Armando Rodríguez Moya
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Armando Rodríguez Moya fue un militante del Movimiento 26 de julio. Debido a su lucha contra la dictadura batistana se exilió en Costa Rica y México en los años cincuenta.
Había sido soldado del Ejército batistano, pero participó con el Movimiento 26 de Julio en el asalto al cuartel Goicuría (29 de abril de 1956): pudo ingresar en el cuartel con la excusa de que iba a visitar a viejos amigos, ya que había sido soldado en ese lugar. En mayo de 1956 se exilió en México y entrenó durante varios meses en prácticas bélicas a los exiliados cubanos dirigidos por Fidel Castro. Con ellos participó en la expedición del yate Granma (del 25 de noviembre al 2 de diciembre de 1956).
Integró la Columna n.º 1 del Primer Frente.
Un año después desertó durante la dispersión de Altos de Espinosa (9 de febrero de 1957). Tuvo un ataque de pánico, y solo hallaron su ametralladora en la casa de un campesino.[1]
Más tarde se volvió a unir a los revolucionarios. Después del triunfo de la Revolución cubana (1 de enero de 1959) viajó a México como funcionario del la embajada. Pidió asilo político al Gobierno de México.
Fuentes
- ↑ Guevara, Ernesto Che [1964]: Pasajes de la guerra revolucionaria. Cuba 1956-1959. Edición anotada. La Habana: Editora Política, cuarta edición, 2001. ISBN 959-01-0447-9.