Leopoldo Pérez Rodríguez

Leopoldo Pérez Rodríguez
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Nacimiento23 de noviembre de 1861
San Juan y Martínez, Pinar del Río
Fallecimiento14 de enero de 1986
Bacunagua
Nacionalidadcubano
PadresTiburcio y Antonia

Leopoldo Pérez Rodríguez. Patriota pinareño caído en combate en 1896 combatiendo bajo las órdenes de Antonio Maceo.

Síntesis biográfica

Nació en San Juan y Martínez el 23 de noviembre de 1861 y fueron sus padres Tiburcio y Antonia. Contrajo matrimonio con Sabina Montes de Oca Porras, hija del distinguido patriota Felipe Montes de Oca.

Inicio en acciones independentista

Leopoldo, que se dedicada al cultivo de las tierras de su familia acomodada, era un hombre serio y honesto y de un carácter fuerte e indoblegable. Sus inquietudes independentistas fueron estimuladas por los sucesos patrióticos que ya muchos cubanos habían protagonizado frente a los colonialistas españoles.

Desde muy joven supo valorar la importancia de ser libres de España y prefirió conspirar y renunciar a las ventajas de poseer tierras e ingenio y morir por la patria, como lo había hecho Carlos Manuel de Céspedes en la guerra grande.

En 1890 se entrevista con el general Antonio Maceo Grajales en La Habana, quien se encontraba hospedado en el Hotel Inglaterra, frente al parque central capitalino. En esta ocasión trasmite al Titán de Bronce su decisión, como la de varios jóvenes sanjuaneros, de marchar a la manigua redentora y al regresar a vueltabajo comienza a conspirar con otros patriotas coterráneos, efectuando reuniones y arengas independentistas desde el majagual de la finca Albóniga, situada en el barrio de Martínez.

Regresa a su lugar de origen

Su valor e inteligencia se ponen a prueba en los momentos en que logra infiltrarse en el puesto de voluntarios (cubanos traidores al servicio de España) de la ciudad de Pinar del Río de donde arribaban constantemente las tropas españolas. En una ocasión, haciéndose pasar por traidor a la patria, clava las espuelas al caballo y parte a galope desenfrenado hacia las taironas donde se encontraba el general Maceo gritando “Viva mi patria libre”. De esta forma se presenta ante el general Roberto Bermúdez con el que vuelve a entrar a San Juan y Martínez el 10 de Enero de 1896.

Se incorpora al Estado Mayor

El día 11 de Enero de 1896 es incorporado al estado Mayor del General Bermúdez y el 14 de ese mismo mes tiene el bautizo de guerra y sangre en Bacunagua, donde combatió fieramente contra las tropas del general Español Luque. Por la bravura y el arrojo que demuestra en esta acción bélica se le considera como uno de los héroes de la misma y el propio Titán de Bronce le confiere los grados de comandante del ejército libertador y le da la gloriosa orden de reunir e incorporar la tropa organizadamente a todas las fuerzas revolucionarias de esta zona occidental. El comandante Leopoldo cumple cabal y fielmente esta encomienda de Maceo aglutinando a todos los mambises del territorio en el poblado de Guane.

Fue herido en Combate

Pasa a las órdenes del entonces coronel Varona jefe del regimiento de tiradores de Maceo y al concluir la invasión a occidente por las tropas insurrectas queda al frente de toda esta zona de guerra. Se produce el desembarco de un regimiento español por Arroyos de Mantua y el comandante Leopoldo y su aguerrida tropa lo enfrentan hostigando a los soldados colonialistas constantemente. El brazo valeroso del heroico mambí sanjuanero siembra el terror entre las tropas enemigas hasta que el 24 de Marzo de 1896, al frente de sus hombres en una fiera carga al machete, llevada a cabo en el sangriento combate de las taironas de Guane junto a su ayudante personal y ahijado Leopoldo Alonso, también sanjuanero.

Caída en Combate

En horas de la noche del seis de enero de 1896 se une a las tropas de Antonio Maceo en Las Taironas y el 14 tuvo su bautizo de sangre en Bacunagua. Donde cae mortalmente herido el glorioso guerrero. En el mismo lugar donde cayera construyó un obelisco pasado la guerra y acá en San Juan y Martínez su nombre inolvidable le fue impuesto a una de sus principales calles. En el año 1901 sus restos fueron trasladados hacia nuestro cementerio municipal y desde entonces se le rinde el merecido homenaje del pueblo. Leopoldo Pérez Rodríguez supo ponerse a la vanguardia de su tiempo y su ejemplo está hoy más vigente que nunca en los sanjuaneros.

Fuentes