Unión de Jóvenes Comunistas

Unión de Jóvenes Comunistas
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
Logo ujc con fondo transparente.png
Emblema de la UJC
Siglas o Acrónimo:UJC
Fundación:4 de abril de 1962
Tipo de unidad:Organización político-juvenil
Secretario/a General:Susely Morfa González
País:Bandera de Cuba Cuba
Sede:La Habana
Publicación:Juventud Rebelde
Sitio web
www.ujc.cu

Unión de Jóvenes Comunistas (en siglas UJC). Es la organización política de vanguardia de la juventud cubana, es la organización juvenil del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la principal cantera para el ingreso a sus filas, forjada en la concepción marxista-leninista, las ideas y la práctica del pensamiento de Maceo, Martí, Camilo, el Che y Fidel; es heredera y continuadora de las tradiciones de lucha de los jóvenes cubanos que, a lo largo de la historia, han sido parte esencial de la avanzada revolucionaria, como lo mostró la actitud de los Cinco Héroes, genuinos representantes de las generaciones formadas por la Revolución.

La Unión de Jóvenes Comunistas mantiene relaciones con 218 organizaciones de diferentes partes del mundo y está afiliada a la Federación Mundial de Juventudes Democráticas; a su vez desarrolla vínculos con otras 14 organizaciones internacionales. La primera secretaria de la organización es Susely Morfa González.

Con respecto a las características de la organización de los jóvenes cubanos, el Che expresó:

"La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse con una sola palabra: vanguardia. Ustedes, compañeros, deben ser la vanguardia de todos los movimientos. Los primeros en estar dispuestos para los sacrificios que la revolución demande, cualquiera que sea la índole de esos sacrificios. Los primeros en el trabajo. Los primeros en el estudio. Los primeros en la defensa del país."[1]

Historia

Antecedentes

Tres jóvenes representan dignamente las etapas principales de la lucha cubana por su liberación e independencia. Félix Varela fue la semilla, José Martí la flor y Fidel Castro, el fruto. Los tres recogieron la rebeldía de aquel indio Hatuey que prefirió ser quemado antes que renunciar a su deseo de libertad. Sobre esas raíces patrióticas se gestaron las luchas juveniles que nos han permitido llegar, independientes hasta nuestros días.

Jóvenes fueron la inmensa mayoría de los más bravos jinetes mambises de nuestras tres guerras libertarias. En esos años de lucha por la independencia de España, Cuba tuvo varias asambleas constituyentes y cuatro constituciones. Pero la ausencia de una vanguardia, de una organización que dirigiera, fue uno de los factores que condujo a la división y a la derrota de la Guerra de los Diez Años. Y fue José Martí quien impulsó la creación del partido único de la nación cubana, como forma de organización: el Partido Revolucionario Cubano.

Vendrían después las luchas de los jóvenes de los años 20 y 30, como los integrantes de la Liga Juvenil Comunista. Gracias a las experiencias de jóvenes como Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena, el Partido comprendió la necesidad de acercarse a la masa juvenil obrera, estudiantil y campesina pobre, y organizarla en contra de la opresión imperialista, la explotación capitalista y la liberación nacional de Cuba. La Liga Juvenil Comunista, el Partido Comunista y la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC), organizaron la huelga general del 20 de marzo de 1930 que paralizó al país durante 24 horas ejemplares. Fue miembro de la Internacional Juvenil Comunista con sede en Moscú, Rusia, y tuvo sus mártires en la lucha contra la dictadura machadista en esos años: Marcio Manduley, Mirto Milián Rodríguez, América Labadí y Francisco González Cueto (Paquito), este último asesinado al asistir al entierro de las cenizas de Mella, el 29 de septiembre de 1933.

La mitad de los miembros de esa Liga Juvenil fue encarcelada, torturada y asesinada, y en 1936 surge una nueva organización: la Hermandad de los Jóvenes Cubanos, cuyo Primer Congreso fue el 28 de enero de 1938, con 200 delegados que representaban a 20 000 afiliados.

En 1937 aparece otra organización: la Agrupación de Jóvenes del Pueblo, y del 29 de agosto al 3 de septiembre se realizó la Convención Juvenil Comunista, en la Escuela Técnica Industrial de Rancho Boyeros, en La Habana. Ambas organizaciones se unieron en la que denominaron Juventud Revolucionaria Cubana, que después fue la Juventud Socialista (JS), constituida oficialmente en 1944. Su lucha se desarrolló a partir del periódico Mella, y entre sus cuadros principales estuvieron, hasta 1959, Jorge Risquet Valdés, Isidoro Malmierca Peoli, Joel Domenech y Lionel Soto.

En noviembre de 1945, en el Congreso Mundial de Juventudes Democráticas, efectuado en Londres, participó una delegación cubana integrada por representantes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el Movimiento de Juventud Antiimperialista, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), la Sección Juvenil del Partido Revolucionario Cubano y la Juventud Socialista.

Luego, las diferentes organizaciones juveniles trabajaron arduamente para conmemorar el Centenario del natalicio de José Martí, movimiento que condujo al Congreso de Unidad Martiana, el 28 de enero de 1953, y a la primera Marcha de las Antorchas.

Tras los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes —realizados mayoritariamente por jóvenes— todas las organizaciones juveniles y movimientos de izquierda en Cuba se vieron reprimidos con mayor fuerza, de modo que desde aquel año 1953 hasta 1959, la juventud de nuestra tierra siguió jugando roles de gran importancia histórica.

Asociación de Jóvenes Rebeldes

La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) surge como resultado del proceso de unidad del movimiento juvenil cubano, de la victoria definitiva del socialismo tras los combates de Playa Girón y el desarrollo hacia formas superiores de organización de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), su predecesora.

El Comandante Ernesto Che Guevara guía indiscutible de la juventud cubana durante los primeros años de la Revolución

Como señalara Fidel en el II Congreso de la UJC, la Asociación se constituyó por inspiración del Che. Existe un primer documento elaborado en las oficinas del Departamento de Instrucción del Ejército Rebelde, que entonces dirigía el Comandante Ernesto Guevara con fecha 30 de agosto de 1959, donde aparecen las ideas iniciales para crear una agrupación integrada por jóvenes y que podría llamarse AJR.

Para hacer realidad tal propósito, se le asignó la encomienda al entonces Comandante Joel Iglesias, el más joven oficial con ese grado en el Ejército Rebelde, al capitán Fernando Ravelo y al soldado José R. Calderón.

Al constituirse la AJR se comenzó un movimiento juvenil que propiciaría que una gran masa de adolescentes entre 14 y 18 años, provenientes de las capas más humildes, que no había tenido participación en la vida política tuviera su protagonismo. Esta fuerza bajo el apadrinamiento del Ejército Rebelde se convirtió de inmediato en la base de relevo de los combatientes que iniciaron la lucha en la Sierra Maestra.

La primera gran tarea que Fidel y la Revolución asignaron a la AJR fue la creación de las Brigadas Juveniles de Trabajo Revolucionario (BJTR). Con estas se pretendía encaminar a una gran masa de muchachos, que se mantenían en las calles sin trabajar ni estudiar. Se establecieron en campamentos ubicados en la Sierra Maestra, donde vivían en condiciones de campaña, recibían preparación cultural, política y militar, además de realizar tareas de resforestación de la zona y trabajar en la construcción de casas y escuelas. La prueba de fuego era subir cinco veces el Pico Turquino. Luego, de acuerdo con la actitud y el nivel escolar alcanzado, continuaban sus estudios en diferentes carreras o se integraban a las escuelas militares.

Durante 1959 y 1962 la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) aglutinó a los jóvenes en defensa de la Revolución

Otras misiones serían el estudio tanto en la enseñanza oficial como de temas políticos; la incorporación al trabajo, y la participación en la defensa. Luego, en correspondencia con esas premisas, se incorporaron los menos preparados y casi analfabetos a las aulas como alumnos y los más preparados como alfabetizadores y maestros; muchos empezaron a laborar por vez primera en granjas, cooperativas e industrias.

Las zafras del pueblo, la recogida de café, la limpia de marabú, la incorporación a brigadas productivas, la alfabetización y otras tareas de la producción, tuvieron en los miembros de la AJR hasta 1962 actores imprescindibles.

Representantes de la AJR formaron parte del Comité Nacional Preparatorio del Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes, que sesionó en La Habana del 28 de julio al 6 de agosto de 1960, e integraron la delegación cubana al evento, junto con otras organizaciones juveniles de aquellos años.

Una organización de jóvenes comunistas

Del 30 de marzo al 4 de abril de 1962 sesionó el Primer Congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, que como agrupación unitaria de la juventud cubana se había ido desarrollando en la medida en que avanzaba y se profundizaba la Revolución, y era ya la indiscutible vanguardia entre las más nuevas generaciones de obreros, estudiantes y campesinos.

En la jornada de clausura del Congreso, Fidel propuso, y los delegados acordaron por unanimidad, adoptar el nombre de UJC. No constituyó un mero formalismo este cambio de denominación, como se aclaró entonces y se ha reiterado en la práctica a lo largo de los años, sino la expresión de la voluntad de la juventud de construir el socialismo a solo 90 millas del imperialismo, voluntad que se mantiene hoy y que se patentiza en cada nuevo congreso de la organización.

El ingreso a la UJC es de carácter voluntario y selectivo. En ella militan más de 500 000 jóvenes y la proyección de su trabajo va más allá de sus miembros, está dirigida a toda la población joven del país. Está estructurada a lo largo del país, y para dirigir los trabajos entre congreso y congreso cuenta con un Comité Nacional y un Buró Nacional, este último integrado por 26 personas.

Su objetivo es asegurar la unidad de los jóvenes cubanos, movilizarlos en torno a la Revolución socialista y contribuir a su educación. Estos principios rectores de la organización no sólo son para su membresía, sino también los extiende a toda la juventud, la cual representa y vela por sus intereses. Esta organización política, posee prerrogativas constitucionales en materia de política de juventud, representando al Estado cubano en los organismos internacionales relacionados con este sector de la población.

Hoy la UJC mantiene relaciones con 218 organizaciones de diferentes partes del mundo y está afiliada a la Federación Mundial de Juventudes Democráticas; a su vez desarrolla vínculos con otras 14 organizaciones internacionales.

En la clausura del Noveno Congreso de la UJC[2] el General de Ejército Raúl Castro expresó a los jóvenes asistentes al magno evento:

La juventud cubana está llamada a tomar el relevo de la generación fundadora de la Revolución y para conducir la gran fuerza de las masas requiere de una vanguardia que convenza y movilice (...)Los jóvenes revolucionarios cubanos comprenden perfectamente que para preservar la Revolución y el Socialismo y continuar siendo dignos y libres tienen por delante muchos años más de lucha y sacrificios.
Raúl Castro, 4 de abril de 2010[3]

El trabajo de la UJC

La Unión de Jóvenes Comunistas desempeña su misión con los niños, adolescentes y jóvenes, a través del trabajo directo de los militantes y de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y los movimientos juveniles, la Asociación Hermanos Saíz (AHS), la Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) y el Movimiento Juvenil Martiano (MJM) que aceptan libre y conscientemente su conducción política, a las cuales orienta y controla sobre la base del respeto a su funcionamiento autónomo y a su independencia orgánica.

Misión

Contribuir a la educación comunista de las nuevas generaciones, sustentada en el patriotismo, la fidelidad al Partido Comunista de Cuba, la defensa de los más altos valores humanos, el aporte al desarrollo económico y social del país y en el espíritu profundamente antiimperialista e internacionalista que ha distinguido a la Revolución Cubana; propicia la participación creadora, consciente y entusiasta de todos los niños adolescentes y jóvenes en la construcción del Socialismo, expresada en el estudio, el trabajo, y la defensa de la Patria, simbolizados en su emblema a través del ejemplo de Mella, Camilo y el Che.

Como vanguardia de la juventud cubana:

  • Defiende el socialismo como única opción de desarrollo, justicia social y democracia, en una patria independiente, que preserva la dignidad y libertad de los cubanos.
  • Asume el principio de no claudicar jamás frente a las amenazas y las acciones crecientes del imperialismo y de los enemigos de la Revolución, dentro y fuera del país.
  • Defiende la unidad sobre la base del respeto a la pluralidad de puntos de vista en el seno de la Organización y fuera de ella, en aras de que prevalezca siempre la honestidad, la honradez, la valentía política, la objetividad en los análisis y que estos reflejen, con sentido del momento histórico, desde su perspectiva y enfoques propios, los valores, las luchas y condiciones de nuestra sociedad.
  • Es internacionalista y profundamente solidaria con las causas más justas de todos los pueblos, con sus compañeros de fila y con el resto de la sociedad.
  • Participa activamente en el desarrollo económico y social del país, convencida de la importancia de la batalla económica en la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social.
  • Asume la responsabilidad de dar continuidad a la Revolución y al modelo socialista, forjado por varias generaciones de cubanos, el que representa una alternativa para los pueblos ante el sistema capitalista imperante en el mundo y que contribuye a la unidad latinoamericana.

Organización de la UJC

Estructura de dirección

Aylín Álvarez García, actual primera secretaria del Comité Nacional de la UJC

La Unión de Jóvenes Comunistas establece en sus estatutos aprobados en el 2004 durante su VIII congreso, que la organización está estructurada de la siguiente manera:

Congreso

Se reúne cada 4 años, en el participan delegados de todas las provincias del país, incluyendo al municipio especial Isla de la Juventud. En el se designa al Comité Nacional, al Buró nacional, se elaboran los estatutos y los reglamentos internos.

Buró Nacional

Está presidido por un Primer Secretario, lo integran entre 10 y 15 miembros. Es el encargado de la dirección de la organización mientras el Comité nacional no se reúna. Existen en cada provincia y municipio, un buró provincial y un buró municipal.

Comité nacional

Se reúne dos veces al año, en las provincias tres veces al año y en los municipios hasta 4 veces. Es el encargado de la dirección de la organización dentro de la etapa entre congresos. En la provincias se establecen los Comité Provinciales y en los municipios, los Municipales.

Ingreso a la Organización

El ingreso es de carácter voluntario y selectivo. En ella militan más de 500 000 jóvenes y la proyección de su trabajo va más allá de sus miembros, está dirigida a toda la población joven del país.

El ingreso en la organización es en edades comprendidas entre los 15 y los 30 años. En el caso de los de 15 años, se les otorga el carné sólo a aquellos que presentan una excepcional conducta ante el estudio, el trabajo, y su desarrollo principalmente como estudiante. Actualmente cuenta con más de 600 mil militantes.

Emblema de la UJC

El emblema de la UJC se exhibió por primera vez en el podio utilizado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la clausura del Primer Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, el 4 de abril de 1962, donde propuso —y los delegados acordaron por unanimidad— que la organización adoptara ese nombre.

En su edición del 19 de octubre de 1964, la revista Mella, que fuera órgano de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), precursora de la UJC, se refirió al contexto en que, en 1962, cobró vida el logotipo que identifica desde entonces a la organización.

Se convocó a un concurso nacional, pero no se obtuvo el resultado deseado. Entonces se entregó la tarea a Virgilio Martínez, director artístico de la revista, quien procedía de la Juventud Socialista y había luchado contra Batista como dibujante (…) Él, junto a Marcos Behmaras, había creado al perro Pucho, una mascota que la juventud hizo suya.[4]
El logotipo original (derecha) conservó su diseño hasta octubre de 1967, cuando murió el Guerrillero Heroico y se aprobó añadirle su imagen.

Desde los primeros instantes, se tuvo presente la gran responsabilidad de conformar un emblema que reflejara los anhelos de nuestra organización juvenil, y la representara como tal. Otro aspecto que hubo de tenerse en cuenta fue el estilo artístico a escoger; había no solo que contextualizarlo, sino también prever que el desarrollo posterior de las artes plásticas no lo situara fuera de época, por eso se optó por una variante clásica del diseño.

En el orden ideológico, una fuente de inspiración fue el discurso pronunciado el 21 de octubre de 1960 por el Doctor Osvaldo Dorticós Torrado, a la sazón presidente de la República, quien al inaugurar oficialmente la Primera Plenaria Nacional de la AJR les había dicho a los delegados:

El porvenir de la Patria os pertenece; a estudiar, a luchar, a combatir. Estudio, trabajo y fusil, jóvenes rebeldes de Cuba.

La AJR convirtió en consigna y en bandera aquellas tres palabras. El nuevo diseño se hizo a partir del logotipo de la Juventud Socialista Popular, que tenía como paradigma a Mella, y al fondo una estrella roja. Se le incorporó, dentro de tres banderas de colores blanco, azul y verde, aquella divisa de la AJR: Estudio, Trabajo y Fusil. Las tonalidades armonizaban con la bandera nacional y el uniforme verde olivo del Ejército Rebelde; el rojo, además, con el carácter de la organización y su posición ideológica.

En esa primera versión figura, además del rostro de Julio Antonio Mella, aparece el de Camilo Cienfuegos. Ambos simbolizan la continuidad histórica de las luchas revolucionarias de nuestra juventud. El logotipo conservó su diseño hasta octubre de 1967, cuando murió en tierras bolivianas, el comandante Ernesto Guevara.

Entonces se aprobó añadirle la imagen del Che, quien en el segundo aniversario de la organización había dicho:

La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse con una sola palabra: vanguardia. (…) El joven comunista no puede estar limitado por las fronteras de un territorio: el joven comunista debe practicar internacionalismo proletario y sentirlo como una cosa propia[5]

Primeros secretarios de la UJC

  1. Joel Iglesias (1960-1963)
  2. Miguel Martín Pérez (1963-1965)
  3. Jaime Crombet Hernández-Baquero (1966-1972)
  4. Luis Orlando Domínguez Muñiz (1972-1982)
  5. Carlos Lage Dávila (1982-1986)
  6. Roberto Robaina González (1986-1993)
  7. Juan Contino Aslán (1993-1994)
  8. Victoria Velázquez (1994-1997)
  9. Otto Rivero Torres (1997-2004)
  10. Julio Martínez Ramírez (2004-2009)
  11. Liudmila Álamo Dueñas (2009- 2012)
  12. Yuniasky Crespo Baquero (2012 - 2016)
  13. Susely Morfa González (2016 - 2021)
  14. Aylín Álvarez García (2021 - actualmente en el cargo)

Referencias

  1. Criterios del Che sobre los jóvenes comunistas. Radio Rebelde
  2. IX Congreso de la UJC en Cubadebate
  3. Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas. Cuba.cu
  4. Biografía del emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas.Juventud Rebelde. (4 de abril 2010)
  5. ¿Cómo surgió el emblema de la UJC? Revista Pionero

Fuentes