Batalla de Palermo (1676)

(Redirigido desde «Batalla de Palermo»)
Batalla de Palermo
Información sobre la plantilla
Batalla-de-Palermo-1.jpg
Conflicto militar que destaca por ser la novena batalla naval a llevarse a cabo en el marco de los guerras Franco-Neerlandesas.
Fecha:2 de junio del año 1676
Lugar:Palermo
Descripción:
Las fuerzas navales francesas enfrentaron a la alianza hispano-neerlandesa derrotándolas.
Resultado:
Mayor dominio francés de área del meditérraneo
País(es) involucrado(s)
Francia y alianza Hispano-Holandesa
Líderes:
Duque de Vivonne (francés), almirante holandés Jean Van Haën, almirante español Diego de Ibarra.
Ejecutores o responsables del hecho:
Ejército naval francés y ejército naval aliado hispano-holandés
Organizaciones involucradas:
Ejército naval francés vs Alianza naval Hispano-Neerlandesa


La batalla de Palermo. Fue una gran batalla naval que se libró específicamente el 2 de junio del año 1676, debido a que un almirante francés el duque de Vivonne, se dió a la tarea de trasladar un total de 28 barcos los cuales pelearían en contra de la flota Española-Holandesa que se encontraba estacionada para esa época en Palermo.

Novena batalla naval

Destaca por ser la novena batalla naval a llevarse a cabo en el marco de los conflictos Franco-Neerlandesa y por otra parte, fue la quinta que se lideró en el Mediterráneo durante este conflicto.

Se desarrolló dentro del puerto de Palermo, para ser más exactos en las costas de Sicilia, en este punto procedieron a enfrentarse una de las flotas Francesas que estaba lideraba por el Duque de Vivonne con otra hispano-holandesa, la cual haía sido derrotada en Stromboli y también en Agosta causando la muerte del jefe principal de la flota, llamado Michiel de Ruyter, lo que culminó en una victoria nueva para los franceses.

Cuatro años de guerra Franco-Neerlandesa

Para el mes de junio del año 1676 la guerra de Franco-Neerlandesa se encontraba dentro de su cuarto año respectivamente, por su parte España se había unido con Holanda en contra de Francia para los años 1673 y el 1675 recibió mayor apoyo de su amigo, ya que envió un nuevo escuadrón al que acudió al Mediterráneo.

La flota que provenía desde Francia, por su parte, logro tener un desembarcó en la ciudad de Mesina para ir en contra de los pobladores de Madrid, todos los combates que se liberaron el Mesina entre los años 1675, Stromboli el 11 de febrero del mismo año o el 8 de enero del 1676, Agosta el 22 de abril culminaron con una inminente victoria por parte de la flota Francesa, durante el último de ellos, la escuadra Holandesa, mal sostenida por las fuerzas españolas, las cuales fueron dañadas y posteriormente perdidos por su almirante el conocido Michiel de Ruyter.

Por su parte, la flota Hispano-Holandesa durante la disputa naval buscó el refugio necesario en Palermo, esto fue al iniciar el Verano del año 1676, esta situación fue para lograr reparar cada una de las averías que se tenía en las variadas embarcaciones de la flota y que por ello la hacia mucho más débil.

Ejércitos

La flota de los franceses estaba bajo las órdenes del mariscal Vivonne y también estaba secundada para la época por el teniente general conocido como Duquesne, a su vez la flota estuvo a cargo del jefe del escuadrón que se le conoció para este entonces como Jean Gabaret quien iba en la retaguardia.

En lo que respecta a Palermo, el mando de la flota enemiga estuvo a cargo del almirante Jean Van Haën, sucesor de Ruyter, y el español, a Diego de Ibarra, que sustituía al vicealmirante de La Cerda, que no se había distinguido de la refriega anterior.

La guerra Franco-Holandesa

En el marco de este conflicto se desarrolla la batalla de Palermo, esto se debió a que un Francés envió el refuerzo necesario para apoyar la revuelta que se había formado en la ciudad de Mesina, todo esto en contra del dominio Español en Sicilia y una fuerza española apoyada por una fuerza de expedición marítima Holandesa.

Todos los barcos tanto Holandeses como Españoles se encontraban fuera de circulación ya que requerían de reparaciones como consecuencias de los conflictos que habían enfrentado anteriormente; por su parte el almirante y general Holandés conocido en la época como Ruyter, a consecuencias de los enfrentamientos sufrió de muchas heridas letales, la cuales le provocaron la muerte debido a un gran impacto que recibió. Así que el mando de la flota de los Holandeses pasó a cargo del vicealmirante Den Haen y el mando general de la flota pasó a ser del almirante español conocido como Ibarra. La flota Francesa quedó bajo el cargo nominal de Comte de Vivonne que llegó de Messina.

La planificación de la batalla

La planificación de la misma estuvo a cargo específicamente del Vicealmirante Duquesne, Contralmirante de Tourville y contralmirante Gabaret, los holandeses una vez que todo estuviera organizado partieron para encontrarse con los Franceses en el mar, sin embargo, se sintieron muy decepcionados por la conducta española en la batalla anterior.

Durante la pelea los barcos de línea así como también las fragatas tanto de los Holandeses como también de los españoles, se formaron en una línea perfecta para el enfrentamiento naval, que se iba a llevar a cabo en la bahía con las galeras Españolas que se iban a enfrentar con su adversario y protegerse totalmente de cada uno de ellos.

Los conocidos barcos de fuego, que eran parte de la flota Francesa destacaban por ser los más grandes y poderosos, incluso mucho más que los Españoles que eran de un diseño un poco más antiguos y que estaban compuestos por cañones de un calibre bajo y tripulaciones incompletas y sin entrenamiento.

En lo que respecta a las tripulaciones Holandesas no estaban totalmente entrenadas para hacerle frente a una guerra de esta envergadura, también se consideraban que estaban incompletas, ya que anteriormente se habían sufrido pérdidas irrecuperables en las batallas anteriores y una epidemia de disentería.

El plan que tenían los Franceses de comenzar un combate con los barcos de los Españoles para luego continuar con lo de los Holandeses, lo planearon desde el primero momento y esto también involucró a las baterías costeras de la bahía, las cuales requerían ser cubiertas del humo de pólvora bajo el cual los barcos de fuego deberían atacar.

La victoria de los franceses

La flota aliada hispano-holandesa fue tomada por sorpresa mientras estaban ocupados haciendo reparaciones urgentes: con el viento contrario, no pudo repeler los ataques de la flota francesa, cuyos pequeños barcos cargados de explosivos y materiales inflamables (brulotti) lograron forzar las defensas y prender fuego a 3 barcos holandeses y 4 españoles. Esta batalla aseguró a Francia el control total del Mediterráneo durante la duración del conflicto (Tratado de Nimega de 1678).

Fuentes