Comunidad de artesanas de Rari

Comunidad de artesanas de Rari
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Ubicación Geográfica:Rari.Linares. Chile.

Comunidad de artesanas de Rari. Reconocida como Tesoro Humano Vivo, en el año 2010, por el Consejo Nacional de Cultura y las Artes de Chile, se trata de una colectividad de mujeres artesanas, radicadas en el poblado de Rari, que confeccionan sus piezas a base de crin de caballo. El suyo es un arte único en Chile, con más de doscientos años de tradición.

Ubicación

La localidad de Rari se halla a 300 kilómetros al sur de Santiago de Chile, en la provincia de Linares, a los pies de la precordillera de la Región de Maule. Es un pequeño pueblo próximo a los lagos Colbún y Machicura y a las termas de Panimávida. En una única calle de tierra se levanta una hilera de casas de adobe, en cada una de las cuales viven una o más artesanas. En localidades cernanas, como Panimávida y Colbún, también hay artesanas que practican esta tradición, sin embargo, el núcleo principal sigue siendo el pueblo de Rari.

La comunidad

En el año 2010, a través de la Municipalidad de Colbún, las artesanas de Rari, fueron reconocidas por el programa de Tesoros Humanos Vivos del Consejo Nacional de Cultura y las Artes de Chile, en virtud de lo cual, se organizaron como Comunidad de Artesanas en crin de Rari. Además de dicha agrupación, integran dos organizaciones con personalidad jurídica: Maestra Madre de Rari y el Centro de Madres.

==El arte==

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Figuras de artesanía de crin de Rari.

Esta comunidad de artesanas cultiva un oficio único, cuya enseñanza se ha transmitido de una generación a otra por más de doscientos años: la elaboración de pequeñas figuras mediante el tejido de un delicado entramado de pelo de caballo teñido. Con sus dedos como exclusivos instrumentos de trabajo, las artesanas rarinas, elaboran miniaturas ornamentales de vivos colores, entre las que destacan ramos de flores, mariposas, brujas, ángeles, insectos, aves. También confeccionan objetos utilitarios y decorativos a un tiempo, aditamentos para el vestuario, o artículos religiosos, tales como canastos, marcadores para libros, aretes, prendedores, collares, y rosarios.

Los orígenes de la tradición

El origen de la artesanía en crin de Rari se relaciona con la cestería a base fibras de mimbre y boqui, que elaboraba el pueblo putagán, asentado en la zona durante el siglo XVII, junto a los ríos Putagán y Rari. A través de la comunidad indígena se propagó esta práctica, que, con el decurso del tiempo, cobraría las características de la artesanía en crin. De los álamos que crecían a orillas del río, se extraían las raíces y se tejían para fabricar pequeños cestos y otras piezas utilitarias. Con el paso de los años, aumentó la extracción de raíces de álamos, al punto que comenzó la lenta desaparición de estos. Las artesanas, en la búsqueda de alternativas encontraron la crin de caballo, material de fácil obtención pues en las cercanías existían criaderos y materos de este animal. La flexibilidad de la crin es mayor que la de las fibras de raíz de álamo, por lo que hubo de incorporarse otro material para lograr la solidez óptima de las piezas. A partir de 1917, aproximadamente, se incorporó un fibra vegeta extraída del ixtle o tampico, cactus endémico del norte de México. Esta solución permitió la elaboración de figuras más pequeñas en cuya terminación se añadieron infinidad de detalles. También se introdujo la técnica del teñido de la crin, lo que aportó un punto de giro en el desarrollo de la artesanía de Rari.

La expansión

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Pendientes confeccionados por las artesanas de Rari.

Las artesanas de Rari comenzaron a vender sus obras en sus propias casas, en pequeños puestos con sencillos muestrarios. Los visitantes compraban las figuras y el arte de Rari se conoció en todo el país.

Antiguamente las mujeres tejían la crin de manera individual. En la actualidad suelen tejer en grupos, fuera de las casas. Existen varias agrupaciones de atesanas tanto en Rari como en las localidades cercanas que han reemplazado en trabajo individual por uno colectivo. ambién los hombres de Rari, dedicados principalmente a la agricultura, en ecasiones de grandes pedidos, se suman a las labores del tejido, a pesar de hacerlo en el más reservado anonimato. A principio del siglo XXI, diseñadores y orfebres comenzaron a incorporar a sus creaciones la técnica de las artesanas de crin de Rari. Profesionales del diseño como Daniela Gloger, Jimena Bravo y Mónica Pérez han incorporado esta artesanía en la joyería. Esta fusión se ha logrado mediante un sistema de trabajo colaborativos entre artesanos y profesionales.

La técnica

La crin debe ser de color blanco o claro, para facilitar el proceso de teñido. Luego de desenredada con cepillos especiales, se lava y se enjuaga varias veces hasta lograr separar las hebras en pequeños montones llamados cadejos. El teñido se realiza a base de anilina, mediante un proceso de hervor. Luego, la fibra teñida se seca a la sombra, y por último, corresponde la fase de tejido. El tejido se realiza exclusivamente con las manos; las tijeras y agujas se emplean solamente para la terminación. La primera figura que las artesanas aprenden son los círculos, que es la base de todas las piezas de artesanía de crin de Rari.

Fuentes

  • Tesoros Humanos Vivos. Patrimonio Cultural Inmaterial. Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Gobierno de Chile. 2012.