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|Nombre=  Proceso comunicativo de la narrativa oral literaria
 
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'''Proceso comunicativo de la narrativa oral literaria.''' L a narrativa oral literaria es un género literario específico que se caracteriza  por compartir rasgos de la narrativa, junto con otros de la [[obra dramática]]. El  discurso de la narrativa oral literaria es el propio del texto narrativo, pero su  actualización implica recursos propios del género dramático, más allá de los aspectos  comunes que existen entre todos los géneros literarios. Estamos, por tanto, frente a una  peculiar forma literaria que a diferencia del [[teatro]] no emplea en su discurso el diálogo  de forma exclusiva, y que a diferencia del texto narrativo utiliza recursos espectaculares  propios de una representación.
 
   
 
Las relaciones entre la narrativa oral y la obra dramática han sido apuntadas por  diversos autores, aunque sin llegar a ofrecer una caracterización detallada que ponga  adecuadamente de relieve los múltiples aspectos que comparten.  También se ha  destacado la relación existente entre el discurso retórico y la narrativa oral literaria, a  partir de la [[actio]], en la medida en que los recursos retóricos desplegados en esta  operación retórica, son a su vez de modo más general propios de la comunicación
 
dramática. La actio sirve para caracterizar perfectamente los procedimientos comunicativos de la narración oral, por cuanto todos sus elementos están presentes en la  representación retórica, así como todos los elementos de esta última se encuentran en la  representación teatral. Estos procesos comunicativos podrían plasmarse gráficamente en tres círculos concéntricos, el exterior correspondería al teatro, el intermedio a la retórica  y el interior y de menor diámetro a la narrativa oral literaria.
 
  
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'''Proceso comunicativo de la narrativa oral literaria.''' La narrativa oral literaria es un género literario específico que se caracteriza  por compartir rasgos de la narrativa, junto con otros de la [[obra dramática]]. El  discurso de la narrativa oral literaria es el propio del texto narrativo, pero su  actualización implica recursos propios del género dramático, más allá de los aspectos  comunes que existen entre todos los géneros literarios. Estamos, por tanto, frente a una  peculiar forma literaria que a diferencia del [[teatro]] no emplea en su discurso el diálogo  de forma exclusiva, y que a diferencia del texto narrativo utiliza recursos espectaculares  propios de una representación.
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== El género literario  ==
 
== El género literario  ==
 
El primer paso consistirá en establecer y precisar, con la mayor claridad posible,  los límites del objeto de estudio, que se denominar convencionalmente  como relato breve tradicional, dentro del amplio campo del [[folklore literario]]. Así, el  relato breve tradicional, en cuanto especie del género narrativo oral literario, ocupa en la  actualidad un espacio teórico que puede ser delimitado claramente con fines operativos  frente a otros tipos de literatura oral no narrativa —canciones líricas—, frente a  manifestaciones de la narrativa oral no literaria —historia oral—, frente al mito, e  incluso frente a otras especies de la narrativa literaria oral —canciones narrativas—.  
 
El primer paso consistirá en establecer y precisar, con la mayor claridad posible,  los límites del objeto de estudio, que se denominar convencionalmente  como relato breve tradicional, dentro del amplio campo del [[folklore literario]]. Así, el  relato breve tradicional, en cuanto especie del género narrativo oral literario, ocupa en la  actualidad un espacio teórico que puede ser delimitado claramente con fines operativos  frente a otros tipos de literatura oral no narrativa —canciones líricas—, frente a  manifestaciones de la narrativa oral no literaria —historia oral—, frente al mito, e  incluso frente a otras especies de la narrativa literaria oral —canciones narrativas—.  
                                                                                         
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Las relaciones entre la narrativa oral y la obra dramática han sido  apuntadas por  diversos autores, aunque sin llegar a ofrecer una  caracterización detallada que ponga  adecuadamente de relieve los  múltiples aspectos que comparten.  También se ha  destacado la relación  existente entre el discurso retórico y la narrativa oral literaria, a  partir de la [[actio]], en la medida en que los recursos retóricos  desplegados en esta  operación retórica, son a su vez de modo más  general propios de la comunicación
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dramática. La actio sirve para  caracterizar perfectamente los procedimientos comunicativos de la  narración oral, por cuanto todos sus elementos están presentes en la  representación retórica, así como todos los elementos de esta última se  encuentran en la  representación teatral. Estos procesos comunicativos  podrían plasmarse gráficamente en tres círculos concéntricos, el  exterior correspondería al teatro, el intermedio a la retórica  y el  interior y de menor diámetro a la narrativa oral literaria.
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Igualmente, el relato breve tradicional, más comúnmente denominado cuento —al que  se adjetiva de tradicional, folklórico, oral o popular— se puede caracterizar  pragmáticamente por su peculiar proceso de comunicación que implica elementos  propios de la narración, referidos al discurso, y elementos propios de la representación teatral en su forma de actualización, además de aquellas características que le son  propias. Entre estas últimas cabe citar la naturaleza oral que no sólo caracteriza a este  género literario, sino que además está en su origen, pues surge como [[texto]] oral, frente a  la narración e incluso el teatro, que se originan como texto escrito. En el caso del teatro  encontramos generalmente un diálogo que está destinado a ser escenificado, puesto que  virtualmente incluye una representación; el relato tradicional no incluye virtualmente  una representación porque es en sí mismo representación.  
 
Igualmente, el relato breve tradicional, más comúnmente denominado cuento —al que  se adjetiva de tradicional, folklórico, oral o popular— se puede caracterizar  pragmáticamente por su peculiar proceso de comunicación que implica elementos  propios de la narración, referidos al discurso, y elementos propios de la representación teatral en su forma de actualización, además de aquellas características que le son  propias. Entre estas últimas cabe citar la naturaleza oral que no sólo caracteriza a este  género literario, sino que además está en su origen, pues surge como [[texto]] oral, frente a  la narración e incluso el teatro, que se originan como texto escrito. En el caso del teatro  encontramos generalmente un diálogo que está destinado a ser escenificado, puesto que  virtualmente incluye una representación; el relato tradicional no incluye virtualmente  una representación porque es en sí mismo representación.  
  
 
La narrativa oral sólo puede desarrollarse en un tiempo rigurosamente presente,  como el teatro —aunque el discurso adopte un tiempo pasado—, pero sin límites  espaciales ni temporales, ni de construcción imaginaria, como sucede en la novela, al  estar el mundo ficcional mediatizado por la figura textual del narrador, en este caso un  narrador omnisciente, propio del relato no-focalizado o heterodiegético.  
 
La narrativa oral sólo puede desarrollarse en un tiempo rigurosamente presente,  como el teatro —aunque el discurso adopte un tiempo pasado—, pero sin límites  espaciales ni temporales, ni de construcción imaginaria, como sucede en la novela, al  estar el mundo ficcional mediatizado por la figura textual del narrador, en este caso un  narrador omnisciente, propio del relato no-focalizado o heterodiegético.  
 
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La narrativa oral, en suma, además de las características propias derivadas de la  [[oralidad]], aúna elementos de la obra dramática representada, como el lenguaje directo o  la presencia efectiva del público —actante envolvente—, mientras que otros son propios  de la narración, como la figura del narrador.
 
   
 
 
== EL Texto Narrativo Oral Literario  ==
 
== EL Texto Narrativo Oral Literario  ==
 
El Texto Narrativo Oral Literario es, por definición, un texto oral; como producto  humano, es histórico-cultural, de carácter artístico literario y forma parte de un proceso  de comunicación. El objeto de la semiología de la literatura oral estaría pues constituido  por el [[Texto Oral]]. Al igual que en el Texto Dramático, el Texto Oral tiene una doble  vertiente, el Texto Literario y el Texto Espectacular, aunque con distintas  características.
 
El Texto Narrativo Oral Literario es, por definición, un texto oral; como producto  humano, es histórico-cultural, de carácter artístico literario y forma parte de un proceso  de comunicación. El objeto de la semiología de la literatura oral estaría pues constituido  por el [[Texto Oral]]. Al igual que en el Texto Dramático, el Texto Oral tiene una doble  vertiente, el Texto Literario y el Texto Espectacular, aunque con distintas  características.
  
El Texto Literario está constituido por el discurso narrativo, mientras  que el Texto Espectacular está formado por las didascalias implicadas en el discurso y  por el paralenguaje, los indéxicos, gestos, movimientos, etc., realizados en una  representación. Tanto uno como otro, indisolublemente unidos, están destinados a la representación; en ésta existen diferentes procedimientos de creación de sentido que  pueden darse en simultaneidad, gracias a la utilización de signos verbales y no verbales  en el proceso de comunicación. La narrativa oral literaria, al igual que el teatro, es un  género literario que se dirige a dos sentidos del público en simultaneidad: [[la vista]] y el  [[oído]].  
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El Texto Literario está constituido por el discurso narrativo, mientras  que el Texto Espectacular está formado por las didascalias implicadas en el discurso y  por el paralenguaje, los indéxicos, gestos, movimientos, etc., realizados en una  representación. Tanto uno como otro, indisolublemente unidos, están destinados a la representación; en ésta existen diferentes procedimientos de creación de sentido que  pueden darse en simultaneidad, gracias a la utilización de signos verbales y no verbales  en el proceso de comunicación. La narrativa oral literaria, al igual que el teatro, es un  género literario que se dirige a dos sentidos del público en simultaneidad: la [[vista]] y el  [[oído]].  
  
 
No obstante, el estudio del relato tradicional suele centrarse de forma exclusiva en  el texto escrito, que apenas contiene alguna indicación sobre la forma en que se llevó a  cabo la representación. Al igual que el resto de los géneros literarios, su estudio se  puede hacer desde diversos puntos de vista metodológicos; en cambio, apenas existen  estudios que se ocupen de la representación, debido a que normalmente el relato  tradicional se estudia como un texto narrativo más, que únicamente presenta ciertas  peculiaridades derivadas de su autoría colectiva. Además se suele utilizar cualquiera de  las versiones de un relato determinado como si se tratase de un texto fijado y estable.  
 
No obstante, el estudio del relato tradicional suele centrarse de forma exclusiva en  el texto escrito, que apenas contiene alguna indicación sobre la forma en que se llevó a  cabo la representación. Al igual que el resto de los géneros literarios, su estudio se  puede hacer desde diversos puntos de vista metodológicos; en cambio, apenas existen  estudios que se ocupen de la representación, debido a que normalmente el relato  tradicional se estudia como un texto narrativo más, que únicamente presenta ciertas  peculiaridades derivadas de su autoría colectiva. Además se suele utilizar cualquiera de  las versiones de un relato determinado como si se tratase de un texto fijado y estable.  
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Las dificultades que presenta el estudio de la representación son mayores que las de un  texto escrito debido a su situación en un espacio concreto —espacio de  representación—, en un tiempo presente, y que, en cualquier caso, no deja de ser una las  posibles actualizaciones, dentro de las virtualidades de representación que contiene la  obra. Existirán tantas representaciones distintas como narradores —actores-  narradores—; de hecho cada representación es en sí misma única, ya que no solamente  pueden variar las circunstancias de cada puesta en escena de carácter espectacular, sino  que además no debemos olvidar que el texto literario no está fijado de antemano por la  escritura y, en consecuencia, la organización del material discursivo no puede hacerse  dos veces de la misma manera.  
 
Las dificultades que presenta el estudio de la representación son mayores que las de un  texto escrito debido a su situación en un espacio concreto —espacio de  representación—, en un tiempo presente, y que, en cualquier caso, no deja de ser una las  posibles actualizaciones, dentro de las virtualidades de representación que contiene la  obra. Existirán tantas representaciones distintas como narradores —actores-  narradores—; de hecho cada representación es en sí misma única, ya que no solamente  pueden variar las circunstancias de cada puesta en escena de carácter espectacular, sino  que además no debemos olvidar que el texto literario no está fijado de antemano por la  escritura y, en consecuencia, la organización del material discursivo no puede hacerse  dos veces de la misma manera.  
  
El texto escrito —procedente de una narración oral—  no permanece igual en su forma, puesto que no existe una versión definitiva de un  relato, sino tantas versiones como transcriptores se hayan ocupado de poner por escrito  una actualización determinada llevada a cabo por un actor-narrador determinado.
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El texto escrito —procedente de una narración oral—  no permanece igual en su forma, puesto que no existe una versión definitiva de un  relato, sino tantas versiones como transcriptores se hayan ocupado de poner por escrito  una actualización determinada llevada a cabo por un actor-narrador determinado.
 
 
La primacía del texto literario sobre el espectacular en la narrativa oral literaria es  paralela a la que se produce en la obra dramática, que encuentra su justificación,  mantenida sin discusión hasta comienzos del [[siglo XIX]], en [[Aristóteles]] cuando afirma  que toda tragedia tiene espectáculo como una de sus partes cualitativas, pero, aunque el  espectáculo sea cosa seductora, es muy ajena al arte y la menos propia de la poética, ya  que la fuerza de la tragedia existiría sin representación y sin actores; además la [[tragedia ]] tiene para Aristóteles la ventaja de ser visible tanto en la lectura como en la  representación.  
 
  
 
== El signo narrativo oral ==  
 
== El signo narrativo oral ==  
 
El signo es una unidad de manifestación, resultado de un proceso de semiosis  por el que un sujeto establece o concreta una relación entre el plano de la expresión y el  plano del contenido. Y esto es válido tanto para un signo ya codificado, por ejemplo, un  signo lingüístico, como para un formante de signo, es decir, un signo circunstancial,  transitorio.
 
El signo es una unidad de manifestación, resultado de un proceso de semiosis  por el que un sujeto establece o concreta una relación entre el plano de la expresión y el  plano del contenido. Y esto es válido tanto para un signo ya codificado, por ejemplo, un  signo lingüístico, como para un formante de signo, es decir, un signo circunstancial,  transitorio.
 
Los signos lingüísticos utilizados en el discurso tienen un alto grado de  codificación, pero también se hace uso en la literatura oral de formantes de signo, y de  signos no verbales. Los formantes de signo son aquellos signos que no se encuentran  codificados de manera estable en un sistema y sólo adquieren sentido al ser  interpretados dentro de un determinado contexto; si éste cambia lo hace también su  
 
Los signos lingüísticos utilizados en el discurso tienen un alto grado de  codificación, pero también se hace uso en la literatura oral de formantes de signo, y de  signos no verbales. Los formantes de signo son aquellos signos que no se encuentran  codificados de manera estable en un sistema y sólo adquieren sentido al ser  interpretados dentro de un determinado contexto; si éste cambia lo hace también su  
significación. Aunque no se establece una relación estable con el concepto denotado,  generalmente existe una relación metonímica entre el formante de signo y el concepto al  que denota. Los formantes de signo utilizados en la literatura oral son mucho más  limitados que los que se pueden emplear en la obra dramática, y en su interpretación  suelen remitir, además de al contexto, al código cultural cotidiano de los integrantes de  la comunicación, es decir, a los códigos axiológicos, culturales, éticos, estéticos, etc., de  una determinada comunidad, que es, en definitiva, lo que le proporciona la unidad de  
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significación.  
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Aunque no se establece una relación estable con el concepto denotado,  generalmente existe una relación metonímica entre el formante de signo y el concepto al  que denota. Los formantes de signo utilizados en la literatura oral son mucho más  limitados que los que se pueden emplear en la obra dramática, y en su interpretación  suelen remitir, además de al contexto, al código cultural cotidiano de los integrantes de  la comunicación, es decir, a los códigos axiológicos, culturales, éticos, estéticos, etc., de  una determinada comunidad, que es, en definitiva, lo que le proporciona la unidad de  
 
sentido.  
 
sentido.  
 
El código y las condiciones de emisión del momento se convierten en aspectos de  importancia decisiva en manifestaciones teatrales que prescinden de la escritura textual  —improvisaciones—, hasta el punto de que si el código se debilita, la escritura se  vuelve indispensable.
 
El código y las condiciones de emisión del momento se convierten en aspectos de  importancia decisiva en manifestaciones teatrales que prescinden de la escritura textual  —improvisaciones—, hasta el punto de que si el código se debilita, la escritura se  vuelve indispensable.
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De hecho, el elemento fundamental para la existencia del teatro es la presencia del  actor, y, por tanto, adquieren un papel decisivo los sistemas de signos que le están más  íntimamente vinculados —signos lingüísticos, signos paraverbales, signos quinésicos—.  
 
De hecho, el elemento fundamental para la existencia del teatro es la presencia del  actor, y, por tanto, adquieren un papel decisivo los sistemas de signos que le están más  íntimamente vinculados —signos lingüísticos, signos paraverbales, signos quinésicos—.  
El resto de elementos que pueden intervenir en una representación dramática pueden  considerarse como meramente accesorios. La narrativa oral literaria, por tanto, comparte  con el teatro los códigos dramáticos básicos y necesarios para que pueda hablarse de  representación teatral. Sin duda la obra dramática puede utilizar muchos otros signos  que la doten de mayores posibilidades escénicas, pero no por ello de mayor contenido  teatral. Creo que, en muchos aspectos, la narrativa oral literaria puede ser asimilada con  los principios que definen el teatro pobre de [[Jerzy Grotowski]], por cuanto que, como  
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El resto de elementos que pueden intervenir en una representación dramática pueden  considerarse como meramente accesorios. La narrativa oral literaria, por tanto, comparte  con el teatro los códigos dramáticos básicos y necesarios para que pueda hablarse de  representación teatral.  
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Sin duda la obra dramática puede utilizar muchos otros signos  que la doten de mayores posibilidades escénicas, pero no por ello de mayor contenido  teatral. Creo que, en muchos aspectos, la narrativa oral literaria puede ser asimilada con  los principios que definen el teatro pobre de [[Jerzy Grotowski]], por cuanto que, como  
 
sostiene este autor, el teatro puede existir sin maquillaje, vestuario especial,  escenografía, escenario, iluminación o efectos de sonido; pero en cambio no puede  existir sin la relación actor-espectador.
 
sostiene este autor, el teatro puede existir sin maquillaje, vestuario especial,  escenografía, escenario, iluminación o efectos de sonido; pero en cambio no puede  existir sin la relación actor-espectador.
  
 
Otros autores opinan, igualmente, que la esencia  del teatro está en la relación actor-espectador, como [[Erika Fischer-Lichte]], quien sostiene que las condiciones mínimas para que pueda hablarse de teatro serían: una  persona A, que representa a X, mientras S es espectador; o [[Peter Brook]], para quien un  hombre situado en un espacio mientras otro le observa es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral.
 
Otros autores opinan, igualmente, que la esencia  del teatro está en la relación actor-espectador, como [[Erika Fischer-Lichte]], quien sostiene que las condiciones mínimas para que pueda hablarse de teatro serían: una  persona A, que representa a X, mientras S es espectador; o [[Peter Brook]], para quien un  hombre situado en un espacio mientras otro le observa es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral.
En consecuencia, parece llegarse en la narrativa oral literaria a una depuración en el  empleo de signos, materializada en la sola presencia del actor-narrador, que favorece la  creación de un estrecho vínculo comunicativo con el espectador, que lo convierte, por  medio de su participación, en sujeto de un auténtico proceso de interacción.
 
  
 
== El discurso narrativo oral  ==
 
== El discurso narrativo oral  ==
 
 
El discurso de la narrativa oral literaria se presenta como un discurso narrativo, en  donde el narrador, como se ha visto en el apartado anterior, organiza todo el material  lingüístico, dispone de la voz, de los conocimientos del mundo narrado, establece el  orden de los hechos y elige las palabras que considera más adecuadas para contarnos la  historia; pero además puede ceder la palabra a los personajes y hacer que éstos  establezcan un diálogo entre ellos. Por tanto, narración y diálogo son las características  
 
El discurso de la narrativa oral literaria se presenta como un discurso narrativo, en  donde el narrador, como se ha visto en el apartado anterior, organiza todo el material  lingüístico, dispone de la voz, de los conocimientos del mundo narrado, establece el  orden de los hechos y elige las palabras que considera más adecuadas para contarnos la  historia; pero además puede ceder la palabra a los personajes y hacer que éstos  establezcan un diálogo entre ellos. Por tanto, narración y diálogo son las características  
 
de este tipo de discurso.  
 
de este tipo de discurso.  
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La interacción no verbal que se establece entre el actor y el público en los  momentos previos y al comienzo de una representación es denominada por [[Donald M.  Kaplan]] diálogo primario y se materializa en unas relaciones recíprocas de interés,  entusiasmo, placer, juego, temor, agresividad, etc.
 
La interacción no verbal que se establece entre el actor y el público en los  momentos previos y al comienzo de una representación es denominada por [[Donald M.  Kaplan]] diálogo primario y se materializa en unas relaciones recíprocas de interés,  entusiasmo, placer, juego, temor, agresividad, etc.
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La profesora [[Carmen Bobes]] no  limita esta relación dialógica primaria a los seres animados, sino que la extiende a  cualquier sistema de signos que puedan estar en escena al comienzo de la representación, y justifica el carácter agresivo del público en esta relación debido a la  falta de un código común entre el actor y el público, lo cual implica una sensación de  inseguridad en el espectador que se irá disipando a medida que se desarrolle la obra.  
 
La profesora [[Carmen Bobes]] no  limita esta relación dialógica primaria a los seres animados, sino que la extiende a  cualquier sistema de signos que puedan estar en escena al comienzo de la representación, y justifica el carácter agresivo del público en esta relación debido a la  falta de un código común entre el actor y el público, lo cual implica una sensación de  inseguridad en el espectador que se irá disipando a medida que se desarrolle la obra.  
  
Algunos autores, a propósito del diálogo dramático, destacan la convención por la  cual el público presente en la representación, sin el cual ésta no se llevaría a cabo, debe  comportarse como si no estuviera presente y los actores actuar como si no existiese  público; así, Alexandrescu se refiere a un tercer actante, que no interviene en el diálogo,  pero es fundamental para caracterizarlo frente a los diálogos de otros géneros literarios,  al que denomina actante englobante, mientras que Bajtín lo llama tercero en el diálogo o superdestinatario. Esta relación entre público y actores no es dialogal, porque no es  interactiva, ya que el público se limita a ser receptor de la obra. La narrativa oral  literaria requiere necesariamente de un público en cada una de las actualizaciones, pero,  a diferencia de la representación dramática, los receptores no deben permanecer  pasivos; en este tipo de comunicación la simultaneidad temporal y la contigüidad  espacial consiente que el público receptor pueda expresar su placer o disgusto, así como pedir explicaciones sobre el desarrollo argumental al narrador, como veremos más
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Algunos autores, a propósito del diálogo dramático, destacan la convención por la  cual el público presente en la representación, sin el cual ésta no se llevaría a cabo, debe  comportarse como si no estuviera presente y los actores actuar como si no existiese  público; así, Alexandrescu se refiere a un tercer actante, que no interviene en el diálogo,  pero es fundamental para caracterizarlo frente a los diálogos de otros géneros literarios,  al que denomina actante englobante, mientras que Bajtín lo llama tercero en el diálogo o superdestinatario.  
adelante.  
 
  
 
== Las categorías del texto narrativo oral literario  ==
 
== Las categorías del texto narrativo oral literario  ==
 
 
La narrativa oral literaria presenta una historia, hechos y relaciones que cambian:  
 
La narrativa oral literaria presenta una historia, hechos y relaciones que cambian:  
 
Existen acciones vividas por unos personajes en un tiempo y un espacio determinado,  todo ello relatado por un narrador. En su relato podemos distinguir el discurso, es decir  la verbalización llevada a cabo por el narrador, el argumento, que daría cuenta del  contenido del discurso, pero liberándolo de sus palabras textuales, y la historia, que se  correspondería con la ordenación cronológica de los hechos narrados.
 
Existen acciones vividas por unos personajes en un tiempo y un espacio determinado,  todo ello relatado por un narrador. En su relato podemos distinguir el discurso, es decir  la verbalización llevada a cabo por el narrador, el argumento, que daría cuenta del  contenido del discurso, pero liberándolo de sus palabras textuales, y la historia, que se  correspondería con la ordenación cronológica de los hechos narrados.
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Es posible  distinguir, en la narrativa oral, acciones, personajes, tiempo y espacio, categorías que  tienen unas formas de presentación y distribución —sintaxis—, un valor significativo  propio en los límites de la obra —semántica— y pueden ser interpretadas en el ámbito  de los sujetos que intervienen en el proceso comunicativo, autor y receptores —  pragmática—.
 
Es posible  distinguir, en la narrativa oral, acciones, personajes, tiempo y espacio, categorías que  tienen unas formas de presentación y distribución —sintaxis—, un valor significativo  propio en los límites de la obra —semántica— y pueden ser interpretadas en el ámbito  de los sujetos que intervienen en el proceso comunicativo, autor y receptores —  pragmática—.
  
 
== Acciones  ==
 
== Acciones  ==
 
Las acciones están presentes en la narrativa oral de la misma forma que en la  novela. Su identificación se logra por medio de la segmentación. La novela cuenta una  historia ficcional al igual que el relato oral literario, por lo que no existen motivos que  impidan llevar a cabo el análisis de ambos textos con el mismo método para identificar  las unidades de la narración. La expresión del discurso por medio de un código  lingüístico escrito o a través de un código lingüístico oral, referido a la novela y al relato literario oral respectivamente, no invalidan el paralelismo que mantienen estos géneros  literarios en lo relativo a la secuencia de acciones de una historia que se manifiesta en  ambos casos. La narratología se ocupa de determinar las unidades que desempeñan una  función en la trama, y luego precisar las relaciones que hay entre ellas y la disposición  en que se han situado. Las acciones por medio de un proceso de abstracción se  conceptualizan en funciones, es decir, en esquemas despojados de sus rasgos  
 
Las acciones están presentes en la narrativa oral de la misma forma que en la  novela. Su identificación se logra por medio de la segmentación. La novela cuenta una  historia ficcional al igual que el relato oral literario, por lo que no existen motivos que  impidan llevar a cabo el análisis de ambos textos con el mismo método para identificar  las unidades de la narración. La expresión del discurso por medio de un código  lingüístico escrito o a través de un código lingüístico oral, referido a la novela y al relato literario oral respectivamente, no invalidan el paralelismo que mantienen estos géneros  literarios en lo relativo a la secuencia de acciones de una historia que se manifiesta en  ambos casos. La narratología se ocupa de determinar las unidades que desempeñan una  función en la trama, y luego precisar las relaciones que hay entre ellas y la disposición  en que se han situado. Las acciones por medio de un proceso de abstracción se  conceptualizan en funciones, es decir, en esquemas despojados de sus rasgos  
individualizadores. Dentro de la metodología narratológica es posible aplicar varios modelos: el modelo funcional de Propp, que señala como unidad mínima la función; el  secuencial de Bremond, que parte de la secuencia elemental formada por tres funciones  básicas; el jerarquizado de Barthes, que clasifica las funciones en cardinales, o nudos de  las acciones, y catálisis, transición entre dos nudos; o las propuestas de Greimas y  Todorov, entre otros.
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individualizadores.  
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Dentro de la metodología narratológica es posible aplicar varios modelos: el modelo funcional de Propp, que señala como unidad mínima la función; el  secuencial de Bremond, que parte de la secuencia elemental formada por tres funciones  básicas; el jerarquizado de Barthes, que clasifica las funciones en cardinales, o nudos de  las acciones, y catálisis, transición entre dos nudos; o las propuestas de Greimas y  Todorov, entre otros.
  
 
== Personajes  ==
 
== Personajes  ==
 
 
La construcción del personaje narrativo, señala la profesora Carmen Bobes,  sigue dos principios, el de discrecionalidad y el de unidad, que obligan a la construcción  de personajes coherentes. El personaje se presenta como un nombre, que es una etiqueta  semántica en blanco, y se construye en el discurso por medio de datos discretos y  discontinuos que proceden de tres fuentes: la información que proporciona el narrador,  la información que ofrece el personaje por medio de sus palabras, sus acciones y sus  
 
La construcción del personaje narrativo, señala la profesora Carmen Bobes,  sigue dos principios, el de discrecionalidad y el de unidad, que obligan a la construcción  de personajes coherentes. El personaje se presenta como un nombre, que es una etiqueta  semántica en blanco, y se construye en el discurso por medio de datos discretos y  discontinuos que proceden de tres fuentes: la información que proporciona el narrador,  la información que ofrece el personaje por medio de sus palabras, sus acciones y sus  
relaciones y, en tercer lugar, la información que proporcionan sobre él los otros  personajes. Algunos teóricos niegan la existencia del personaje y sólo admiten la  dimensión funcional de actante, lo cual implica la negación de las categorías de tiempo  y espacio, y en consecuencia el texto quedaría reducido a un esquema de acción producto de un proceso de abstracción sin ningún valor literario.19 En la narrativa oral  literaria se produce un desdoblamiento en el proceso comunicativo que guarda  semejanzas con el proceso comunicativo del teatro y que afecta al personaje. Por un  lado, los personajes que aparecen en el discurso tienen las mismas características que el  personaje de un relato o de una novela, pero además de estos personajes contamos con  la presencia del actor, más concretamente del actor-narrador. De esta forma, podemos  establecer las siguientes relaciones: el actor-narrador es la unidad básica de la  representación, el personaje es la unidad básica del discurso, mientras que el actante es  la unidad básica de la sintaxis de la obra.  
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relaciones y, en tercer lugar, la información que proporcionan sobre él los otros  personajes. Algunos teóricos niegan la existencia del personaje y sólo admiten la  dimensión funcional de actante, lo cual implica la negación de las categorías de tiempo  y espacio, y en consecuencia el texto quedaría reducido a un esquema de acción producto de un proceso de abstracción sin ningún valor literario.
  
== El proceso comunicativo de la narrativa oral literaria ==
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En la narrativa oral  literaria se produce un desdoblamiento en el proceso comunicativo que guarda  semejanzas con el proceso comunicativo del teatro y que afecta al personaje. Por un  lado, los personajes que aparecen en el discurso tienen las mismas características que el  personaje de un relato o de una novela, pero además de estos personajes contamos con  la presencia del actor, más concretamente del actor-narrador. De esta forma, podemos  establecer las siguientes relaciones: el actor-narrador es la unidad básica de la  representación, el personaje es la unidad básica del discurso, mientras que el actante es  la unidad básica de la sintaxis de la obra.
  
Es posible caracterizar pragmáticamente la literatura narrativa oral por medio de  su peculiar proceso de comunicación que comporta elementos propios de la narración, referidos al discurso, y elementos propios de la representación teatral en la forma de actualización a la que se puede denominar, por tanto, representación. La narrativa oral  es un medio de comunicación complejo que añade elementos nuevos al esquema  comunicativo al tener muchos más emisores que la literatura escrita o incluso que el
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== Proceso comunicativo de la narrativa oral literaria ==
teatro; estos emisores forman una cadena de transmisión que se prolonga en el tiempo,  mediante un permanente e incesante proceso de transducción. El efecto feedback juega  un papel más importante que en cualquier otro proceso de comunicación literaria,  convirtiendo dicha comunicación en auténticamente interactiva. Hablamos de más de un  emisor porque el receptor se convierte a su vez en el emisor de una nueva  comunicación. La presencia del intermediario es un elemento esencial para que exista  esta comunicación, debido a que el Texto Oral forma una unidad indisoluble sin que se  pueda en ningún caso hablar de Texto Escrito y Texto Representado, como sucede en  una obra dramática, en donde cada uno de estos Textos culmina separadamente la  función comunicativa.  
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Es posible caracterizar pragmáticamente la literatura narrativa oral por medio de  su peculiar proceso de comunicación que comporta elementos propios de la narración, referidos al discurso, y elementos propios de la representación teatral en la forma de actualización a la que se puede denominar, por tanto, representación.  
  
En la narrativa oral cobra una singular importancia la emisión del mensaje, ya que a diferencia de lo que ocurre en la poesía o la novela el texto no está fijado; incluso en  una representación teatral se lleva a cabo una adaptación del texto proporcionado por el  autor —de hecho es inevitable en mayor o menor medida—, pero en la oralidad  narrativa la emisión se convierte en una recreación, en donde el sujeto emisor tiene  absoluta libertad para ordenar el material discursivo y el espectacular, así como para añadir o suprimir aquello que considere oportuno. Además, está impelido a actuar de este modo ante la ausencia de un texto más o menos fijado, como es el caso de la poesía  oral que deja mucho menos margen a la actividad de recreación. También el teatro tiene  un pequeño margen para la improvisación, por medio del empleo de fórmulas teatrales codificadas por personajes igualmente estereotipados, como sucede en la Commedia
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La narrativa oral es un medio de comunicación complejo que añade elementos nuevos al esquema comunicativo al tener muchos más emisores que la literatura escrita o incluso que el  
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teatro; estos emisores forman una cadena de transmisión que se prolonga en el tiempomediante un permanente e incesante proceso de transducción. El efecto feedback juega un papel más importante que en cualquier otro proceso de comunicación literariaconvirtiendo dicha comunicación en auténticamente interactiva.
  
== Fuentes ==
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Hablamos de más de un emisor porque el receptor se convierte a su vez en el emisor de una nueva comunicación. La presencia del intermediario es un elemento esencial para que exista  esta comunicación, debido a que el Texto Oral forma una unidad indisoluble sin que se pueda en ningún caso hablar de Texto Escrito y Texto Representado, como sucede en  una obra dramática, en donde cada uno de estos Textos culmina separadamente la  función comunicativa.  
[http://www.culturaspopulares.org/textos5/articulos/lada.pdf Lada Ferreras, Ulpiano. “El proceso comunicativo de la narrativa oral literaria”. Culturas Populares. Revista Electrónica 5 (julio-diciembre
 
2007), 22pp. ]
 
Bobes Naves, María del C. Semiología..., págs. 7-8.  
 
  
Lada Ferreras, Ulpiano. La narrativa..., págs. 115-121.  
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En la narrativa oral cobra una singular importancia la emisión del mensaje, ya que a  diferencia de lo que ocurre en la poesía o la novela el texto no está fijado; incluso en  una representación teatral se lleva a cabo una adaptación del texto proporcionado por el  autor —de hecho es inevitable en mayor o menor medida—, pero en la oralidad  narrativa la emisión se convierte en una recreación, en donde el sujeto emisor tiene  absoluta libertad para ordenar el material discursivo y el espectacular, así como para  añadir o suprimir aquello que considere oportuno. Además, está impelido a actuar de  este modo ante la ausencia de un texto más o menos fijado, como es el caso de la poesía  oral que deja mucho menos margen a la actividad de recreación. También el teatro tiene  un pequeño margen para la improvisación, por medio del empleo de fórmulas teatrales  codificadas por personajes igualmente estereotipados, como sucede en la Comedia.
  
Lada Ferreras, Ulpiano. «El relato...», págs. 321-329.  
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== Fuentes ==
 
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*[http://www.culturaspopulares.org/textos5/articulos/lada.pdf Narrativa Oral]
Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 87.  
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*Bobes Naves, María del C. Semiología..., págs. 7-8.
 
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*Lada Ferreras, Ulpiano. La narrativa..., págs. 115-121.
Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 117.  
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*Lada Ferreras, Ulpiano. «El relato...», págs. 321-329.  
 
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*Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 87.  
A. Ubersfeld, La escuela..., pág. 25.  
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*Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 117.  
 
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*A. Ubersfeld, La escuela..., pág. 25.  
M.a del C. Bobes Naves, El diálogo..., págs. 131-132.  
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*M.a del C. Bobes Naves, El diálogo..., págs. 131-132.  
 
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*J. Grotowski, Hacia..., págs. 9-13.  
J. Grotowski, Hacia..., págs. 9-13.  
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*E. Fischer-Lichte, Semiótica..., pág. 27.  
 
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*P. Brook, El espacio..., pág. 5  
E. Fischer-Lichte, Semiótica..., pág. 27.  
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*A. Olrik, Epic..., págs. 87-97.  
 
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*D. M. Kaplan, «La arquitectura...», págs. 19-21.  
P. Brook, El espacio..., pág. 5  
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*Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 184.  
 
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*Bobes Naves, María del C. Semiología..., págs. 186-189.  
A. Olrik, Epic..., págs. 87-97.  
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*Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 199.  
 
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*Bobes Naves, María del C. La novela, pág. 141.  
D. M. Kaplan, «La arquitectura...», págs. 19-21.  
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*Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 286.  
 
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*Lada Ferreras, Ulpiano. La narrativa..., págs. 5-6.  
Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 184.  
 
 
 
Bobes Naves, María del C. Semiología..., págs. 186-189.  
 
 
 
Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 199.  
 
 
 
Bobes Naves, María del C. La novela, pág. 141.  
 
 
 
Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 286.  
 
 
 
Lada Ferreras, Ulpiano. La narrativa..., págs. 5-6.  
 
  
 
                                                                                          
 
                                                                                          
 
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última versión al 08:12 8 jul 2019

Narrativa oral literaria
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Proceso comunicativo de la narrativa oral literaria. La narrativa oral literaria es un género literario específico que se caracteriza por compartir rasgos de la narrativa, junto con otros de la obra dramática. El discurso de la narrativa oral literaria es el propio del texto narrativo, pero su actualización implica recursos propios del género dramático, más allá de los aspectos comunes que existen entre todos los géneros literarios. Estamos, por tanto, frente a una peculiar forma literaria que a diferencia del teatro no emplea en su discurso el diálogo de forma exclusiva, y que a diferencia del texto narrativo utiliza recursos espectaculares propios de una representación.

El género literario

El primer paso consistirá en establecer y precisar, con la mayor claridad posible, los límites del objeto de estudio, que se denominar convencionalmente como relato breve tradicional, dentro del amplio campo del folklore literario. Así, el relato breve tradicional, en cuanto especie del género narrativo oral literario, ocupa en la actualidad un espacio teórico que puede ser delimitado claramente con fines operativos frente a otros tipos de literatura oral no narrativa —canciones líricas—, frente a manifestaciones de la narrativa oral no literaria —historia oral—, frente al mito, e incluso frente a otras especies de la narrativa literaria oral —canciones narrativas—.

Las relaciones entre la narrativa oral y la obra dramática han sido apuntadas por diversos autores, aunque sin llegar a ofrecer una caracterización detallada que ponga adecuadamente de relieve los múltiples aspectos que comparten. También se ha destacado la relación existente entre el discurso retórico y la narrativa oral literaria, a partir de la actio, en la medida en que los recursos retóricos desplegados en esta operación retórica, son a su vez de modo más general propios de la comunicación dramática. La actio sirve para caracterizar perfectamente los procedimientos comunicativos de la narración oral, por cuanto todos sus elementos están presentes en la representación retórica, así como todos los elementos de esta última se encuentran en la representación teatral. Estos procesos comunicativos podrían plasmarse gráficamente en tres círculos concéntricos, el exterior correspondería al teatro, el intermedio a la retórica y el interior y de menor diámetro a la narrativa oral literaria.

Igualmente, el relato breve tradicional, más comúnmente denominado cuento —al que se adjetiva de tradicional, folklórico, oral o popular— se puede caracterizar pragmáticamente por su peculiar proceso de comunicación que implica elementos propios de la narración, referidos al discurso, y elementos propios de la representación teatral en su forma de actualización, además de aquellas características que le son propias. Entre estas últimas cabe citar la naturaleza oral que no sólo caracteriza a este género literario, sino que además está en su origen, pues surge como texto oral, frente a la narración e incluso el teatro, que se originan como texto escrito. En el caso del teatro encontramos generalmente un diálogo que está destinado a ser escenificado, puesto que virtualmente incluye una representación; el relato tradicional no incluye virtualmente una representación porque es en sí mismo representación.

La narrativa oral sólo puede desarrollarse en un tiempo rigurosamente presente, como el teatro —aunque el discurso adopte un tiempo pasado—, pero sin límites espaciales ni temporales, ni de construcción imaginaria, como sucede en la novela, al estar el mundo ficcional mediatizado por la figura textual del narrador, en este caso un narrador omnisciente, propio del relato no-focalizado o heterodiegético.

EL Texto Narrativo Oral Literario

El Texto Narrativo Oral Literario es, por definición, un texto oral; como producto humano, es histórico-cultural, de carácter artístico literario y forma parte de un proceso de comunicación. El objeto de la semiología de la literatura oral estaría pues constituido por el Texto Oral. Al igual que en el Texto Dramático, el Texto Oral tiene una doble vertiente, el Texto Literario y el Texto Espectacular, aunque con distintas características.

El Texto Literario está constituido por el discurso narrativo, mientras que el Texto Espectacular está formado por las didascalias implicadas en el discurso y por el paralenguaje, los indéxicos, gestos, movimientos, etc., realizados en una representación. Tanto uno como otro, indisolublemente unidos, están destinados a la representación; en ésta existen diferentes procedimientos de creación de sentido que pueden darse en simultaneidad, gracias a la utilización de signos verbales y no verbales en el proceso de comunicación. La narrativa oral literaria, al igual que el teatro, es un género literario que se dirige a dos sentidos del público en simultaneidad: la vista y el oído.

No obstante, el estudio del relato tradicional suele centrarse de forma exclusiva en el texto escrito, que apenas contiene alguna indicación sobre la forma en que se llevó a cabo la representación. Al igual que el resto de los géneros literarios, su estudio se puede hacer desde diversos puntos de vista metodológicos; en cambio, apenas existen estudios que se ocupen de la representación, debido a que normalmente el relato tradicional se estudia como un texto narrativo más, que únicamente presenta ciertas peculiaridades derivadas de su autoría colectiva. Además se suele utilizar cualquiera de las versiones de un relato determinado como si se tratase de un texto fijado y estable.

Las dificultades que presenta el estudio de la representación son mayores que las de un texto escrito debido a su situación en un espacio concreto —espacio de representación—, en un tiempo presente, y que, en cualquier caso, no deja de ser una las posibles actualizaciones, dentro de las virtualidades de representación que contiene la obra. Existirán tantas representaciones distintas como narradores —actores- narradores—; de hecho cada representación es en sí misma única, ya que no solamente pueden variar las circunstancias de cada puesta en escena de carácter espectacular, sino que además no debemos olvidar que el texto literario no está fijado de antemano por la escritura y, en consecuencia, la organización del material discursivo no puede hacerse dos veces de la misma manera.

El texto escrito —procedente de una narración oral— no permanece igual en su forma, puesto que no existe una versión definitiva de un relato, sino tantas versiones como transcriptores se hayan ocupado de poner por escrito una actualización determinada llevada a cabo por un actor-narrador determinado.

El signo narrativo oral

El signo es una unidad de manifestación, resultado de un proceso de semiosis por el que un sujeto establece o concreta una relación entre el plano de la expresión y el plano del contenido. Y esto es válido tanto para un signo ya codificado, por ejemplo, un signo lingüístico, como para un formante de signo, es decir, un signo circunstancial, transitorio. Los signos lingüísticos utilizados en el discurso tienen un alto grado de codificación, pero también se hace uso en la literatura oral de formantes de signo, y de signos no verbales. Los formantes de signo son aquellos signos que no se encuentran codificados de manera estable en un sistema y sólo adquieren sentido al ser interpretados dentro de un determinado contexto; si éste cambia lo hace también su significación.

Aunque no se establece una relación estable con el concepto denotado, generalmente existe una relación metonímica entre el formante de signo y el concepto al que denota. Los formantes de signo utilizados en la literatura oral son mucho más limitados que los que se pueden emplear en la obra dramática, y en su interpretación suelen remitir, además de al contexto, al código cultural cotidiano de los integrantes de la comunicación, es decir, a los códigos axiológicos, culturales, éticos, estéticos, etc., de una determinada comunidad, que es, en definitiva, lo que le proporciona la unidad de sentido. El código y las condiciones de emisión del momento se convierten en aspectos de importancia decisiva en manifestaciones teatrales que prescinden de la escritura textual —improvisaciones—, hasta el punto de que si el código se debilita, la escritura se vuelve indispensable. Algo semejante sucede en la narrativa oral, donde la debilitación y modificación del código, y de las condiciones de emisión —como consecuencia de los cambios socio-culturales en un ámbito determinado—, conlleva, en consecuencia, una plasmación por escrito del mensaje que asegure la permanencia de su contenido, aunque en una forma bien distinta.

El uso del proceso ostensivo en el teatro opone la obra dramática a la narrativa, el mostrar frente al contar. En el escenario, los personajes, acciones, objetos, etc., pueden ser enunciados por la palabra y mostrados ostensivamente mediante índices verbales y no verbales.

De hecho, el elemento fundamental para la existencia del teatro es la presencia del actor, y, por tanto, adquieren un papel decisivo los sistemas de signos que le están más íntimamente vinculados —signos lingüísticos, signos paraverbales, signos quinésicos—. El resto de elementos que pueden intervenir en una representación dramática pueden considerarse como meramente accesorios. La narrativa oral literaria, por tanto, comparte con el teatro los códigos dramáticos básicos y necesarios para que pueda hablarse de representación teatral.

Sin duda la obra dramática puede utilizar muchos otros signos que la doten de mayores posibilidades escénicas, pero no por ello de mayor contenido teatral. Creo que, en muchos aspectos, la narrativa oral literaria puede ser asimilada con los principios que definen el teatro pobre de Jerzy Grotowski, por cuanto que, como sostiene este autor, el teatro puede existir sin maquillaje, vestuario especial, escenografía, escenario, iluminación o efectos de sonido; pero en cambio no puede existir sin la relación actor-espectador.

Otros autores opinan, igualmente, que la esencia del teatro está en la relación actor-espectador, como Erika Fischer-Lichte, quien sostiene que las condiciones mínimas para que pueda hablarse de teatro serían: una persona A, que representa a X, mientras S es espectador; o Peter Brook, para quien un hombre situado en un espacio mientras otro le observa es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral.

El discurso narrativo oral

El discurso de la narrativa oral literaria se presenta como un discurso narrativo, en donde el narrador, como se ha visto en el apartado anterior, organiza todo el material lingüístico, dispone de la voz, de los conocimientos del mundo narrado, establece el orden de los hechos y elige las palabras que considera más adecuadas para contarnos la historia; pero además puede ceder la palabra a los personajes y hacer que éstos establezcan un diálogo entre ellos. Por tanto, narración y diálogo son las características de este tipo de discurso.

Normalmente la repetición se produce tres veces, lo cual debe ser puesto en relación con las leyes épicas —ley de repetición, ley de tres— expuestas por Axel Olrik.

La interacción no verbal que se establece entre el actor y el público en los momentos previos y al comienzo de una representación es denominada por Donald M. Kaplan diálogo primario y se materializa en unas relaciones recíprocas de interés, entusiasmo, placer, juego, temor, agresividad, etc.

La profesora Carmen Bobes no limita esta relación dialógica primaria a los seres animados, sino que la extiende a cualquier sistema de signos que puedan estar en escena al comienzo de la representación, y justifica el carácter agresivo del público en esta relación debido a la falta de un código común entre el actor y el público, lo cual implica una sensación de inseguridad en el espectador que se irá disipando a medida que se desarrolle la obra.

Algunos autores, a propósito del diálogo dramático, destacan la convención por la cual el público presente en la representación, sin el cual ésta no se llevaría a cabo, debe comportarse como si no estuviera presente y los actores actuar como si no existiese público; así, Alexandrescu se refiere a un tercer actante, que no interviene en el diálogo, pero es fundamental para caracterizarlo frente a los diálogos de otros géneros literarios, al que denomina actante englobante, mientras que Bajtín lo llama tercero en el diálogo o superdestinatario.

Las categorías del texto narrativo oral literario

La narrativa oral literaria presenta una historia, hechos y relaciones que cambian: Existen acciones vividas por unos personajes en un tiempo y un espacio determinado, todo ello relatado por un narrador. En su relato podemos distinguir el discurso, es decir la verbalización llevada a cabo por el narrador, el argumento, que daría cuenta del contenido del discurso, pero liberándolo de sus palabras textuales, y la historia, que se correspondería con la ordenación cronológica de los hechos narrados.

Es posible distinguir, en la narrativa oral, acciones, personajes, tiempo y espacio, categorías que tienen unas formas de presentación y distribución —sintaxis—, un valor significativo propio en los límites de la obra —semántica— y pueden ser interpretadas en el ámbito de los sujetos que intervienen en el proceso comunicativo, autor y receptores — pragmática—.

Acciones

Las acciones están presentes en la narrativa oral de la misma forma que en la novela. Su identificación se logra por medio de la segmentación. La novela cuenta una historia ficcional al igual que el relato oral literario, por lo que no existen motivos que impidan llevar a cabo el análisis de ambos textos con el mismo método para identificar las unidades de la narración. La expresión del discurso por medio de un código lingüístico escrito o a través de un código lingüístico oral, referido a la novela y al relato literario oral respectivamente, no invalidan el paralelismo que mantienen estos géneros literarios en lo relativo a la secuencia de acciones de una historia que se manifiesta en ambos casos. La narratología se ocupa de determinar las unidades que desempeñan una función en la trama, y luego precisar las relaciones que hay entre ellas y la disposición en que se han situado. Las acciones por medio de un proceso de abstracción se conceptualizan en funciones, es decir, en esquemas despojados de sus rasgos individualizadores.

Dentro de la metodología narratológica es posible aplicar varios modelos: el modelo funcional de Propp, que señala como unidad mínima la función; el secuencial de Bremond, que parte de la secuencia elemental formada por tres funciones básicas; el jerarquizado de Barthes, que clasifica las funciones en cardinales, o nudos de las acciones, y catálisis, transición entre dos nudos; o las propuestas de Greimas y Todorov, entre otros.

Personajes

La construcción del personaje narrativo, señala la profesora Carmen Bobes, sigue dos principios, el de discrecionalidad y el de unidad, que obligan a la construcción de personajes coherentes. El personaje se presenta como un nombre, que es una etiqueta semántica en blanco, y se construye en el discurso por medio de datos discretos y discontinuos que proceden de tres fuentes: la información que proporciona el narrador, la información que ofrece el personaje por medio de sus palabras, sus acciones y sus relaciones y, en tercer lugar, la información que proporcionan sobre él los otros personajes. Algunos teóricos niegan la existencia del personaje y sólo admiten la dimensión funcional de actante, lo cual implica la negación de las categorías de tiempo y espacio, y en consecuencia el texto quedaría reducido a un esquema de acción producto de un proceso de abstracción sin ningún valor literario.

En la narrativa oral literaria se produce un desdoblamiento en el proceso comunicativo que guarda semejanzas con el proceso comunicativo del teatro y que afecta al personaje. Por un lado, los personajes que aparecen en el discurso tienen las mismas características que el personaje de un relato o de una novela, pero además de estos personajes contamos con la presencia del actor, más concretamente del actor-narrador. De esta forma, podemos establecer las siguientes relaciones: el actor-narrador es la unidad básica de la representación, el personaje es la unidad básica del discurso, mientras que el actante es la unidad básica de la sintaxis de la obra.

Proceso comunicativo de la narrativa oral literaria

Es posible caracterizar pragmáticamente la literatura narrativa oral por medio de su peculiar proceso de comunicación que comporta elementos propios de la narración, referidos al discurso, y elementos propios de la representación teatral en la forma de actualización a la que se puede denominar, por tanto, representación.

La narrativa oral es un medio de comunicación complejo que añade elementos nuevos al esquema comunicativo al tener muchos más emisores que la literatura escrita o incluso que el teatro; estos emisores forman una cadena de transmisión que se prolonga en el tiempo, mediante un permanente e incesante proceso de transducción. El efecto feedback juega un papel más importante que en cualquier otro proceso de comunicación literaria, convirtiendo dicha comunicación en auténticamente interactiva.

Hablamos de más de un emisor porque el receptor se convierte a su vez en el emisor de una nueva comunicación. La presencia del intermediario es un elemento esencial para que exista esta comunicación, debido a que el Texto Oral forma una unidad indisoluble sin que se pueda en ningún caso hablar de Texto Escrito y Texto Representado, como sucede en una obra dramática, en donde cada uno de estos Textos culmina separadamente la función comunicativa.

En la narrativa oral cobra una singular importancia la emisión del mensaje, ya que a diferencia de lo que ocurre en la poesía o la novela el texto no está fijado; incluso en una representación teatral se lleva a cabo una adaptación del texto proporcionado por el autor —de hecho es inevitable en mayor o menor medida—, pero en la oralidad narrativa la emisión se convierte en una recreación, en donde el sujeto emisor tiene absoluta libertad para ordenar el material discursivo y el espectacular, así como para añadir o suprimir aquello que considere oportuno. Además, está impelido a actuar de este modo ante la ausencia de un texto más o menos fijado, como es el caso de la poesía oral que deja mucho menos margen a la actividad de recreación. También el teatro tiene un pequeño margen para la improvisación, por medio del empleo de fórmulas teatrales codificadas por personajes igualmente estereotipados, como sucede en la Comedia.

Fuentes

  • Narrativa Oral
  • Bobes Naves, María del C. Semiología..., págs. 7-8.
  • Lada Ferreras, Ulpiano. La narrativa..., págs. 115-121.
  • Lada Ferreras, Ulpiano. «El relato...», págs. 321-329.
  • Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 87.
  • Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 117.
  • A. Ubersfeld, La escuela..., pág. 25.
  • M.a del C. Bobes Naves, El diálogo..., págs. 131-132.
  • J. Grotowski, Hacia..., págs. 9-13.
  • E. Fischer-Lichte, Semiótica..., pág. 27.
  • P. Brook, El espacio..., pág. 5
  • A. Olrik, Epic..., págs. 87-97.
  • D. M. Kaplan, «La arquitectura...», págs. 19-21.
  • Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 184.
  • Bobes Naves, María del C. Semiología..., págs. 186-189.
  • Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 199.
  • Bobes Naves, María del C. La novela, pág. 141.
  • Bobes Naves, María del C. Semiología..., pág. 286.
  • Lada Ferreras, Ulpiano. La narrativa..., págs. 5-6.