Diferencia entre revisiones de «En Cuba (revista)»

 
Línea 1: Línea 1:
 
{{Objeto|nombre=Sección En Cuba|imagen=En Cuba.jpg|descripcion=Sección de comentarios de la revista Bohemia}}  
 
{{Objeto|nombre=Sección En Cuba|imagen=En Cuba.jpg|descripcion=Sección de comentarios de la revista Bohemia}}  
  
[[Image:De la Osa.jpg|left|151x193px]]Conocer un poco qué fue la sección En Cuba, qué significado y trascendencia tuvo para el país, e incluso más allá de sus fronteras, en los años en que llegó a ser el espacio más leído de [[BOHEMIA
+
[[Image:De la Osa.jpg|left|151x193px]]Conocer un poco qué fue la sección En Cuba, qué significado y trascendencia tuvo para el país, e incluso más allá de sus fronteras, en los años en que llegó a ser el espacio más leído de [[Bohemia
  
  

Revisión del 11:11 20 ago 2009

Sección En Cuba
Información sobre la plantilla
En Cuba.jpg
Sección de comentarios de la revista Bohemia

Conocer un poco qué fue la sección En Cuba, qué significado y trascendencia tuvo para el país, e incluso más allá de sus fronteras, en los años en que llegó a ser el espacio más leído de BohemiaDía de la Prensa Cubana.

Enrique de la OsaPrensa cubanaPremio Nacional de Literatura, Lisandro Otero, también integrante, junto a otros de no menos mérito, del equipo que sostuvo aquel espacio durante casi 20 años, descontando los períodos de censura.

Enriquito, como le llamaban sus más cercanos, fue el de la idea, el de las primeras letras punzantes de

aquella sección, junto a otro nombre en cuyo historial periodístico y literario no hay que abundar: Carlos Lechuga. Fue Enrique de la Osa el jefe y el maestro, que felizmente extendería su magisterio periodístico, humano y revolucionario dentro del ámbito de BOHEMIA hasta el desempeño como primer director de la revista después del triunfo de la Revolución, a partir de 1960.

Nadie más autorizado que él, como es lógico, para ser el primero en contar hoy aquí cómo empezó aquella historia:

Acueducto habanero, fuente de turbias acechanzas de los rectores de turno en la alcaldía de la capital.

<

El Mundo
Lo de pánico, debemos añadir, no era exageración. De En Cuba llegó a decirse poco después de su surgimiento que una mención en ella podía hacer o deshacer una reputación.


Enrique-con Fidel.jpg

Premio Nacional de Periodismo José Martí

Revolución

De acuerdo también con su testimonio, eso fue al principio, porque pronto la sección tuvo sus propias fuentes y a la glosa de lo que se publicaba en los periódicos no demoraron en añadir noticias exclusivas, como resultado de lo cual se invirtieron los términos: de citar a otros, En Cuba y BOHEMIA pasaron a ser citados cada vez con más frecuencia.


Eso es verdad, podemos acotar. Aquel látigo en manos del periodismo más ético y cívico del panorama cubano de entonces, descollaba sobre todo por eso, por ser el azote público de asesinos y ladrones disfrazados de políticos, impúdicamente autopretendidos benefactores de la República.


Marcos Pérez Jiménez, en Venezuela, y defensora de causas como la independencia de Puerto Rico. Sobre acontecimientos en sus detalles y personajes con reputaciones hechas y desechas por En Cuba en su momento, seguro preferirán saber los lectores por sí mismos, leyendo los libros publicados al efecto, de modo que confiando en eso, y en la indulgencia y paciencia de ustedes, me permito comentarles algo más, acerca del valor, en el plano formal, del periodismo inaugurado por aquella sección, y de su modo de buscar, obtener y poner en blanco y negro sus casi siempre explosivas informaciones y opinio

Si bien es cierto que el valor y el mérito histórico mayor de En Cuba están en el contenido de sus letras y en el mensaje de imágenes como las caricaturas de Juan David y Hernández Cárdenas, también lo es que desde su nacimiento mismo la sección sentó en la prensa escrita nacional nueva pauta en cuanto a técnica y estilo. Como bien apuntara en una ocasión el colega Carlos Piñeiro Lisandro Otero


Tras esa fidelidad a los hechos y palabras que hacía públicos aquel espacio, había a menudo peripecias de las que el lector nunca llegaba a saber, como la del reportero y más tarde neuropsiquiatra Diego González Martín, quien siguiéndole la pista a un fraude en ciernes, relacionado con el traslado del viejo Hospital Reina Mercedes que se encontraba entonces donde hoy está Coppelia

Ángel Augier
Las líneas que ahora mismo podemos leer tranquilos y seguros en una Cuba en nada parecida a la de marzo de 1952, se consumaban sin embargo en un ambiente, más que periodístico, de sigilo y conspiración.
Según varios de los protagonistas, la sección se redactaba en casa de Enrique de la Osa en el Nuevo Vedado, en un modesto despacho del segundo piso donde recibía a sus reporteros, entre valiosos archivos que extendían su amontonamiento a otras habitaciones. Las notas, como rompecabezas, se armaban con los fragmentos coherentes de múltiples contribuciones. Los miembros de la sección se subordinaban única y directamente a Enrique, y observaban la compartimentación; no buscaban informaciones en nombre de En Cuba, sino de BOHEMIA y de otros Medios de prensaMarta Rojas, en su momento bisoña reportera de la sección.

En tiempos de Censura, muy recurrida por el Batistato, En Cuba dejaba de salir, como muestra de oposición a la medida y al régimen. La casa de su líder se convertía en centro de acopio de información que en buena parte se destinaba a las Fuerzas revolucionarias, sin contar que el propio Enrique, alguna vez salió en medio de la noche para hallar escondite propicio a un alijo de armas entre las bobinas de papel en los sótanos de BOHEMIA.

Una nutrida lista de nombres habría que sumar a los mencionados hasta aquí: son los nombres de todos aquellos que junto a Enrique de la Osa hicieron la sección En Cuba, y contribuyeron con su ejercicio en sus páginas a que BOHEMIA fuera, como dijo el Líder de la Revolución, Fidel CastroChe

Profesionales de otras especialidades, como el economista Jacinto Torras, asesor del líder azucarero Jesús Menéndez; Carlos Manuel Rubiera, abogado, y los periodistas Tony de la Osa, Benito Novás, Manuel de Jesús Zamora, Fulvio Fuentes, Mario García del Cueto y Mario Kuchilán Sol, entre otros, figuraron en la nómina de En Cuba.
A todos los unió el anonimato, que fue norma desde el surgimiento de la sección. Aun así, todos fueron blancos de amenazas e intimidaciones, y algunos sufrieron la cárcel o vieron en serio riesgo sus vidas. Pero más que el anonimato y el peligro, los unió su desinterés, sentido de la justicia y honestidad, que nos han legado una lección inolvidable.
Tomado de:
http://www.bohemia.cubasi.cu/2009/02/27/nacionales/enrique-osa.html