Partido Republicano Radical

Partido Republicano Radical
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Presidente/aAlejandro Lerroux
Fundación6 de enero de 1908
Disolución1936
PaísBandera de España España

Partido Republicano Radical también referido simplemente como Partido Radical,​ fue un partido político español.

Historia

Orígenes y fundación

El nacimiento del Partido Radical lo fijan los historiógrafos de esta organización (Libro de oro del Partido Radical, 1934), en enero de 1908, con ocasión de un mitin republicano celebrado en Santander en el que Alejandro Lerroux García, rompió públicamente con el intento de Unión Republicana encabezado desde 1903 por José Salmerón. Durante un tiempo el nuevo partido va a limitarse geográficamente al marco barcelonés. En este sentido, puede advertirse —ha señalado O. Ruiz Manjón, El Partido Republicano Radical. 1908-1936, 1976, p. 39— cómo «ambos elementos (radicalismo obrero y anticatalanismo) vinieron a confluir en un movimiento en el que se integraban los grupos más activos del republicanismo barcelonés». En 1909 participa el Partido Radical en la constitución de la Conjunción Republicano-Socialista.

Primeros años

En Aragón, uno de los primeros contactos que consolida Lerroux fue con ocasión de la Asamblea Municipalista de la Antigua Corona de Aragón (1906), en la que potencia la figura de Joaquín Costa y Martínez, según algunos autores como posible alternativa a Salmerón. Desde mayo, Lerroux va a dirigir oficialmente el periódico zaragozano El Progreso, constituyéndose a nivel local un pequeño núcleo lerrouxista, que al año siguiente ataca ya a Salmerón y su política de apoyo a la Solidaridad Catalana en defensa de las opuestas posiciones de Lerroux. Los radicales van a ser durante los años siguientes hegemónicos en la política republicana zaragozana. El Partido Republicano Radical zaragozano va a ocupar los locales de la decadente Unión Republicana en la calle Cinegio, 3, desde donde editará su prensa (desde finales de 1910 a 1912, La Correspondencia de Aragón). En 1910 es elegido diputado a Cortes por la circunscripción de Zaragoza-capital el abogado radical Álvaro de Albornoz Liminiana. Ese año, el partido cuenta con un núcleo oscense de alrededor de un centenar de inscritos. A finales de 1912 A. Lerroux daría un resonante discurso en Zaragoza dentro de la campaña «¡Maura no!», tras el asesinato de Canalejas. Durante los años de la I Guerra Mundial, los radicales zaragozanos deben compartir su espacio político con el nuevo Partido Republicano Autonómo Aragonés (1914). Entre los directivos radicales zaragozanos de estos años encontramos a José Lázaro Sebastián, Sebastián Banzo Urrea, Mariano Salillas, Domingo Yela, José Algora Gorbea, etc.

La crisis de Estado de 1917 va a propiciar el papel de alternativa, no sólo a nivel gubernamental, del republicanismo. Ello hará que la presencia de Lerroux en Madrid sea cada vez más intensa, y que su preocupación y visión de los problemas, se deba ampliar a nivel estatal. En noviembre de 1918 se constituía en Madrid la Federación Republicana, encabezada, junto con Lerroux, por Giner de los Ríos, Castrovido, Manuel Marraco Ramón y M. Domingo. Varios meses más tarde se había constituido en Zaragoza una Federación Republicana local integrada por militantes de los tres partidos (radicales, autónomos y republicano-socialistas) que obtiene un relevante éxito electoral en las elecciones generales de ese año. En marzo de 1919, Lerroux participa con el directorio de la Federación Republicana en un imponente mitin celebrado en la plaza de toros de Zaragoza. Entre las actividades que desarrolla la Federación se encuentra la convocatoria del Congreso Nacional de la Democracia Republicana, celebrado en Madrid en noviembre de 1920, en el que es elegido Alejandro Lerroux presidente de la Junta Nacional Republicana, que debía reorganizar el partido. En las elecciones de ese año resulta elegido por el distrito de Calatayud el periodista local Darío Pérez García, adscrito ya a la disciplina lerrouxista. Ese año Lerroux presentaba por segunda vez su candidatura (la primera fue en 1919) por la circunscripción de Zaragoza-capital, sin que pudiera resultar electo. Tampoco ese año, los candidatos lerrouxistas por Huesca (José Ulled) y Valderrobres (J. Campos de Espadas) obtuvieron escaño.

Decadencia y desaparición

La llegada de la Dictadura de Primo de Rivera presencia un movimiento republicano en decadencia que sólo va a inflexionar testimonialmente el 11-II-1926, conmemoración de la I República, con la constitución de un organismo político unitario: la Alianza Republicana, en la que junto a los radicales la integran: el grupo de Acción Republicana (M. Azaña), el Partido Republicano Federal (H. Ayuso), el Partido Republicano Catalán (M. Domingo) y el grupo de prensa republicana (R. Castrovido). Es el núcleo que posibilita en el verano de 1930 la constitución del Pacto de San Sebastián junto con otras fuerzas políticas democráticas.

Durante los años de la II República, el Partido Radical va a posicionarse a la derecha de las organizaciones republicanas, ocupando el espacio político del centro-derecha, actuando como eje de la oposición, durante el bienio 1932-1933, a la política reformista de Manuel Azaña, y asumiendo las responsabilidades de gobierno en la siguiente etapa (1934-1935) con el apoyo de las derechas, de C.E.D.A. Esta derivación hacia posiciones de derecha provocará en mayo de 1934 la escisión de un sector del partido encabezado por el vicepresidente Martínez Barrios bajo la denominación del Partido Radical Demócrata, que converge unos meses más tarde en la constitución de Unión Republicana.

Durante los años treinta, en Aragón el Partido Radical es el grupo estrictamente republicano más importante. Así, en 1931, consigue nueve de los veintiún escaños (en 1933 copa cuatro escaños de la representación minoritaria). En Zaragoza cuenta con figuras de arraigo como Manuel Marraco, hombre de confianza de Lerroux, vicepresidente de las Cortes Constituyentes y posterior ministro, persona muy relacionada en los medios empresariales; el catedrático y rector en estos años Gil y Gil, Darío Pérez, etc. Editaron en la capital el semanario El Radical (1932-1933). Huesca es una de las provincias con mayor influencia radical. Entre sus notables está un veterano lerrouxista afincado en Barcelona, Rafael Ulled Altemir (junto con Marraco son los dos miembros aragoneses en la comisión ejecutiva radical); los alcaldes de Huesca, Manuel Gómez, y de Jaca, Pío Díez; editan desde octubre de 1931 hasta mediados de 1932 el diario El Radical, dirigido por Saúl Gazo. En Teruel, hay que citar al alcalde de la capital, José Borrajo; la organización juvenil, dirigida por Mateo Estevan editó el semanario El Turia (1932-1933), que es sustituido en 1933 por el bisemanario El Radical. Los diputados radicales aragoneses desarrollaron durante el primer bienio una política de oposicion al cierre de la Academia General Militar de Zaragoza y contra el Estatuto de Cataluña, política antiautonomista que ya desarrollara en su mitin oscense el candidato electo por esta circunscripción en junio de 1931, Alejandro Lerroux. En julio de 1932 dio Lerroux otro gran mitin en la plaza de toros de Zaragoza, en el que siguiendo su política de oposición a la coalición gubernamental republicano-socialista, propuso la formación de un gobierno estrictamente republicano; siéndole ofrecido tras el acto un significativo banquete por las «fuerzas productoras zaragozanas» (en la mesa presidencial el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Blesa Comín, y el de la Asociación de Labradores, Francisco Bernad Partagás). En este año, el Partido Radical llegará a contar con una extensa red de 366 comités locales en Aragón, casi la décima parte del total del partido, al que se apuntaron numerosos sectores políticos del viejo régimen, especialmente liberales y sanchezguerristas. En julio de 1933, los radicales constituyeron el Comité Regional de Aragón y patrocinaron, siguiendo los criterios economicistas de Marraco, una regionalización (mediante una ley de descentralización) que incorporara a Aragón, Soria y Rioja así como Castellón, al objeto de lograr una salida al mar.

La crisis mortal del Partido Radical, originada a finales de 1935 por distintos escándalos financieros, hace que en Aragón, al igual que en España, la organización radical entre en vía muerta. Así, en las provincias aragonesas no pudo lograr incluir en febrero de 1935 candidatos en el bloque de derechas, y aunque en Huesca y en Teruel presenten candidatos aislados por la minoría son un fracaso total. El Partido Republicano Radical quedó reducido en 1936 a cuatro diputados frente al centenar obtenido en los escrutinios anteriores.

Fuentes