Capitolio Nacional de Cuba

Capitolio Nacional de Cuba
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Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Fundación:Siglo XX
País:Bandera de Cuba Cuba

Capitolio Nacional de Cuba es una de las grandes edificaciones de Cuba, suntuosamente ornamentado, de gran riqueza arquitectónica, líneas puras y bellas proporciones. En toda la confección del edificio se emplearon materias primas de excelente calidad, tales como: mármoles italianos, detalles en paredes, techos, puertas y las lámparas, la mayoría se fundieron en Francia. ha marcado la imagen de La Habana desde los inicios del siglo XX, aparece en la clasificación internacional como uno de los seis palacios de mayor relevancia a nivel mundial.

Historia

Ubicado

Emplazado en un cuadrilátero que cierran las siguientes calles: Paseo ( Paseo de Martí), Dragones, Raimundo Cabrera y José de San Martín. Su fachada principal mira hacia Prado

==El nombre

Todos los edificios llamados capitolio están inspirados en el monte Capitolino o Roca Tarpeya de la antigua Roma, donde se hallaba la ciudadela y templo consagrados a Júpiter, lo que significa que ninguno de los actuales es copia de sus semejantes. Entre ellos están El Capitolio de La Habana, al igual que el de Washington o el de Buenos Aires

La población tenía criterios divergentes acerca de cómo nombrar el inmueble. Por una parte estaban los defensores del nombre Palacio del Congreso, y por la otra, quienes preferían Capitolio; es obvio que ganaron los segundos después de una encuesta pública lanzada por el diario habanero Excelsior.

Asignación de la obra

El doctor Carlos Miguel de Céspedes, secretario de Obras Públicas en 1926, encargó a los arquitectos cubanos Evelio Govantes y Félix Cabarrocas el proyecto del edificio. Pero el arquitecto norteamericano de jardines Forestier y los señores Heitzler y Leveau sugirieron cambios al proyecto, debido a sus reconocidas experiencias en grandes y modernas ciudades. Una vez constituida la comisión que redactaría el estado de dimensiones y el pliego de condiciones para la subasta de las obras, mediante Decreto presidencial se dispuso la subasta de la construcción del Capitolio, la que fue ganada por la Compañía Purdy and Henderson, casa de gran prestigio y solvencia. En su haber tenía la construcción de la Lonja del Comercio de La Habana, los palacios de los centros Gallego y Asturiano, la Metropolitana y el edificio del banco Gómez Mena, entre otros inmuebles capitalinos.

Inicio y desarrollo

Iniciando la obra el primero de abril de 1926, en un terreno de más de 43 mil metros. Participaron en la construcción ocho mil hombres, españoles en su gran mayoría, cubanos y de otras nacionalidades. En el país no existía fuerza de trabajo suficiente para acometer una obra de cantería de tal magnitud y especialidad, ni las herramientas idóneas, ni máquinas capaces de moldear las piedras de Capellanía, de dureza y compactibilidad semejante al mármol.

Fueron instaladas nueve sierras con hojas de dientes desmontables y sembrados de diamantes, que seccionaban los cantos cuadrándolos a las medidas más aproximadas para llevar al mínimo el desbaste a ejecutar por los canteros. después de ser rebajadas al máximo por las máquinas las piedras de Capellanía que conformarían el edificio, los constructores utilizaban herramientas accionadas por aire comprimido, para después, dar el acabado con lima y piedra pómez, con el fin de alisar las superficies a exponer.

La manipulación de los cantos se perfeccionó mecánicamente de tal modo que los bloques, muchos de los cuales pesaban hasta nueve toneladas, eran montados en planchas de ferrocarril en las canteras y trasladados a la obra, donde se recibían, medían y aceptaban. Luego, una grúa potente con capacidad para 15 toneladas era la encargada de descargar y alinear las piedras en caso de que no fueran a utilizarse inmediatamente. El toque humano le daba el acabado necesario.

Lápida a los que dieron su vida

Durante la construcción del Capitolio cinco obreros perdieron la vida. Hoy sus nombres permanecen grabados en una lápida. Y reza:
" Una plegaria para los que dieron su vida. Un recuerdo para todos los que pusieron en estas piedras brazos, ciencia y espíritu.”

Diseño

Pórtico central

Una ancha escalinata de granito, con 55 escalones, 36 metros de ancho y 16 de alto, conducen al pórtico del edificio... A ambos lados del fin de la escalera aparecen dos impresionantes grupos escultóricos de bronce con pedestal de granito: uno simboliza la virtud tutelar del pueblo, el otro, el trabajo. Ese zaguán lo forman dos macizos en los extremos y doce columnas de orden jónico, seis en primera línea y las otras en la segunda línea de muros. Los pilares destacan por sus enormes dimensiones, de diámetro poseen 1, 55 metros y de altura 14, 10 metros. Sus capiteles jónicos y romanos de dos caras también asombran por sus tamaños. Motivos del recibidor, ubicados en todas las puertas y los paneux laterales, lo constituyen los recuadros de mármol Boticcino esculpidos por Angelo Zanelli. Las logias están constituidas por las columnas con sus bases y capiteles decorados, formando entre ellas nueve intercolumnios, en cuyos ejes están las amplias ventanas que dan al Salón de los Pasos Perdidos y que miden 1,96 metros de ancho por 7, 10 de altura. Sobre esas ventanas se destacan como hermosos motivos de decoración los recuadros esculpidos o metopas labradas en piedra en bajorrelieve, inspirados en temas simbólicos de la vida cubana.

Los decorados correspondientes al lado derecho del pórtico capitolino simbolizan el comercio terrestre, la molienda, el trabajo, la minería, la instrucción, la cerámica, la justicia, la mecánica, la familia, la industria ligera y el comercio marítimo. Los del ala izquierda representan a los descubridores, la siembra, los leñadores, la carpintería, el tabaco, la metalurgia, la agricultura, la caña, la forja de metales, la destilería y las hilanderas. Existen otras cuatro metopas en cada uno de los pabellones extremos, tres de las cuales se hallan en sus frentes correspondiendo a sus tres intercolumnios. En el pabellón de la derecha están representadas la danza, la música, la poesía y la arquitectura. En el de la izquierda: las matemáticas, la química, la astronomía, y la física.

La Cúpula

Su elegancia hace reconocer al edificio desde diversos puntos de La Habana, cuya altura alcanza los 91,73 metros . Atravezando el pórtico central llegará a la rotonda bajo la cúpula. Una vez ahí si observa hacia ambos extremos verá que siguen las dos alas del Salón de los Pasos Perdidos, de estilo ecléctico y dispuesto para grandes recepciones. En su centro se halla el brillante de 25 kilates, directamente bajo la aguja central de la cúpula, fijando el punto de partida de todo el sistema de carreteras del país, y también como sitio divisorio entre la Cámara y el Senado”. En su nicho se aprecia la Estatua de la República, con un peso de 49 toneladas y una altura de 17 metros, medida que la convierte en la estatua bajo techo más grande del mundo. Se destacan en la cúpula los escudos de las antiguas seis provincias cubanas, mientras al final de cada una de las salas están las puertas de acceso a los salones y galerías, coronadas con el escudo nacional en bronce.

Salones

  • Por el ala norte y a la derecha está el Salón Baire, que fuera sala de conferencias y protocolo de la Cámara de Representantes. En los vestíbulos de los ascensores y escaleras, de decoración sencilla, sobresalen las puertas de bronce y el zócalo de mármoles rosados y ocres, respectivamente.
  • Salón Bolívar, conservado con su mobiliario original y con sus espejos venecianos, que intenta reproducir el ambiente refinado de Francia en la época de Napoleón Bonaparte.


  • Salón Baraguá, de estilo neoclásico, destinado originalmente como lugar de trabajo de las secretarías de la Cámara de Representantes. Y al final, la galería de circulación, con puertas y balcones que la aportan frescura y claridad al hemiciclo Camilo Cienfuegos, otrora Cámara de Representantes. Este emblemático espacio conserva su mobiliario y distribución originales.
  • Salón Martí, al centro, con un bello cromatismo y de estilo renacimiento italiano. Su decorado interior alude a las musas del saber y del pensar, que dan un real sentido a su uso, servir de antesala a la biblioteca dedicada al más grande de los cubanos.

Esa biblioteca, antes reservada a los congresistas, conserva gran parte del mobiliario original. Hoy es una sala de consultas y referencias de la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología.

  • En todos los salones y galerías se reiteran rosetones con las iniciales, entrelazadas, de la República de Cuba. Creadas por artistas cubanos, pero fundidas principalmente en Francia, las lámparas poseen diseños diferentes de un salón a otro.

Se aprecia el trabajo de los techos y puertas de los salones Yara y Jimaguayú, destinados a las reuniones de los comités de la Minoría y de la Mayoría parlamentarias.

Parte posterior del edificio

Se halla el vestíbulo que conduce a las Escaleras de Honor, la cual debe su nombre a que sólo podía ser utilizada por los parlamentarios.


Fuentes

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