Desastre del Exxon Valdez

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Desastre del Exxon Valdez
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Derrame de petróleo
Fecha:23 de marzo de 1989
Lugar:Prince William Sound, Alaska
Descripción:
Para la limpieza de la marea negra se utilizaron aspiradores, mangueras de agua caliente a presión, se trasladó el crudo que aún contenía el Exxon Valdez a otro petrolero. Los daños a la fauna que se produjeron en esta zona aún se siguen estudiando. El vertido condujo a la aprobación de nueva legislación medioambiental en los Estados Unidos de América (Oil Pollution Act 1990).
Resultado:
Más de medio millón de muertos.
País(es) involucrado(s)
Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos


Historia

El buque petrolero Exxon Valdez (nombre compuesto formado por las palabras Exxon, empresa petrolera norteamericana propietaria del barco, y Valdez, nombre del puerto con el que operaba) salió de la terminal petrolera Valdez, en Alaska, a las 21:12 h. del 23 de marzo de 1989 (24 de marzo, según la hora local UTC) con destino a Long Beach, California. Uno de los prácticos del puerto guió a la embarcación a través de los Valdez Narrows antes de abandonar la nave y devolver el control a Joseph Jeffrey Hazelwood, capitán del barco. La embarcación maniobró fuera de la ruta, a fin de evitar el choque contra los icebergs. Después de la maniobra y poco después de las 23:00h Hazelwood dejó el puente de mando al Tercer Oficial de cubierta Gregory Cousins a cargo y a Robert Kagan en el timón, pero estos dos miembros de la tripulación no habían descansado las seis horas que son obligatorias en su trabajo antes de que comenzara su turno de 12 horas. El barco estaba en piloto automático, y usó el sistema de navegación que había sido instalado por la compañía constructora del barco. La vía de salida del barco estaba cubierta por icebergs, así que el capitán, Hazelwood, solicitó permiso de la guardia costera para salir a través de la vía de entrada. Cuando el Exxon Valdez pasó Busby Island, el tercer asistente ordenó poner el timón a estribor, no advirtió que todavía estaba conectado el piloto automático y el barco no giró. Siguió avanzando por el canal. Dos veces los vigías advirtieron al tercer asistente cuál era la posición de las luces que marcaban el arrecife, pero él no cambió ni verificó sus órdenes anteriores. Su cerebro no interpretó ningún peligro en lo que le decían. Por último notó que habían avanzado mucho por el canal, desconectó el piloto automático y se esforzó por volver a encauzar el enorme barco. Demasiado tarde.1 El 24 de marzo de 1989, alrededor de las 00:04 h., el buque petrolero Exxon Valdez golpeó el arrecife de coral conocido como Bligh Reef, situado en el Prince William Sound, en Alaska, y derramó cerca de 10,8 millones de galones de petróleo crudo (alrededor de 40,9 millones de litros). El incidente puso a prueba la capacidad de respuesta de organizaciones locales, nacionales e industriales ante un desastre de gran magnitud. Muchos factores complicaron los esfuerzos del gobierno y la industria que participaron en la limpieza del derramamiento, entre ellos el tamaño del vertido y su localización remota en el Prince William Sound, accesible solamente en helicóptero y barco. El derramamiento planteó amenazas a la delicada cadena de alimentación en que se apoyaba la industria de la pesca profesional de Prince William Sound. También estaban en peligro diez millones de pájaros y aves acuáticas migratorias, centenares de nutrias del mar y docenas de otras especies de la orilla, tales como marsopas, leones de mar y diversas variedades de ballenas. Alyeska, la asociación que representa a siete compañías petroleras que funcionan en el puerto Valdez, entre ellas Exxon, fue la que primero asumió la responsabilidad de la limpieza, de acuerdo con la planificación de urgencia del área. Alyeska abrió un centro de comunicaciones de emergencia en Valdez poco después del derramamiento, y las segundas operaciones se centralizaron desde Anchorage, Alaska.

Organizaciones que ayudaron con lalimpieza

Junto con Alyeska, hubo 3 organizaciones que prestaron ayuda de forma inmediata.

Métodos de limpieza utilizados

Se probaron métodos en el esfuerzo de limpiar el derrame:

  • Dispersantes químicos

Éste fue el primer intento de limpieza. El 24 de marzo una compañía aplicó dispersantes con un helicóptero, pero como no había bastante acción de onda para mezclar el dispersante con el petróleo en el agua, el uso de éste fue discontinuo. Entre otros dispersantes se utilizó Corexit 9580 producido por Nalco Holding Company. La limpieza mecánica fue iniciada luego de terminado el uso de dispersantes químicos, y para ello se utilizaron bombas extractoras y skimmers. Sin embargo, los skimmers no podían ser usados fácilmente luego de 24 horas. Lamentablemente el crudo y las algas terminaron obstruyendo este tipo de maquinarias, con lo que los procedimientos de reparación se convirtieron en una pérdida de tiempo.

  • La quema

Se ordenó una quema durante las primeras horas del derrame. Aislando parte del crudo derramado con material resistente al fuego, esta prueba fue exitosa, pues se logró reducir 113.400 litros de petróleo a 1.134 litros de residuo, pero debido al mal tiempo ya no se intentó ningún otro procedimiento en los esfuerzos de limpieza. Con la falsa idea de que los restos de crudo se dispersaran al cabo de unos años se terminaron las labores y el riesgo tóxico sigue casi igual que cuando el accidente. El daño a la bahía sigue, las organizaciones ecológistas estiman que tan sólo se ha limpiado el 7% del crudo derramado. Otras fuentes sugieren que ante el desastre, se utilizaron como primer recurso para limpiar dispersantes químicos con un helicóptero con poco éxito. Posteriormente se extrajo el petróleo con bombas y skimmers pero entre crudo y algas terminaron por averiar las máquinas. Como tercera acción se aisló el hidrocarburo con materiales resistentes al fuego y se ordenó la quema de éste. Con esta acción se redujeron 113.400 litros de petróleo a 1.134. Debido a las malas condiciones climatológicas se dejó de insistir. El descubrimiento de ciertos microorganismos capaces de metabolizar y desintegrar las moléculas de hidrocarburos le evitó a Exxon una multa estratosférica. A pesar de estas acciones, nadie garantiza que las acciones llevadas a cabo hayan sido efectivas. Las consecuencias del Exxon Valdez siguen afectando la biodiversidad en la zona a un cuarto de siglo de esta tragedia, no hay quien alce la mano para manejar el tema. Parece que ha quedado en el olvido y que no hay un interés por algún día devolver al ecosistema la armonía que se le robó. Las condiciones gélidas en las costas de Alaska dificultan la disolución del petróleo y que los microorganismos lo absorban. Es probable que la vida en este lugar nunca vuelva a ser la misma y no hay culpables interesados en reparar su error ni autoridades que lo exijan. Finalmente, el gobierno norteamericano contrató a Gene Kaizer, un científico experto en agentes antigrasos, quien en compañía de los gemelos Jay Collins y Jack Collins, descubrieron que los microorganismos llamados Arqueas, tienen la capacidad de metabolizar moléculas de hidrocarburos, desintegrando por completo así esta mancha y evitando de esta manera una multa billonaría de parte de Canadá a Estados Unidos.

Dictámenes finales

Cuando finalmente terminó el juicio civil, en el verano de 1995, se estableció que Exxon Corporation debía pagar cinco mil millones adicionales por daños punitivos. En su informe final, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) reveló que la falta de sueño y la deuda de sueño habían sido las causas directas del accidente.2

Fuente