y, dado el clima en general cálido, no necesitaban protección adicional para las piernas. Sin embargo, en la Europa septentrional, con su clima mucho más frío, las tribus germánicas llevaban pantalones holgados que les llegaban desde la cintura hasta la pantorrilla y se conocían como “heuse”.

Para procurar más calor, la tela solía reforzarse con cuerda delgada desde la pantorrilla hasta la rodilla, con lo que se evitaba el paso del aire. Este estilo de calzas no era exclusivo de los europeos del Norte. Cuando Julio César guió a sus legiones romanas en la conquista de la Galia, en el siglo I a. n. e., las piernas de sus soldados eran resguardadas del frío y de las espinas y zarzas de los bosques por las “hosa”, unas protecciones de tela o cuero que se llevaban debajo de la corta túnica militar. La palabra “hosa” se convertiría en inglés en “hose” [jóus], que durante siglos ha significado unas polainas protectoras que llegaban hasta las pantorrillas.

Es lógico suponer que, con el tiempo, estas polainas se unieron a los calcetines, y con ello se consiguió una nueva prenda: la media, pero en realidad no fue esto lo que ocurrió. El origen de las medias modernas es otro.

Producción

En 1589, el reverendo William Lee de Nottinghamshire (Inglaterra) inventó una máquina para hacer calcetines, y comenzaron a hacer “calcetería” de algodón, lana y seda. La máquina hacía calcetines de colores, mas fáciles de producir y más baratos, aumentando así su popularidad y acercándolos al gran público.

El desarrollo de mejores técnicas de tratamiento de tejidos evolucionaron. La parte superior de los calcetines fueron pensadas para ajustarse más fácilmente a través de una serie de pequeños lazos, ocultos por un bordado, alrededor de los tobillos.

Normalmente, los calcetines están hechos de algodón, lana, o nailon. Se fabrican en colores varios, pero típicamente son oscuros para traje formal y blancos para traje deportivo u ocasional.

Decoración

La decoración del tobillo bordado conocido como “clocks” se puso de moda en el siglo XVII. La moda europea de los siglos XVI y XVII estuvo muy influenciada por España. Enriquecida con el oro de los pueblos americanos esclavizados, las telas españolas se adornaban con bellos detalles, bordados y embellecidos con joyas. Para los calcetines de caballero, se usaba la mejor seda y se adornaba con emblemas de relojes.

En el siglo XVIII los hombres y las mujeres llevaban medias generalmente blancas de seda o lana.

Fue en la época victoriana, a finales del siglo XIX, cuando entre hombres se empezaron a usar calcetines oscuros, sobre todo después de la muerte de Albert, el marido de la reina Victoria, en 1861. Fue un largo período de duelo que, junto a la revolución industrial, hizo del negro el color más común en los armarios masculinos.

En la década de 1930 apareció una nueva máquina circular que producía prendas en una sola pieza y ya no necesita ser cosida.

La calidad de las telas españolas han jugado un papel muy importante en la historia del calcetín. La Reina Isabel I de Inglaterra rechazó tajantemente la primera patente de la máquina de William Lee, porque no le gustaba el tacto de los calcetines que producía. La Reina estaba acostumbrada a los calcetines de fina seda importados de España. Su máquina -se quejaba la Reina- hacía calcetines de lana demasiado bastos para los pies reales.

Importancia

Hoy en día las técnicas de producción se han perfeccionado hasta un punto inimaginable, y los calcetines están diseñados para proveer de máximo confort a su dueño. Hoy los calcetines son usados tanto por mujeres como hombres y son un básico, fundamental en nuestro armario. Son una prenda de vestir tan importante como cualquier otra. Saber llevar unos calcetines con estilo es un arte que muchos aprovechan para marcar su estilo, creando una identidad muy definida por el buen vestir. En naiveSocks unimos confort junto con un diseño fresco y natural, perfecto para combinar.

¿Sabías que…?

En la aristocracia japonesa de la era Meiji los calcetines se convirtieron en objetos muy valiosos, siendo un símbolo de status social (ejemplo: 2 kg de arroz valían 3 monedas, mientras que un par de calcetines costaba 10 monedas).

Fuentes