Encomienda de indios
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La Encomienda
El reparto de indios se aplicó en La Española inicialmente sin autorización, pero a partir de 1503 tuvo legalización real; luego se extendió a las demás posesiones hispanas. El otorgamiento de la encomienda no era a perpetuidad, podía ser revocada y otorgada a otra persona, y aunque estaba sujeta a la inspección y vigilancia de la autoridad, los indios fueron tratados peor que si fueran esclavos ya que el amo cuida de sus vidas de cierta forma, pues es su propiedad.
Los encomenderos los explotaron despiadadamente en largas jornadas. Esta situación llevó a que pronto perecieron los pobladores de las Antillas, en su mayoría víctimas de la explotación, maltratos, mala alimentación, enfermedades y suicidios, entre otras razones.
Las encomiendas fueron abolidas en las Antillas Mayores en 1542 —en Cuba se puso en vigor la medida en el mandato del gobernador Gonzalo Pérez de Angulo—; se aplicaron hasta 1718 en las restantes colonias españolas del continente americano.
Los pocos indocubanos que quedaron tras la abolición de las encomiendas, llevaron una vida miserable: tuvieron que emplearse como domésticos de los españoles y a los residentes en los campos les resultó difícil reconstruir la vida de sus antepasados, pues las tierras dejaron de ser suyas y eran utilizadas por los colonizadores para la ganadería y la agricultura.
Fuente
- Colectivo de Autores. Historia de Cuba, Génesis Multimedia 2002. Producido por Génesis Multimedia, Editorial de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. ISBN:959-7124-38-6