Príncipe de Persia: las dos coronas (videojuego)

Principe de Persia Las dos Coronas
Información sobre la plantilla
Pop2coronas.jpg
Videojuego de Acción/Aventura/Plataformas
Anterior:Principe de Persia El Alma del Guerrero
Plataforma(s):PS2, PC, PSP Xbox Nintendo GameCube
Género(s):Acción/Aventura/Plataformas

Principe de Persia Las dos Coronas. Videojuego con título original: Prince of Persia: The Two Thrones, traducido literalmente como: Príncipe de Persia: Los Dos Tronos) es el sexto juego de la saga de Prince of Persia y el ultimo de la Saga de Sands of Time. A diferencia de Warrior Within, The Two Thrones contó con la participación de Jordan Mechner, creador original del juego; además de un nuevo sistema de ataque llamado speed kill o matanza veloz que permite eliminar a un enemigo sin que este se de cuenta. La historia es narrada por Kaileena.

Historia

Babilonia

Con la derrota del Dhaka y la liberación de la Emperatriz del tiempo, el Príncipe se dispone a regresar triunfante a su ciudad natal, Babilonia, en compañía de Kaileena. Pero por desgracia son recibidos por una Babilonia en guerra. Durante el ataque, el Príncipe y Kaileena se separaron, siendo la Emperatriz secuestrada por soldados enemigos. El Príncipe se abrió paso por las calles de la ciudad sitiada hasta llegar al palacio. En uno de los patios del palacio el Príncipe encuentra a Kaileena, pero es atacado por Nirkilla, una de las tenientes del no tan nuevo enemigo del Príncipe, quien le clava los eslabones de su cadena en el brazo izquierdo. Allí es cuando el enemigo se revela, es el Visir Zervan, quien había vuelto a la vida y no parecía recordar los sucesos sucedidos siete años atrás. El Visir cuenta que hace siete años viajo con el Maraja a la Isla del Tiempo, pero solo encontraron la daga del tiempo y un reloj de arena con arenas comunes.

Por lo que mato al Maraja y llevo a sus tropas a la guerra contra Babilonia. Luego de acabar su relato, el Visir saco la Daga del Tiempo y apuñalo a Kaileena, para que las arenas que yacían en su interior fueran absorbidas por la Daga. Aun así, parte de las Arenas del Tiempo se dispersaron por la ciudad infectando al ejército del Visir y al Príncipe mismo. El Visir se clavo la Daga para transmitir las arenas que absorbió la daga a su propio cuerpo, para sí convertirse en el dios de las Arenas y hacerse inmortal. Durante el agónico dolor de la transformación, el Visir soltó la daga y el príncipe la tomo justo antes de caer del patio a un balcón mas abajo.

El poder de la Daga logro frenar un poco la maldición de las arenas pero ya era tarde, el Príncipe estaba infectado. Mientras recorría el palacio en busca de una salida el Príncipe reflexiono sobre lo que había sucedido. Se había llevado a cabo el Mecanismo de la Agonía: al llevarse a Kaileena de la Isla del Tiempo, el Príncipe evito la creación de las arenas, por lo que los sucesos ocurridos hace siete años (en Sands of Time) nunca sucedieron y el Príncipe no mato al Visir. Pero tras reflexionar, el Príncipe sufre un terrible dolor en el brazo y cae por un agujero.

Un Príncipe Oscuro

El Príncipe es despertado por las constantes llamadas de una voz que resonaban en su cabeza. Se encontraba en una serie de alcantarillas debajo de la ciudad. Durante su camino en estas alcantarillas, el Príncipe y esta voz que se hacía llamar Príncipe Oscuro sostuvieron una serie de charlas y discusiones acerca de la aparición de este Alter ego. El Príncipe Oscuro revela que es el resultado de los sentimientos reprimidos por el Príncipe durante los siete años de huida, la presión por el Dahaka y el malestar psicológico a causa de los sucesos ocurridos en la Isla del Tiempo, y las arenas estaban materializando a este ser.

El Príncipe no tardo en cambiar de forma. Su cuerpo se torno negro, con unas marcas doradas que recorrían su cuerpo. Su cabello se comportaba como un fuego negro y se podría decir que la cadena que envolvía su brazo cobro vida, pues ahora se movía y podía multiplicar sus eslabones para extenderse y convertirse en un arma mortal. El Príncipe era ahora más fuerte, más rápido, pero su salud disminuía constantemente, señal de la personalidad autodestructiva del Príncipe Oscuro, y solo con Arenas podía reponerla. El Príncipe llego a un estanque con agua y recupero su forma normal. Pero las marcas doradas aun estaban en su brazo, y parecían extenderse.

De nuevo en Babilonia

Tras salir de las alcantarillas, el Príncipe se encuentra en una fortaleza, lejos de Babilonia. El Visir había dispersado a su ejército por toda la ciudad y por medio de unos extraños artefactos tenía todo controlado. El Príncipe perdió control de su cuerpo y se transformo de nuevo en el Príncipe Oscuro, quien se encargo de eliminar a los soldados de la fortaleza. Un río fue lo que le regreso su cuerpo al Príncipe.

Luego se subió a un carro tirado por caballos y atropello a unos soldados que llevaban una jaula, y sin saberlo, libero a una antigua aliada. Una persecución se llevo a cabo en el camino a Babilonia pero el Príncipe logro salir airoso. Ya dentro de la ciudad, el Príncipe y su alter ego discutieron por el papel que está desempeñando cada uno. Peor la discusión fue interrumpida por los gritos de auxilio de los babilonios afectados por la estadía del ejército del Visir. El Príncipe se encontró con varios enemigos, pero una lluvia de flechas le salvo la vida. El Príncipe continuó su camino y llego a un coliseo, donde se encontraba Klompa, otro teniente del Visir y que ahora se había convertido en un enorme monstruo de varios pisos de altura.

Para vencerlo, el Príncipe Oscuro ideo un plan y el Príncipe lo siguió al pie de la letra. Se trepo en el cuerpo de Klompa y con la Daga le saco los ojos, luego de lo cual usando su espada le corto el cuello y lo mato. Muchos babilonios fueron liberados por la muerte de Klompa, pero el Príncipe, temiendo ser visto como el Príncipe Oscuro escapo. El cuerpo del Príncipe regreso a la normalidad, luego de lo cual se encontró con Farah, pero ella, por supuesto, no lo recordaba.

Aun así el Príncipe decidió seguirla. Cuando finalmente la alcanzo, Farah le pregunto por cómo había conseguido la Daga del Tiempo. El Príncipe le cuenta que se la arrebato al Visir y revela que es hijo del Rey Sharaman. El Príncipe y Farah no tardaron en llegar al templo. Allí, tanto Farah como el Príncipe Oscuro cuestionaron al Príncipe sobre cómo iba a matar al Visir. La Daga fue la que le dio la inmortalidad y con ella se puede matar al Visir. Eventualmente Farah y el Príncipe se separan. El Príncipe entro al templo, pensando en utilizar a los poderosos guerreros, que se habían refugiado en el templo, en su campaña contra el Visir. Pero el Visir mato a todos los guerreros personalmente. Aprovechando que el Visir estaba en el templo, el Príncipe lo siguió furioso y dispuesto a acabar con el de una vez por todas. Pero el Visir salió volando hacia el palacio. Cuando Farah y el Príncipe se reencontraron, la hija del Maraja escucho a varias personas pedir auxilio. Pero el Príncipe ignoro los gritos, pues lo único que quería era matar al Visir. Farah dejo al Príncipe solo y se fue a ayudar.

El Príncipe siguió avanzando mientras el Príncipe Oscuro lo felicitaba por haberse deshecho de Farah. Pero el Príncipe no soportaba la idea de que algo le pasara y regreso para buscarla. Se encontró en un burdel, cosa que le restregó el Príncipe Oscuro. Se encontró con Farah rápidamente, pero se oculto antes de que ella se percatara de su presencia, pues su cuerpo se había vuelto a transformar, y el Príncipe no quería que Farah lo viera así. Tras regresar su cuerpo a la normalidad en una de las piscinas de burdel el Príncipe alcanzo a Farah, pero su charla fue interrumpida por Nirkilla. Farah se fue a salvar a las mujeres del burdel, mientras el Príncipe se encargaba de Nirkilla. Pero en la mitad de la pelea el Príncipe se volvió a transformar en el Príncipe Oscuro. La ira del Príncipe Oscuro se desato sobre Nirkilla, quien no tardo en perder la vida. Farah llego de repente y vio al Príncipe transformado, por lo que supuso que él la había engañado, y huyo.

Un verdadero guerrero

El Príncipe hizo lo posible por seguir a Farah, pero cuando la encontraba, ella desaparecía. Finalmente el Príncipe se baño en las aguas de una fuente. Su cuerpo había vuelto a la normalidad, pero no su mente. E incluso las marcas doradas se habían extendido hasta cubrirle casi toda la espalda. El Príncipe logro alcanzar a Farah y trato de convencerla de que sus sospechas eran infundadas, pero Farah no le hizo caso y le echo en cara su incompetencia antes de irse. Durante el resto del camino por los jardines y canales de Babilonia el Príncipe estuvo pensativo por las palabras que Farah le había dicho. El Príncipe, toda su vida, había pensado que un guerrero era aquel que luchaba sin parar, que desenfundaba su espada a cada momento y disfrutaba de la victoria, y claro, el Príncipe Oscuro apoyaba esta teoría. Pero las palabras de Farah decían otra cosa. Este intercambio de opiniones estaba generando una disputa interior entre los dos Príncipes. En especial al salir de los canales, pues el Príncipe diviso un edificio en llamas repleto de personas.

El Príncipe se dispuso a llegar hasta allá para salvar a esa gente. Pero el Príncipe Oscuro sospechaba de una trampa. Al llegar al edificio, Rebka, otro teniente del Visir apareció, restregándole el hecho de que el Príncipe estaba atrapado. El Príncipe vio a las personas que trabajaban en el taller real atrapadas y luego vio una estatua de su padre. Esto le dio una idea. Subió hasta los mecanismos del taller, y los activo para que la estatua del rey atravesara una de las paredes y así liberar a las personas. Un anciano salió y felicito al Príncipe por su labor. El Príncipe reconoció a aquel anciano, ya que ese anciano fue el que le hablo sobre la Isla del tiempo cuando el Príncipe era perseguido por el Dahaka. Entonces Rebka paso en un carro perseguido por caballos, y el Príncipe salió a perseguirlo. Tras alcanzarlo, el Príncipe y Rebka se dispusieron a pelear, pero entonces apareció el hermano de Rebka, Antienoj. El Príncipe esquivo el hacha de Antienoj y apuñalo varias veces a Rbeka, quien perdió la vida. Antienoj ataco al Príncipe lleno de ira, pero una flecha atravesó su cabeza. Allí apareció Farah, que había visto como el Príncipe había salvado a las personas. De nuevo como un equipo, Farah y el Príncipe llegaron a la plaza al pie del palacio. Pero un enorme ejército los acorralo. Entonces apareció el anciano junto con un ejército de babilonios dispuestos a acabar con el Visir.

Farah y El Príncipe lograron infiltrarse en el palacio y subir a un elevador que los llevaría a los jardines colgantes. Durante el trayecto, Farah quiso conocer mejor al Príncipe, pero este estaba muy concentrado en su tarea. Aun así Farah pudo conocer mejor al Príncipe y también supo que lo que más quería el Príncipe era reencontrarse con su padre. Ya en los jardines colgantes, Farah y el Príncipe se separaron, acordando encontrarse al otro lado de los jardines, en un puente que los llevaría al palacio. Pero al llegar ahí, Farah fue atrapada por el Visir, quien, de paso, arrojo al Príncipe a un abismo. Durante la caída, el Príncipe se transformo en el Príncipe Oscuro, y uso la cadena para sujetarse de una barra y llegar a salvo al fondo. El Príncipe vio que había un largo descenso hasta hallar una salida. Mientras la buscaba, los dos Príncipes se vieron en una tenaz discusión. Pero el Príncipe se concentro más en los problemas en que estaba. Estaba atrapado, era el Príncipe Oscuro, su salud disminuía lentamente y no había agua en ninguna parte para que volviera su cuerpo a la normalidad, cosa que le reprochaba el Príncipe Oscuro.

El pasaje estaba lleno de trampas, pero el Príncipe logro salir triunfante. Pero al entrar en una sala que estaba hundida en oscuridad, el Príncipe encontró la espada de su padre. Esta espada poseía un brillo sobrenatural que pronto ilumino la habitación, revelando el cuerpo sin vida del Rey Sharaman. El Príncipe se lleno de rabia, pero admitió que todo este tiempo ha estado culpando al Visir, cuando el Príncipe era el culpable de todos sus males. Siempre comportándose como un niño, exaltado e impaciente por corregir sus errores sin pensar las consecuencias de sus acciones. El Príncipe acepto todos sus errores, sus fallas y equivocaciones, y de repente, para sorpresa del Príncipe Oscuro, el cuerpo del Príncipe regreso a la normalidad, sin agua. Desde ese entonces el Príncipe Oscuro mantuvo callado por el resto del camino, tal vez pensando en que fue lo que sucedió, o tal vez por otra razón muy distinta.

La Torre de Babel

El Príncipe logro salir de aquel pasaje oscuro ostentando la espada de su padre. S encontraba en una estructura de madera usada para construir la famosa torre de Babel. Esta torre era muy alta. En la punta de esta se levantaba majestuoso el palacio. Pero era un trecho largo. Durante la subida a la torre, el Príncipe no escucho ninguna voz en su cabeza. Su cuerpo permaneció normal y las marcas doradas dejaron de expandirse. Esto, al Príncipe, le parecía extraño, incluso sospechoso. El Príncipe se acercaba a su objetivo. En este punto Kaileena nos explica la razón por a que permitió que esto sucediera. Ella había visto la línea del tiempo, esta se encontraba dividida en el punto en el que el Príncipe se enfrentara a la Emperatriz, siendo el final que está a punto de suceder el más prometedor de todos. El Príncipe llego finalmente ante el Visir. El Visir ataco al Príncipe, pero este le corto las alas con la Daga. El Visir furioso se elevo hasta lo más alto del palacio, dispuesto a convocar a todo su ejército. Pero el Príncipe logro alcanzarlo y le clavo la Daga en el pecho, matándolo.

El Reino Mental

Farah y los babilonios fueron liberados. El ejército dl Visir se convirtió en arenas las cuales se reunieron en lo alto de la torre invocando el espíritu de Kaileena. Ella le habla al Príncipe y le dice que este es su lugar, gobernando Babilonia junto a Farah. Pero la Emperatriz tenía que ir en un viaje en busca de su propio lugar y tal vez no se volvería a ver con el Príncipe. Las marcas del Príncipe desaparecieron y la cadena se soltó de su brazo. El Príncipe aprovecho para devolverle la Daga antes de que ella se fuera. Entonces se escucho un ruido. El Príncipe vio la corona real y trato de alcanzarla. Pero un ser que llevaba un traje negro se la arrebato. El Príncipe reconoció a este hombre, era el mismo que el Príncipe había visto en su premonición al salir de la isla del tiempo. Luego este ser se quito su traje revelando que era el Príncipe Oscuro, ahora materializado. El Príncipe ataco a su alter ego y todo se sumió en oscuridad. Luego el Príncipe se encontró en un lugar extraño, de aspecto indescriptible. Ya que estaba en su propia mente. El Príncipe Oscuro le reprocho sus acciones. Que fue una estupidez darle la Daga a Kaileena, en lugar de hacerse a si mismo inmortal. Que fue un idiota al seguir a Farah, entre otras cosas. El Príncipe le respondía poniéndole en cara su egoísmo y desesperación. Pero el Príncipe y el Príncipe Oscuro, según la teoría de este último, eran un mismo ser. Aun así, el Príncipe admitió sus errores y se sentía una persona distinta. Entonces aparecieron dos enormes Tronos.

El primero era hermoso, del color del mármol claro y revestido en plata. El segundo era negro, y estaba corroído por marcas doradas. El Príncipe ataco nuevamente a su alter ego. Pero uno cayó y dos se levantaron. Farah finalmente irrumpió en el sueño del Príncipe y le dijo que ignorara a su otro yo, debido a que su mente se mantenía perturbada debido a la sola presencia del Príncipe Oscuro. El Príncipe despertó y se encontró con Farah, y al parecer el Príncipe Oscuro se fue para siempre. Farah y el Príncipe reanudaron su conversación para conocerse mejor, y en eso Farah le pregunta al Príncipe como fue que sabía su nombre. Entonces el Príncipe empieza a narrar la historia que lo llevo a tan monumental travesía.

Personajes Principales

El Príncipe

Es el Príncipe de siempre. No ha pasado mucho tiempo desde que estaba en la Isla del Tiempo donde cambió su propio destino pero aun así cuando vuelve a Babilonia encuentra a una Babilonia en guerra y destruida. Pero descubre que el Visir es el causante de esa guerra. Ahora tiene que luchar contra el Visir.

El Príncipe Oscuro

Cuando el Príncipe llega a Babilonia empieza a escuchar voces en su cabeza y después comprende que es un alter ego suyo. Este alter ego se había formado por culpa de la rabia encerrada dentro de su cuerpo durante los 7 años de persecución por parte del Dahaka y este alter ego se estaba materializando cuando las arenas infectaron al Príncipe. Ahora además de luchar contra el Visir tiene que hacerlo contra su otro yo.

Fuentes