Combates de Manajanabo (1896)

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Combates de Manajanabo
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Combates con columnas española por fuerzas del Ejército Libertador.
Fecha:8 de febrero y 14 de mayo de 1896


Combates de Manajanabo. El 8 de febrero de 1896, en este sitio de la antigua provincia de Las Villas, fuerzas al mando del mayor general Serafín Sánchez sostuvieron un combate con una columna española. Esta acción se conoce también como Combate de Biajacas Gordas y Combate de La Solapa. El 14 de mayo de 1896, estando acampado en este lugar el Cuartel General del Ejército Libertador, bajo el mando directo del general en Jefe Máximo Gómez, se libró un fuerte combate con una columna española que se disponía a atacar el campamento.

Localización

El lugar conocido como Manajanabo está ubicado a unos 12 km al este de la ciudad Santa Clara, a orillas del arroyo de igual nombre, y que actualmente es un poblado en la línea del ferrocarril central. La zona es de relieve ondulado.

Contexto

El mayor general Serafín Sánchez Valdivia el 2 de diciembre de 1895 se unió a la columna invasora en su marcha a occidente. En esa etapa se destacó en las acciones de Iguará, Casa de Tejas, Boca del Toro, El Quirro y Mal Tiempo. Continuó con las acciones de La Entrada, Coliseo y Calimete, en Matanzas, donde tuvo una brillante participación. El 1 de enero de 1896, Gómez le ordenó regresar a Las Villas para reorganizar el 4to Cuerpo. El día 8 de febrero de 1896 sostuvo el exitoso combate de Manajanabo (Biajacas Gordas) y el 21 de ese mes fue nombrado inspector general del Ejército Libertador.

Desarrollo

Primer combate. El 8 de febrero de 1896, en este sitio ubicado al este de Santa Clara, fuerzas del 4to Cuerpo del Ejército Libertador, integradas por el Regimiento de Caballería Victoria, Regimiento Máximo Gómez, ambos en proceso de formación, y la escolta del mayor general Serafín Sánchez, jefe de aquellas fuerzas, sostuvieron un reñido combate contra una columna de unos 1 500 hombres dirigida por el general español José López Amor.

Los cubanos habían ocupado la posición desde el día anterior, ya que ofrecía buenas condiciones para la defensa porque, además del obstáculo del arroyo, el enemigo tendría que pasar por unos cerros desprovistos de vegetación, donde sería diezmado por el fuego de la infantería.

La acción comenzó alrededor de las 10:00 horas con el intercambio de disparos entre los exploradores cubanos y la columna que se acercaba. Poco después la caballería enemiga cruzó el arroyo y se desplegó frente a la posición. Un escuadrón de la escolta, bajo el mando del teniente coronel Pina, fue el primero en combatir.

El mayor general Sánchez ordenó al coronel José Miguel Gómez atravesar el monte del flanco derecho de los cubanos y atacar por la retaguardia española. Esta maniobra se llevó a cabo, pero demoró más de lo previsto. El jefe del Regimiento Honorato, coronel Rosendo García, pidió permiso para cargar, pero Sánchez consideró que aún era prematuro y retuvo a este regimiento a su lado.

Se sostuvo el fuego a lo largo de toda la línea, ocupando la posición principal el otro escuadrón de la escolta, bajo el mando del teniente coronel Loynaz del Castillo. Al notar que las fuerzas del coronel José M. Gómez demoraban en salir a la retaguardia del enemigo y que este seguía avanzando después de unas dos horas de combate, el mayor general Sánchez ordenó cargar al Honorato. El Regimiento Victoria cargó a la izquierda, conducido por su jefe, el teniente coronel Ángel Rodríguez.

El enemigo, formando un cuadro, resistió la carga de la caballería cubana. En esta situación, Sánchez ordenó el repliegue de la caballería que estaba siendo diezmada de forma alarmante, pues el coronel Rosendo García había sido gravemente herido y los cuatro jefes de escuadrones muertos, al igual que el jefe del Regimiento Victoria. Ambas unidades recogieron a sus muertos y heridos y se replegaron.

Así las cosas, las fuerzas mandadas por el coronel José Miguel Gómez lograron salir a la retaguardia enemiga y comenzaron el ataque. Esta nueva fase del combate tornó muy compleja la situación de los españoles, a lo que se unió la llegada de la Brigada de Cienfuegos, mandada por el brigadier José Rogelio del Castillo.

El jefe enemigo decidió la retirada, la cual se realizó bajo el hostigamiento de las fuerzas recién llegadas al combate. Según pudo conocerse, las bajas españolas sumaron 326, entre ellas muerto, el segundo jefe de la columna, y las de los cubanos fueron 20 muertos y 75 heridos. El combate duró cinco horas.

Segundo combate. El 14 de mayo de 1896, en este lugar estaba acampado el Cuartel general del Ejército Libertador, bajo el mando directo del general en Jefe Máximo Gómez, cuando se tuvieron noticias de que una columna española se dirigía a atacar el campamento.

Por ello Gómez ordenó preparar una emboscada de infantería en la que el enemigo cayó, entablándose un fuerte combate que duró aproximadamente dos horas. En la acción los mambises tuvieron cuatro muertos y 17 heridos, entre estos últimos un oficial. El campamento fue retirado hacia un lugar llamado Palo Prieto. Se desconocen las bajas del adversario.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
  • Enrique Ubieta. Efemérides de la revolución cubana, 4 t., La Habana, 1920. Tomo I. Pág. 276; Tomo IV. P
  • Juan E. Casasús. Calixto García. El estratega, La Habana, 1962. Págs. 125-126.
  • Enrique Loynaz del Castillo. Memorias de la guerra, La Habana, 1989. Págs. 317-320.
  • Equipo de Historia de Sancti Spíritus. Apuntes biográficos del mayor general Serafín Sánchez, La Habana, 1986. Págs. 126-127.