Caridad Jaca

Plantilla:Personaje histórico

Caridad Jaca
La Ex -esclava Insurrecta

“Valiente, esforzada, prudente y
generosa: Tal es Caridad Jaca”.
Dr: Luis de J. Morlote.

A partir de 1890, cuando Periquito Pérez fue designado jefe de la conspiración del Alto Oriente, contó con el respaldo de dos insuperables luchadores: Luciano Peguero y su esposa Caridad_Jaca.

Inicio

Nació en Nueva Filipinas, Guantánamo, en 1854. Durante muchos años laboró como esclava en faenas agrícolas y luego en la propiedad del patriota Luís González Pineda, Luís Chiquito, en San Antonio del Sur, quién influyó en la formación de sus ideales independentistas.

Trayectoria Revolucionaria

En los años 30 del Siglo XX el destacado revolucionario Gustavo Fraga Jacobino le solicitó cooperación en la lucha contra el dictador Gerardo Machado, a pesar de sus años accedió Caridad, y convirtió su humilde vivienda en refugio seguro de jóvenes que se encontraban perseguidos. La venerable anciana, de más de 70 años, al igual que en 1895, con su sonrisa noble, mantuvo la posición de servir a la patria en el sitio que fuera más útil, convirtiéndose en un puente entre los mambises de la Guerra Necesaria y la generación antimachadista de los años treinta.

Se caso con Luciano Peguero Calderón y pasó a vivir en la finca La Confianza, sitio que se convirtió a partir de 1890 en el centro de la conspiración revolucionaria.
Caridad atendía a los comprometidos que acudían a verla, transmitiéndole las orientaciones de Periquito. Se trasladaba con frecuencia a la villa y a otros poblados del valle para cumplir misiones del mando conspirador. Condujo propaganda revolucionaria, armas y un corneta de campaña que posteriormente se emplearía en el Estado Mayor del jefe de la primera división del Ejercito Libertador.

Méritos

José Pérez Aroche, resaltó del siguiente modo los meritos de la militantes mambisas Inocencia y Caridad.
“Es digno hacer mención de esta excelsa matrona del patriotismo así como a Caridad_Jaca, que tantos auxilios y arriesgado servicios prestaron a la revolución, que obtuvo y aún tiene en el corazón de sus compañeros de la guerra el respeto y la admiración, ya en el espionaje, ya en la prefectura, ya en la línea de combate, supieron exponer su vida en aras de la causa de todos. Ellas curaban los heridos, en sus brazos expiraban los combatientes, y con pasmosa parsimoneidad veían caer acribillados a balazos a sus hijos y esposos […]”

Muerte

Pobre, respetada por todos, trabajó como conserje en una escuela pública, actividad en la que transcurrieron los últimos años de su vida, hasta fallecer el 22 de marzo de 1949 en su morada, sita en la calle Cuartel no. 1037 entre 2 y 3 Sur. Sus restos reposan junto a los de su esposo en el Mausoleo del Mambisado Guantanamero.

Fuente

Mambisas Guantanameras. José Sánchez Guerra.
José Pérez Aroche: Odisea del General Pedro A. Pérez, p. 106.