Diferencia entre revisiones de «Elegía a Jesús Menéndez (libro)»

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Revisión del 19:18 20 may 2020

Elegía a Jesús Menéndez.
Información sobre la plantilla
Autor(a)(es)(as)Nicolás Guillén
Editorial:Pueblo y Educación
GéneroPoesía
Diseño de cubierta[Fábrica Jesús Menéndez]]
Ilustraciones[Fábrica Jesús Menéndez]]
PaísBandera de Cuba Cuba

Elegía a Jesús Menéndez. Es una recopilación que recoge una colección de poesías dedicadas al líder de la clase obrera Jesús Menéndez, el cual fue gran amigo del autor, Nicolás Guillén.

Argumento

"Elegía a Jesús Menéndez" entre otros muchos simbolizan el más alto ejemplo actual de vida y obra creadora de Guillén, que por su fidelidad inquebrantable a la tradición patriótica y revolucionaria de la cultura cubana, ha sido capaz de expresar, con vigoroso genio artístico, la sensibilidad, el carácter, el proceso histórico y el espíritu combativo de un pueblo, de un ámbito geográfico y de una época.

Elegía a Jesús Menéndez es un canto triste a aquel que fuera líder innato de la clase obrera en la lucha contra los desmanes de la pseudorepública de esos años. Ante la enorme explotación que sufrían los obreros azucareros debido a la tendencia corrupta y proyanqui de los gobiernos de turno, se alzó este líder singular, carismático defensor de los derechos de la clase obrera y de su sector azucarero. Su asesinato, el 22 de enero de 1948, a manos del entonces matón a sueldo Joaquín Casillas Lumpuy, de forma alevosa provocó la más grande manifestación popular de indignación y protesta ante el régimen despótico de Ramón Grau San Martín. Con sentido pésame el autor dedica estos versos a quien fuera uno de sus más carismáticos allegados. Uno de los más conmovedores versos escritos por el autor y que mejor expresan lo que para este significaba esta personalidad relevante de nuestra historia es:

«Jesús es negro y fino y prócer, como un bastón de ébano , y tiene / los dientes blancos y corteses, por lo que su boca se abre siempre / amanecida;»

Los versos del libro hacen referencia a una crítica al régimen existente en esa época y cómo en medio de esta situación se alza un líder de la clase obrera capaz de defenderla hasta sus últimas consecuencias.

Contenido

  1. ... Armado Más de valor que de acero.
  2. Hubo muchos valores que se destacaron
  3. Sangre Menéndez, hoy, al cierre...'
  4. ...si no hay entre nosotros hombre a quién este bárbaro no afrente?
  5. Un corazón en el pecho de crímenes no manchado.
  6. Vuelve a buscar a aquel que lo ha herido y al punto que miró le conocía
  7. Y alumbrando el camino de la fácil conquista, la LIBERTAD levanta su antorcha en Nueva York
  8. Apriessa cantan los gallos o quieren crebar albores.
  1. ... 'Armado
Más de valor que de acero.  
                    GONGORA''''Texto en negrita'
                                   

I Las cañas iban y venían desesperadas, agitando las manos, Te avisaban la muerte, la espalda rota y el disparo. El capitán de plomo y cuero, de diente y plomo y cuero te enseñaban: de pezuña y mandíbula, de ojo de selva y trópico, sentado en su pistola el capitán. ¡Con qué voz te llamaban, te lo decían, cañas desesperadas, agitando las manos! Allí estaba, la boca líquida entreabierta, el salto próximo esculpido bajo la piel eléctrica, sentado en su pistola el capitán. Cañas desesperadas, te avisaban, agitando las manos. Tú andabas entre ellas. Sonreías en tu estatura primordial y ardías. Violento azúcar en tu voz de mando, Con su luz de relámpago nocturno Iba de yanqui en yanqui resonando. De pronto, el golpe de la pólvora. El zarpazo puesto en la punta de un rugido, y el capitán de plomo y cuero, ya en tu incansable, en tu marítima, ya en tu profunda sangre sumergido.

II

  1. Hubo muchos valores que se destacaron
   ¨New York Herald Tribune¨. 
                     (Sección Financiera)
Al fin sangre solar caída,

disuelta en agrio charco sobre azúcar. Al fin arteria rota: sangre anunciada, en venta una mañana de la Bolsa de Nueva York. Sangre anunciada, en venta desde esa cinta vertiginosa que envenena y se arrastra como una víbora interminable de piel veloz marcada con un tatuaje de número y crímenes.

Títulos que mejoran o bajan medio punto.

Bonos sin vencimiento que ganaron hasta el cinco por ciento de interés en un año.

La Cuban Atlantic Company, ayer martes, operó por ejemplo, a veintinueve y medio con baja de dos puntos.

La Punta Alegre Company, cerró con alza de un octavo punto. ………………………………………………………………………… De repente un gran trueno cuartea el techo frágil, un cayo cae desde aquel bajo cielo sulfúrico hasta el salón congestionado:  

                   III 
  1. Sangre Menéndez, hoy, al cierre

150 puntos 7/8 con tendencia al alza' .'

El coro allí de comerciantes usureros papagayos amanuenses policías capataces proxenetas recaderos accionistas mayorales bufones El coro allí de gente seca sorda ciega dura: el coro allí junto a la abierta espalda del salto atleta vegetal, vendido borbotones de angustia, pregonando coágulos cotizables, nervios, huesos de aquella descuartizada rebeldía: una mordida no más en el pulmón ya perforado. Y el capitán detrás de las medallas, cóncavo en las libres, el pensamiento en la propina, la voz a ras con las espuelas: ……………………………………………………………………………………………. ……………………………………………………………………………………………. El capitán partió rumbo al cuartel con una aguja de cuajada sangre pinchándole los ojos  

                             IV
  1. ...si no hay entre nosotros

hombre a quién este bárbaro no afrente?'

      LOPE DE VEGA

Mirad al capitán del Odio, entre buitre y una serpiente: amargo gemido lo busca, metálico viento lo envuelve. En una ráfaga de pólvora su rostro lívido se pierde: parte a caballo y es de noche, pero tras él corre la Muerte.

Allá donde su revólver en un diálogo con su machete y le velan cuatro fusiles el pesado sueño que duerme, libre prisión un alto muro su duro asilo le concede. ¡Oh capitán, el bien guardado! el violento perfil terrestre, si doce meses lo maldice, también lo llora doce meses. Un angustiado puente líquido de rojas lágrimas le tiende: lo pasa huyendo el capitán, pero tras él corre la Muerte.

Quien lo engendró diente de lobo

soñando angélica veste, el ojo fijo arder le mira y en la lente baba resolverse. Baja, buscándole en el bosque cubil seguro en que esconderle: huye hasta el bosque el capitán, pero tras él corre la Muerte.

Un mozo de dorado bozo de verde tronco y hojas verdes, derrama en el viento su voz, llora por la sangre que tiene. ¡Ay, sangre ( sollozando dice) cómo me quemas y me dueles! El capitán huye en un grito, pero tras él corre la Muerte.

Quien de sus rosas amorosas le regaló la de más fiebre, teje una cruel corona oscura

y es con vergüenza como teje.

Le resplandece el corazón

en la gran noche de la frente:

huye sin verla el capitán pero tras él corre la Muerte.

En medio de las cañas foscas galopa el hirsuto jinete; va con un látigo de fósforo y el odio cuando pasa enciende, Jesús Menéndez se sonríe, desde su pulmón amanece; huye de un golpe el capitán, pero tras él corre la Muerte.

            V
  1. Un corazón en el pecho de crímenes
no manchado. 
           PLACIDO.

Jesús es negro y fino y prócer, como un bastón de ébano, y tiene los dientes blancos y corteses, por lo que se boca se abre siempre amanecida;

Jesús brilla a veces con ojos tristes y dulces; a veces óyese bramar en sus ojos un agua embravecida;

Jesús dice carro, río, ferrocarril, cigarro, como un francés renuente a olvidar su lengua de niño, nunca perdida;

pero es cuando su padre habló con Maceo; su padre que llevaba

en el hombro una estrella de oro, una ardiente  estrella encendida;

su gran provincia llena de hombres que gritaban, ¡oh Jesús!, como si hubieran estando esperando largamente su venida;

viósele entonces hablarles sin tribuna y tan cerca de ellos que les contaba los poros y les olía la piel agria y repartida; se le vio luego sentársela a la mesa de blanco arroz y oscura carne; a la mesa sin vino ni mantel, y presidirles la comida;

Jesús nació en el canto de su Isla y allí se le descubre desde el mar, en los días claros, cubierto de nubes fijas; ¡subid, subidlo y contemplaréis desde su frente con qué fragor Hierve a sus pies y se renueva en ondas interminables la vida!  

     VI
  1. Vuelve a buscar a aquel que lo ha herido
y al punto que miró le conocía 
           
           ERCILLA.

'Texto en negrita Caña Manzanillo, ejército bala yanqui azúcar crimen Manzanillo huelga ingenio partido cárcel dólar Maqnzanillo viuda entierro hijos, padres venganza Manzanillo zafra.

Yo bien conozco a un soldado, compañero de Jesús,

que al pie de J4esús lloraba

y los ojos se secaba con un pañolón azul. Después este son cantaba:

Pasó una paloma herida, volando cerca de mi; roja le brillaba un ala, que yo la vi.

Ay, mi amigo, he andado siempre contigo: tú ya sabes quién tiró, Jesús que no h3e sido yo. En tu pulmón enterrado alguien un plomo dejó, pero no fue este soldado, pero no fue este soldado, Jesús, ¡por Jesús que no fui yo!

Pasó una paloma herida, volando cerca de mí: rojo le brillaba el pico, Que yo la vi.

Nunca quiera contar si en mi cartuchera

todas las balas están:

nunca quiera, capitán. Pues faltarán de seguro (de seguro faltarán) Las balas que a un pecho puro, Las balas que a un pecho puro, Mi flor, Por odio a clavarse van. Pasó una paloma herida, volando cerca de mí: rojo le brillaba el pico, que yo la vi.

¡Ay, qué triste

saber que el verdugo existe!

Pero es más triste saber que mata para comer. Pues que tendrá la comida (todo puede suceder) un gusto a sangre caída,

un gusto a sangre caída, 

caramba, y a lágrima de mujer.

Pasó una paloma herida, volando cerca de mí: rojo le brillaba el pico, que yo la vi.

Un sinsonte perdido murió en el monte, y vi una vez naufragar un barco en medio del mar. Por el sinsonte perdido ay, otro vino a cantar y en vez de aquel barco hundido,

y en vez de aquel barco hundido,  

mi bien, otro salió a navegar.

Pasó una paloma herida, volando cerca de mí: iba volando, volando, volando , que yo la vi.

                        VII
  1. Y alumbrando el camino de la fácil conquista,

la LIBERTAD levanta su antorcha en Nueva York

                      RUBEN DARIO. 

Ahí ve que un zarpazo Norteamérica alza una copa de negro metal; la negra copa del violento hidrógeno con que brinda el Tio Sam.

Lúbrico mono de pequeño cráneo chilla en su mesa: ¡Por la muerte va! Crepuscular responde un coro múltiple: ¡Va por la muerte, por la muerte va! Arde la calle donde nace el dólar Bajo un incendio colosal. En la retorta hierve el agua química. Establece la asfixia el gas. Alegre está Ji m Crow junto a un sarcófago. Lo viene Lynch a saludar. Entre los dos se desenreda un látigo: ¡Va por la muerte, por la muerte va!

Fijo en la cruz de su caballo Walker abrió una risa mineral. Cultiva en su jardín rosas de pólvora y las riega con alquitrán; sueña con huesos ya sin epidermis, sangre en un chorro torrencial; bajo la gorra, un pensamiento bárbaro: ¡Va por la muerte, por la muerte va!

            VIII
  1. Apriessa cantan los gallos
o quieren crebar albores. 
  
           POEMA DEL CID

¡Qué dedos tiene, cuántas uñas saliéndole del sueño! Brilla duro fulgor sobre la hundida zona del aire en que quisieron destruirle la piel, la luz, los huesos, la garganta. ¡Cómo le vemos, cómo habrá de vérsele pasar aullando en medio de las cañas, o bien quedar en suspenso remolino, o bien bajar, subir, o bien de mano en mano rodar como una constante moneda, o bien arder al filo de la calle en demorada llamarada, o bien tirar el río de los hombres canciones como piedras, que van haciendo círculos de música vengadora, de música puesta, llevada en hombros como un himno! Su voz aquí nos acompaña y ciñe. Estrujamos su voz Como una flor de insomnio y suelta un zumo amargo, suelta un olor mojado, un agua de palabras puntiagudas que se encuentran en el viento el camino del grito el camino del canto el camino del fuego, que se encuentran en el fuego el camino del alba, que se encuentran en el alba un gallo rojo, de pólvora, un metálico gallo desparramando el día con sus alas.

Venid, venid en la alta torre estaréis, campana y campanero: estaremos , venid, metal y huesos juntos que saludan el fino, esperando amanecer de las raíces; el tremendo hallazgo de una súbita estrella: metal y huesos juntos que saludan la paloma de vuelo popular y verde ramo en el aire sin dueño: el carro ya de espigas lleno recién cortadas: la presencia esencial del acero y la rosa: metal y huesos juntos que saludan la procesión final, el ancho séquito de la victoria.

                      Entonces llegará,

General de las Cañas, con su sable hecho de un gran relámpago bruñido; entonces llegará. Jinete en un caballo de agua y humo, lenta sonrisa en el saludo lento;

entonces llegará para decir,

Jesús para decir: ___ Mirad, he aquí el azúcar ya sin lágrimas. Para decir: ___He vuelto, no temáis. Para decir: ___fue largo el viaje y áspero el camino. Creció un árbol con sangre de mi herida. Canta desde él un pájaro a la vida. La mañana se anuncia como un trino…


Datos del autor

  • Nicolás Guillén (Camaguey, 1902) – (La Habana 1989) Poeta Nacional de Cuba. Entre sus Obras Poéticas destacadas están:
  • Motivos de son, 1930.
  • Sóngorocosongo, 1931.
  • West Indies Ltd., 1934.
  • España: poema en cuatro angustias y una esperanza, 1937.
  • Cantos para soldados y sones para turistas, 1937.
  • El son entero, 1947.
  • Elegía a Jacques Roumain, 1948.
  • Elegía a Jesús Menéndez, 1951.
  • La paloma de vuelo popular, 1958.
  • Poemas de amor, 1964.
  • Tengo, 1964.
  • El gran Zoo, 1972.
  • La rueda dentada, 1972.
  • El diario que a diario, 1972.
  • Por el mar de las antillas anda un barco de papel, 1978.

Fuentes