Félix García Rodríguez

Félix Carlos García Rodríguez
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NombreFélix Carlos García Rodríguez
Fallecimiento11 de noviembre de 1980
Causa de la muerteAsesinado.
OcupaciónFuncionario de la misión de Cuba en la ONU.

Félix Carlos García Rodríguez. Funcionario de la misión de Cuba en la ONU. Asesinado el 11 de noviembre de 1980, por el terrorista de origen cubano Eduardo Arocena, miembro de la organización terrorista Omega 7. El culpable fue juzgado y declarado como tal, en septiembre de 1984.

Biografía

Félix era un personaje inolvidable por su sencillez, originalidad, simpatía innata y desbordante, habilidades múltiples, desenfadado desprendimiento y sentido de solidaridad humana.


Su Funeral

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Funeral de Félix Garcia

Su masivo funeral en Cuba], además de reflejar el viril repudio de nuestro pueblo a las cobardes agresiones que durante décadas han realizado mercenarios al servicio del imperio, también conllevaba la ira de todos los que lo conocimos por habernos arrebatado a un compañero sumamente querido por su afán de servicio y desinteresada conducta.

Félix "Pechuga"

Algún amigo le puso el mote que casi se convirtió en su primer apellido porque, en su empeño de adolescente por evidenciar su fortaleza física, desarrolló exageradamente los pectorales. De ahí el apodo que sustituyó para siempre su común apellido gallego, siendo de todos conocido en lo adelante como Félix "Pechuga".

Procedencia

Procedente de una familia humilde tuvo que trabajar desde temprano. Se convirtió en un diestro dealer del casino del hotel Riviera, en cuyo cierre e intervención participó activamente al triunfo de la Revolución cubana.

Revolucionario

Llevaba esa Revolución en las venas y todo lo que hacía era regido por los principios que había abrazado para toda la vida. Como parte del pueblo participó en movilizaciones militares y productivas, distinguiéndose siempre, sembrando amigos, incapaz de pasar inadvertido.

En el Ministerio de Relaciones Exteriores se destacó por su dedicación constante a las labores que le correspondían y en la ayuda que brindaba a todo el que lo requiriera. Fue de los más activos y ejemplares trabajadores de la primera "micro" del MINREX, pese a que no necesitaba vivienda.

Ello explica que sin ser de los cuadros más relevantes del organismo, los dos cancilleres cubanos con los que trabajó, Roa y Malmierca, le profesaran una distinción peculiar.

Misión permanente de Cuba ante la ONU

Designado en la Misión permanente de Cuba ante la ONU atendía labores administrativas pero era, sin duda, uno de los personajes de aquella Misión. "Tío Félix" le decían los niños de la escuela cubana allí radicada cuando los visitaba, sacando caramelos de todos los bolsillos.

Casi con obsesión, limpiaba y pulía todos los días, aunque no figuraba entre sus funciones, la placa de bronce a la entrada de la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, que nos identifica. Parecía que necesitaba que brillara cada día más, como otro símbolo sagrado de la Patria.

Un Compatriota de su Isla

Aunque tampoco era su responsabilidad, siempre tenía en el auto revistas Bohemia y Granma Internacional, que repartía entre la colonia cubana radicada en Nueva York; era un proselitista nato y disfrutaba relatando las victorias de sus compatriotas en la isla. No iba en esta cruzada solo adonde radicaban los amigos; buscaba sumar, aclarar dudas, polemizar.

Dicharachero, pero no vulgar, tenía un lenguaje críptico personal y único, que mezclaba con gestos que todos disfrutábamos para caracterizar la labor de espionaje del enemigo o enfatizar sus argumentos.

Su asesinato

En el viaje hacia la cena con unos amigos en la barriada de Queens se detuvo en una tintorería de otros conocidos para dejar su ropa y entregarles los esperados materiales informativos. Se dijo, aunque no nos consta, cuando lo asesinaron de cuatro balazos, que había bajado el cristal de la ventanilla del auto para ripostar un insulto o para hacer un favor, respondiendo a una pregunta.

Lo que sí sabemos y debemos recordar es que consideró su labor allí como la trinchera desde donde debía combatir y dedicó a ese empeño todas sus energías, siempre, incansablemente.

Véase también

Fuentes