Museo (Manzanillo)

Museo de Manzanillo
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
Fundación:14 de junio de 1979
Tipo de unidad:Museo
País:Bandera de Cuba Cuba
Dirección:Calle Martí No 226 entre Maceo y Masó. Manzanillo Granma

Museo de Manzanillo Museo inaugurado el 14 de junio de 1979. Expone materiales de la historia local y regional.

Inaguración

En Manzanillo el 14 de junio no es una fecha casual, pues a la notable coincidencia histórica que unió los natalicios de Maceo y el Che, se le suma el nacimiento de uno de los mejores hijos de la Ciudad del Golfo: el General del Ejército Libertador Bartolomé Masó Márquez (1830). De ahí que el 14 de junio de 1979 haya sido sabiamente escogido para inaugurar el primer museo con carácter municipal tras la publicación en la Gaceta Oficial de la República de la “Ley 23 de los Museos Municipales”, con fecha 19 de mayo del mismo año.

El acontecimiento cultural, sin precedentes en la museología cubana, brindó la posibilidad de que cada municipio mostrará testimonios materiales de la historia local y regional, sólo vistos hasta el momento en algunas ciudades del país, como Guanabacoa y Cárdenas.

Antecedente en Manzanillo

Como antecedente en Manzanillo sólo se conoce la existencia de una pequeña sala-museo en la sede de la organización de los Estudiantes Exploradores, mencionada en algunos documentos locales como museo y refiriéndose a la pérdida de un reloj de oro, perteneciente a la acaudalada familia matancera Iznaga. De esta primera intención de museo la actual institución ha heredado los cañones de artillería que forman parte de la exposición permanente.

En el año 1968 fue inaugurado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el Museo Parque Nacional “La Demajagua”, ubicado a 14 Km de la ciudad; donde se exhibían, de forma ordenada e integrados a la concepción monumentaria, piezas testigos del momento cumbre de la consolidación de la nación cubana, tales como la campana que llamó a los esclavos a la libertad, la catalina atrapada por el antiguo jagüey y los restos de la máquina de vapor de lo que fue un ingenio azucarero.

Voluntad de Celia Sánchez Manduley

Existe una interrogante en cuanto a la inmediatez de la apertura del museo y los escasos días que median con respecto a la publicación de la “Ley 23”. La deseada inauguración fue debida, en primer lugar, a la voluntad de Celia Sánchez Manduley de crear un museo, el que se venía preparando con anterioridad. Celia, junto a las autoridades municipales y provinciales, escogió el local que se consideró más apropiado para tal fin: una antigua casona colonial sita en la calle Martí, # 124. En segundo lugar, la apertura del museo manzanillero se pudo lograr gracias a la colaboración del Centro de Veteranos de las Guerras de Independencia y sus descendientes en la ciudad, al donar objetos relacionados con figuras y hechos históricos importantes, que habían sido custodiados por años en su sede. Y, en tercer lugar, al apoyo de los coleccionistas Wilfredo Naranjo Gautier, César Sáez y Kiqui Véliz, entre otros, que propiciaron la rápida colecta de piezas para formar el fondo inicial del museo.

La concepción del proyecto museológico correspondió al museólogo Juan José Vidal y su ejecución museográfica estuvo a cargo del prestigioso museógrafo cubano José Linares. Ambos formaron el equipo de montaje, junto a especialistas del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, y fueron dirigidos por Jorge Moscoso. Se inició entonces de una forma consciente el trabajo museológico y socio-cultural de la institución, que tuvo la responsabilidad de organizar el sistema documental y planear e implementar su trazado cultural, asesorado por el Consejo Nacional de Patrimonio.

Colecciones

El museo ocupa una antigua casona del siglo XIX en forma de C con patio interior, techo con tejas criollas, la belleza de los arcos ojivales, sus grandes puerta talladas y rematadas con manillas de bronce y protegidas por sencillas, pero sólidas rejas de hierro le dan una elegancia señorial a la antigua vivienda de una de las familias más acaudaladas de la antigua Villa Puerto Real de Manzanillo, sus amplios salones permiten la exhibición de importantes colecciones relacionadas con la historia de Manzanillo, sus principales acontecimientos y relevantes personalidades.

Dentro de sus principales colecciones se encuentra la perteneciente al General Bartolomé Masó Márquez y su relación con las Guerras de independencia.

En su exposición permanente se puede observar objetos pertenecientes al insigne patriota y su larga trayectoria como revolucionario radical e independentista, uno de los Presidentes de La República en Armas durante la gesta emancipadora y candidato a presidente de la República en las elecciones de 1902 de las cuales se retiró dignamente por sus altos principios patrióticos.

Acercamiento de los ciegos y débiles visuales

Desde su iniciación, el museo ha contado con el beneplácito de la comunidad manzanillera que, motivada por el trabajo de museólogos y especialistas, ha contribuido al incremento de las colecciones. Durante los años transcurridos, y a través del cumplimiento de sus funciones internas y externas, la institución se ha convertido en un foco cultural evidenciando la interacción museo-comunidad. Entre los proyectos socio-culturales más enjundiosos se puede mencionar “Con los Ojos del Corazón”, que por una década ha logrado el acercamiento de los ciegos y débiles visuales al museo, experiencia que se ha generalizado hacia un público noble y agradecido. También el proyecto “Venga la Esperanza”, dedicado a los impedidos físicos, ha sido de gran aceptación, no sólo por la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM), sino también por el público general. Se ha mantenido una estrecha relación escuela-museo con resultados en la formación vocacional, mediante la realización de diversas acciones vinculadas con los diferentes niveles de enseñanza.

El Museo Municipal Manzanillo es sólo una muestra de lo que constituyó la apertura de los museos municipales en Cuba, iniciando el estudio de la Museología en cada municipio en función de salvaguardar el patrimonio cultural local; importante misión social limitada hasta aquel momento a la capital y alguna que otra ciudad. El hecho cultural fue una demostración del firme propósito de preservar el patrimonio cultural desde las células originarias de los procesos culturales e históricos de nuestro país.

Véase también

Fuentes

  • Entrevista a Museólogo Lic. José Matilla Vázquez
  • Documentos de la Oficina Municipal de Patrimonio Cultural
  • [1]