Programa Nacional por la Lectura

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Programa Nacional por la Lectura
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Programa rectorado por la Biblioteca Nacional José Martí para la promoción de la lectura en todo el territorio nacional.

Programa Nacional por la Lectura. Leer es un derecho negado durante milenios a la mayoría de la humanidad. Leer es ampliar las referencias que tenemos del mun­do, entrar en contacto con el prodigio de la creación intelectual, con el trabajo de otros seres humanos: los autores de los libros o textos que elegimos entre muchos posibles. Leer es un ejercicio que expresa y sostiene la cultura de una nación, su fuerza espiritual y sus valores, su capacidad de resistencia y desarrollo. Leer, aunque parezca una experiencia intima y solitaria, es participar.

Introducción

Cuando en los años iniciales de la Revolución, con el esfuerzo y el sacrificio épico de miles de jóvenes cubanos, se declaró a nuestro país "Territorio Libre de Anal­fabetismo", se daba comienzo a otra revolución no menos heroica, justiciera y memorable que aquella que había bajado triunfante de la Sierra Maestra, la revolución de la cultura, del saber, del libro, la lectura, y el pensamiento. Fidel lo resumió en frase magistral "No le íbamos a decir al pueblo ¡cree, sino lee!". Y eso fue lo que hizo el pueblo cubano, con la ansiedad y el placer que sólo pueden desplegar quienes se descubren a sí mismos en el acto de entender las esencias del mundo exterior.

Uno de los signos visibles de la radical transformación que había ocurrido, a partir de 1959, fue la costumbre de leer, adquirida a escala masiva por los cubanos. Nos situamos por encima de muchos países desarrollados en la pro­ducción editorial y el libro se convirtió entre nosotros en un objeto cotidiano e imprescindible.

En la actualidad, y ante las irrenunciables aspiraciones y perspectivas de nuestro desarrollo social, debemos rescatar la dimensión ética del conoci­miento frente a los embates de la banalización. La lectura, como pilar esencial de la formación cultural, puede contribuir a la batalla por preservar nuestros valores "Títulos dan los reyes" nos recordó Martí, pero de ennoblecimiento de alma ninguno mayor que el que se saca de los libros".

En el mundo en que vivimos, habituados a comprarlo y venderlo todo, la lectura y el libro se han convertido muchas veces en rehenes de las prácticas consumistas generadas por el mercado. Al propio tiempo ha irrumpido una industria cultural que promueve una amplia gama de producciones editoria­les, audiovisuales y electrónicas alienantes y mediocres. En medio de la globalización hegemonista y con la inevitable presencia de un mercado subcultural, tenemos que conservar y desarrollar el diálogo intelectual que propicia un buen libro.

La necesidad de leer, entre nosotros, requiere asumirse conscientemen­te, y se debe facilitar, inducir y estimular por diversas vías, en consideración a su profunda trascendencia y a la huella que deja en la inteligencia y en el crecimiento espiritual de los individuos, en su calificación profesional y en su conciencia.

La realidad de hoy nos obliga a ser creativos. Disponemos en todo el país de un recurso que bien aprovechado es fundamental para nuestro Programa, en primer lugar, los maestros, factores claves en este esfuerzo y junto a ellos, los bibliotecarios. Contamos también con una valiosa infraestructura: escuelas, bibliotecas, universidades, institutos pedagógicos, librerías y editoriales.

Dejar de leer hoy equivaldría a dejar de ser cultos, o lo que es lo mismo de ser libres. Un pueblo como el cubano, empeñado en construir una sociedad justa no puede ser menos que un pueblo libre y culto, como quería Martí. Desde estos fundamentos, los ministerios de Cultura y Educación en represen­tación y coordinando los esfuerzos del resto de la sociedad cubana, de sus organismos políticos, de sus organizaciones sindicales y de masas, del gobier­no y las asociaciones artísticas e intelectuales del país adoptan el siguiente Programa Nacional por la Lectura, concebido en términos estratégicos y no como una campaña coyuntural.

Principios generales

El Programa Nacional por la Lectura es un conjunto de acciones de carácter estratégico, proyectadas para un desarrollo a largo plazo y con participación y efectos tan am­plios como la totalidad de la socie­dad cubana. Dentro del Programa se propone la coordinación de los esfuerzos de todos los organismos, instituciones, grupos y personas del país interesados en promover el li­bro y la lectura entre nuestro pue­blo. Los principios sobre los cuales se fundamenta el trabajo del Pro­grama son los siguientes:

Historicidad: Se tomarán en cuenta las experiencias de programas y cam­pañas similares puestas en práctica en nuestro país u otros lugares del mun­do, sí como la rica experiencia ate­sorada por instituciones y personas vinculadas al universo de la educación, la cultura y la promoción iteraria.

Objetividad: Partirá del conoci­miento objetivo de la situación ac­tual concreta que presenta nuestra sociedad en materia de promoción de la lectura, producción, difusión del libro, impacto de nuevas tec­nologías, medios de comunicación, estado de las redes de bibliotecas públicas y escolares, y motivacio­nes verdaderas de niños y jóvenes.

Contextualización: Se organizarán sus acciones atendiendo a las carac­terísticas particulares de los territo­rios, así como a las de los grupos sociales a los que sean dirigidas.

Cientifícidad: Las acciones serán planificadas desde el fundamento que aportan las ramas de las cien­cias sociales o puras que se consi­deren necesarias, tomando en cuenta la amplia cantidad de inves­tigaciones hechas sobre la proble­mática de la lectura en nuestro país e impulsando nuevas.

Diversidad: Las acciones se orga­nizarán dentro de tres grandes líneas de trabajo: las propiamente dirigidas a la formación de hábitos de lectu­ra; a la reorientación de lecturas o a su diversificación temática.

Acondicionamiento económico del uso social del libro: Por las conocidas limitaciones de nuestra industria editorial y las reducidas disponibilidades económicas para la importación de volúmenes conside­rables y actualizados de libros, el desarrollo fundamental de estra­tegias se realiza a partir del uso so­cial del libro, potenciando el papel de las bibliotecas y otras institucio­nes comunitarias; de igual modo, se deberá ser racional en el uso de los recursos humanos y materiales exis­tentes o que sean asignados.

Jerarquización de la participa­ción responsable: Se definirán como ministerios responsabilizados con el Programa a los de Cultura y Educación, y como instancias coor­dinadoras y ejecutivas de sus ac­ciones al grupo formado por:

Un numeroso grupo de otros orga­nismos e instituciones serán con­vocados a participar en el Programa, entre ellos:

Escalonamiento de las acciones: La formación, reorientación y diversificación del hábito de lectura han sido concebidas como proyectos or­ganizados por etapas.

Interdisciplinariedad: Los objeti­vos del programa sólo podrán ser al­canzados mediante la integración de especialistas de diversas disciplinas de las ciencias sociales y puras.

Objetivos del Programa

Los objetivos generales del Programa Nacional por la Lectura son las metas estratégicas fundamentales que este aspira a lograr mediante un conjunto de acciones concretas, a escala de toda la sociedad cubana y se desglosa, cada uno de ellos, en una serie de objetivos parciales, aunque no de menor importancia.

El cumplimiento parcial o total de estos objetivos generales ha de expresarse en transformaciones visibles de la actual situación que confronta en nuestro país la promoción del libro y la lectura. Los objetivos generales han de servir de referencia para la derivación de los que se tracen las instituciones y organismos nacionales participantes del Programa, momento en el cual los participantes señalarán los plazos en los que se proponen cumplirlos.

Objetivos generales

1. Potenciar el valor humanístico, cultural y el significado social que deben ostentar en la actual y futura sociedad cubana el libro y la lectura.

2. Promover el gusto por la lectura desde edades tempranas, en los niños, adolescentes y jóvenes.

3. Ayudar al lector cubano formado, a encontrar libros y servicios vinculados al libro que puedan satisfacer de forma creciente sus expectativas.

4. Fortalecer el lugar y papel que ocupan las escuelas, las bibliotecas y otras instituciones sociales vinculadas a la promoción del libro y la lectura en el ámbito de la vida nacional.

5. Lograr que la introducción de nuevas tecnologías en el país no compitan, sino que contribuyan a la promoción del gusto por la lectura.

6.Lograr la incorporación activa y creadora de la comunidad y la familia a las acciones del Programa.

7. Propiciar la participación activa y creativa de los medios de comunicación en el desarrollo del Programa Nacional por la Lectura .

8. Capacitar a los participantes y promotores del Programa Nacional por la Lectura con técnicas y enfoques avanzados que faciliten el logro de los objetivos propuestos.

9. Coordinar y desarrollar investigaciones sociales para evaluar la marcha del Programa y enriquecerlos.

10. Coordinar y dar una utilización racional a los esfuerzos y recursos que pueda disponer el país para el desarrollo del presente Programa.

Véase además

Fuentes