Dinosaurio

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Dinosaurios
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Orden:sauristiquios, ornistiquios

Dinosaurios. Son reptiles enormes. La palabra dinosaurio significa lagarto terrible, y sintetiza la impresión que nos producen. Los mayores de ellos fueron los animales más gigantescos que jamás existieran sobre la tierra.

Características físicas

Cabeza

Los dinosaurios cornudos y los grandes carnívoros tenían enormes cabezas con poderosas mandíbulas. Los saurópodos que tenían un tamaño de algunos elefantes su cabeza no pasaba del tamaño que la de un caballo. Los pequeños terópodos y la mayor parte de los ornistiquios tenían cabezas y mandíbulas de un tamaño moderado. Por debajo de la piel, en los lados de los cráneos estaban perforados por unas ventanas como en otros arcosaurios.

Crestas

Los dinosaurios con cresta a menudo tenían vistosas protuberancias, crestas o púas en la cabeza.

El Oviraptor era un dinosaurio con cresta que robaba huevos de los nidos desprotegidos de otros dinosaurios. No todos los cráneos suyos encontrados tenían cresta. Los científicos creen que sólo los machos la poseían. Podía distinguir si otro miembro de su especie era macho o hembra fijándose en la cresta. La cresta ayudaba a estos dinosaurios a identificar a otros miembros de su grupo familiar. Las crías de Hadrosaurio presentaban pequeñas protuberancias, mientras los adultos tenían crestas completas.

En la época de apareamiento, los machos de las aves intentan llamar la atención de las hembras. Se atusan las plumas y exhiben sus bellos colores. Los machos de los dinosaurios quizá usaban su cresta con idéntica finalidad.

El Dilophosaurus era un carnívoro que recibió su nombre por el extraño bulto de su cabeza; significa reptil con dos crestas porque presentaban dos rebordes altos y estrechos que recorrían todo su cráneo. Probablemente usaba esta cresta para indicar a los amigos dónde estaba y con el fin de ahuyentar a los enemigos.

El Hadrosáurido Tsintaosaurus aparece con una cresta espinosa en la cabeza. También se han reconstruido maquetas de este dinosaurio chino, a partir de un hueso que sobresale de su hocico.

Cuernos

Largos y amenazadores o sólo ornamentales, había cuernos de dinosaurio de todos los tamaños y formas.
Armados con un inquietante despliegue de cuernos, los ceratópsidos, dinosaurios con cuernos, parecían guerreros prehistóricos, pero no eran los únicos dinosaurios con cuernos, ni estaban siempre buscando pelea.

Los cuernos de los dinosaurios eran de hueso y estaban cubiertos de una capa córnea protectora. En el cráneo fósil de un dinosaurio con cuernos se ve sólo la parte ósea; el revestimiento del cuerno no se ha fosilizado.

Cerebro

Los dinosaurios se consideran animales lentos y torpes, pero las investigaciones científicas han desmentido esta idea anticuada.

El cerebro es el centro de control en todo animal. Envía órdenes por ciertos conductos, los nervios. Sin estos mensajes, los dinosaurios ni ningún otro animal no habrían podido ver, oír, comer, moverse o reproducirse.

Si calificáramos los dinosaurios en cuatro niveles en inteligencia serían más o menos como vamos a ver a continuación:

1. Los mejores del grupo eran carnívoros pequeños. Eran rápidos, con agudos sentidos y hábiles para atrapar animales más pequeños.
2. Después vendrían los grandes dinosaurios carnívoros y los ornitópodos. Los últimos mostraban habilidad para descubrir a sus enemigos, y algunos podían huir corriendo sobre dos patas.
3. A continuación todo tipo de dinosaurios acorazados, tireóforos y ceratópsidos. No necesitaban tan buenos reflejos. Ante una amenaza, quedaban protegidos por sus cuernos, púas y armaduras.
4.Los últimos serían los saurópodos. Con sus ligeros cerebros, pasaba casi toda su vida buscando comida, siempre en movimiento.

Garras

Afiladas y letales o anchas y curvadas, las garras de los dinosaurios les servían para atacar a sus presas o para defenderse de otros dinosaurios. Muchos dinosaurios tenían garras de uno u otro tipo. Algunos herbívoros, como los iguanodontes o los saurópodos, las usaban para mantener a raya a sus enemigos. Sus temibles zarpas entraban en acción cuando percibían algún peligro para ellos o sus crías. Muchos carnívoros tenían garras afiladas como navajas y con ellas mataban a sus presas. Algunos, de ellos, como veremos a continuación, quizá las utilizaran para sacar a los peces fuera del agua. Ahora veremos algunos tipos de garras más detenidamente.

Clasificación de los dinosaurios

Los paleontólogos o científicos que estudian la vida prehistórica antigua, agrupan a los dinosaurios y todos los otros animales acorde con un esquema bastado en sus relaciones.

Tradicionalmente los dinosaurios formaban dos órdenes, subdivididos en sucesivas. agrupaciones menores: subórdenes, infraórdenes, familias, géneros y especies. Cada grupo lleva un nombre científico al menos formados en parte de palabras griegas o latinas. Los científicos de todo el mundo usan los mismos nombres científicos para prevenir confusiones en reuniones y tratados científicos.

El orden sauristiquios, o caderas de reptil, contenía dinosaurios con grandes aberturas reduciendo el peso del cráneo, dientes, la mayoría, dispuestos en el borde exterior de las mandíbulas, y la mayoría un pubis apuntando hacia delante, el hueso frontal de la cadera, al igual que otros reptiles primitivos. Había tres subórdenes de sauristiquios: los terópodos carnívoros y bípedos, los sauropodomorfos principalmente cuadrúpedos y herbívoros, y los segnosaurios. Muchos clasifican a estos últimos como un grupo aparte.

El orden ornistiquios, o caderas de ave, contenía por otro lado dinosaurios herbívoros los cuales tenían los huesos de la cadera con un pubis apuntando hacia atrás como en las aves y algunos sauristiquios avanzados. Los ornistiquios también tenían un pico cornudo, un hueso extra en la mandíbula inferior, y dientes con la corona en forma de hoja. A muchos les faltan los dientes frontales pero tienen potentes molares, bolsas en los carrillos y muchos tendones óseos que enderezaban la columna vertebral. Aunque parezca extraño, las aves no tienen la pelvis de los ornistiquios, sino que son sauristiquios que desarrollaron una estructura de la pelvis similar, pero de forma independiente. Al pasar el tiempo las antiguas especies de ambos grupos, géneros y familias daban paso a nuevos ejemplares mejor capacitados para conseguir alimento, escapar de los enemigos, o sobrevivir a un violento cambio climático.

Las diferencias entre sauristiquios y ornistiquios indicaron a los científicos que cada grupo surgió de diferentes antecesores arcosaurios. Esto podría significar que no había un grupo de animales llamados dinosaurios. Pero los paleontólogos han encontrado similitudes en puntos claves de ambos grupos y muchos expertos ahora piensan que tanto los ornistiquios como los sauristiquios evolucionaron de los dinosaurios más primitivos: los herrerasaurios. En 1974 Robert Bakker y Peter Galton sostuvieron que los ornistiquios, sauristiquios y las aves formaban subclases de los dinosaurios, una clase igual pero sin parecerse a los ordinarios reptiles de la clase reptiles. Bakker reivindicó más tarde que los dinosaurios incluían a los pterosaurios y lagosúquidos, y que los ornistiquios y sauropodomorfos, ambos con doble esternón, formaban un único grupo principal llamados los fitodinosaurios o dinosaurios planta.

Con los grupos dudosos, segnosaurios y herrerasaurios, lo que haremos será incluir los primeros como un infraorden de los sauristiquios y los segundos como una superfamilia de los terópodos, aunque podrían ser perfectamente un suborden a parte.

Suborden sauristiquios

Contenía los infraórdenes terópodos, sauropodomorfos y segnosaurios.

Los herrerasaurios, posiblemente un suborden de los dinosaurios, contenían las familias de las estauricosáuridos y los herrerasáuridos.

Los celurosaurios contenían las familias de los celofísidos, halticosáuridos, celúridos, noasáuridos, compsognátidos, arqueopterígidos y avisáuridos. El penúltimo es un tanto dudoso.

Los deinonicosaurios contenían las familias de los dromeosáuridos, tericinosáuridos y troodóntidos. Los tericinosáuridos son dudosos y hay quien los incluye en los segnosaurios.

Los ornitomimosaurios contenían las familias de los ornitomímidos, garudimímidos y deinochéiridos.

Los ovirraptorosaurios contenían las familias de los avimímidos, cenagnátidos, ovirraptóridos y los ingénidos.

Los carnosaurios contenían las familias de los megalosáuridos, eustreptospondílidos, torvosáuridos, alosáuridos, abelisáridos, ceratosáuridos, barioníquidos, espinosáuridos, driptosáuridos, tiranosáuridos, oblisodóntidos y los itemíridos.

Los eustreptospondílidos podrían formar parte de los megalosáuridos.

Los sauropodomorfos comprendían las siguientes superfamilias:

Los prosaurópodos contenían las familias de los anchisáuridos, plateosáuridos, blicanasáuridos, melanorosáuridos y yunanosáuridos.

Los saurópodos contenían las familias de los vulcanodóntidos, cetiosáuridos, barapasáuridos, braquiosáuridos, chubutisáuridos, camarasáuridos, titanosáuridos, diplodócidos, euhelopódidos y dicreosáuridos. La familia de los chubutisáuridos es dudosa.

Los segnosáuridos contenían las familias de los segnosáuridos y los enigmosáuridos y al Nanshiungosaurus. Este infraorden se suele colocar en una categoría taxonómica junto con los sauristiquios y ornistiquios.

Suborden ornistiquios

Comprendían a los infraórdenes ornitópodos, tireóforos y marginocéfalos y la familia fabrosáuridos. Los grupos tireóforos y marginocéfalos son muy modernos y hay quien coloca sus superfamilias como categorías superiores junto con los ornistiquios.

Los ornitópodos contenían a su vez las familias de los hipsilofodóntidos, driosáuridos, tescelosáuridos, camptosáuridos, iguanodóntidos, hadrosáuridos, lambeosáuridos y heterodontosáuridos.

Los tireóforos contenían a su vez las superfamilias de los escelidosaurios, estegosaurios y anquilosaurios.

Los escelidosaurios contenían las familias de los escutelosáuridos y los escelidosáuridos.

Los estegosaurios contenían las familias de los huayangosáuridos y los estegosáuridos.

Los anquilosaurios contenían las familias de los nodosáuridos y los anquilosáuridos.

Los marginocéfalos contenían a su vez las superfamilias de los paquicefalosaurios y ceratopsios.

Los paquicefalosaurios contenían las familias de los chaoyungosáuridos, paquicefalosáuridos y homalocefálidos.

Los ceratopsios contenían las familias de los psittacosáuridos, protoceratópsidos y ceratópsidos.

Ataque

Los dinosaurios atacaban de distintas maneras según su tamaño. Los cazadores pequeños confiaban en la velocidad y en sus afilados dientes para atrapar y matar a su presa. Los carnívoros mayores utilizaban la fuerza bruta y garras afiladas. Algunos, incluso, acosaban a sus víctimas en manadas. Los herrerasaurios fueron unos de los primeros cazadores capaces de perseguir y matar a una pieza de caza mayor.

También son unos de los dinosaurios más primitivos que se han descubierto hasta ahora. La mayoría altos como un hombre y armados con afilados dientes puntiagudos, tuvieron que ser unos enemigos extraordinariamente pavorosos.

Tenían largas y ágiles patas traseras y podían perseguir a su presa y alcanzarla.

Los pequeños cazadores, significa celurosaurios dependían de la velocidad para matar a una presa. El más veloz fue, probablemente, el Ornithomimus, que se alimentaba de lagartos e insectos. Podía perseguir a sus presas a la asombrosa velocidad de 80 kilómetros por hoja, superior a la de un caballo o un galgo, los dos de carreras. Era presa de los grandes cazadores, y sólo su velocidad le permitía dejarlos atrás.

Los compsognátidos, cuyo único representante era el Compsognathus, también eran dinosaurios de movimientos rápidos que atacaban a sus presas a gran velocidad. Los dientes son algunas de las mejores pistas para saber cómo ataca un animal. Los grandes felinos actuales matan clavando profundamente sus cuatro colmillos o caninos en la carne su presa.

Pero los dinosaurios no tenían colmillos, excepto los herbívoros heterodontosáuridos.

Los pequeños cazadores celofísidos asestaban unos de los mordiscos más letales. Sus dientes como puñales estaban adaptados para cortas la carne, no para clavarse en ella. Algunos reptiles modernos muerden de una manera similar.
Los varanos de Komodo tienen dientes cortantes con los que pueden matar a una vaca e incluso a una persona. No todos los dinosaurios carnívoros eran cazadores. Los ovirraptorosaurios, que significa reptiles ladrones de huevos, necesitaban otras armas para conseguir su comida.

En lugar de hileras de afilados dientes para desgarrar la carne, algunos no tenían dientes y otros tenían dos púas en el paladar. Con las púas o el duro pico, rompían los huevos que robaban a otros dinosaurios.

Entre los tiranosáuridos, el Tyrannosaurus rex era el gigante de los dinosaurios carnívoros. Aunque demasiado corpulento para emprender persecuciones a grandes distancias, no solía tener dificultades para procurarse el alimento. Si encontraba a otro cazador que acababa de derribar a un animal, lo ahuyentaba y devoraba la presa. Los grandes cazadores actuales, como los leones, utilizan las mismas tácticas para obtener comida sin esfuerzo.

Es posible que tuviera un arma secreta. Algunos expertos creen que este gigantesco cazador quizá matara a sus presas infectándolas. Consideran posible que entre los dientes conservara jirones de carne podrida, que infectarían las heridas causaba al morder a sus víctimas. La infección se extendía con rapidez y la presa no tarda en morir.

El Tyrannosaurus rex y sus parientes cercanos eran unos mortíferos cazadores. Utilizando sus habilidades como rastreadores, se acercaban a su presa sin ser descubiertos y se lanzaban sobre ella a la carrera, desde poca distancia.

Estos poderosos carnívoros embestían a su víctima con sus temibles fauces abiertas de par en par. El impacto de una carga era colosal. Uno de los cazadores más eficaces era el Deinonychus y muchos otros dromeosáuridos.

Combinaban la velocidad y la agilidad con unas armas imponentes. La más letal era la garra del segundo dedo de las patas traseras, que actuaba como cuchillo en forma de media luna. Sujetaban a su víctima con las musculosas patas delanteras y la destripaban con una sola coz.

Cuando atacaba, podían girar esta garra asesina 180º hasta encontrar el mejor ángulo de corte. Tal vez cazaran en manadas. Actuando de forma coordinada, podrían derribar a un dinosaurio mucho mayor. Hoy, una manada de leones se organiza para capturar sus presas de una manera muy parecida. Los grandes dinosaurios, quizá atacaban también en manadas y lograban derribar saurópodos enormes.

Los dinosaurios herbívoros acorazados tendrían que defender su vida. Un fornido Euoplocephalus, provisto de porra en la cola, habría sido un enemigo peligroso.

Un golpe bien dirigido de la pesada porra bastaría para derribar a un tiranosaurio. Un herbívoro con cuernos, como el , también podía defenderse eficazmente.

Quizá embestía a su atacante, como los rinocerontes modernos se defienden de un león. Sus largos cuernos curvos lo convertían en un adversario temible.

Fuente

• www.definicion-es.com.

Enlace externo

http://www.reddeleducador.com.ar/los_dinosaurios.htm