Paso de Antonio Maceo por Cabañas (Mariel)

Paso de Antonio Maceo por Cabañas
Información sobre la plantilla
Fecha:9 de enero de 1896
Lugar:Cabañas
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba


Paso de Antonio Maceo por Cabañas. El 9 de enero de 1896 se produce la llegada al poblado de Cabañas del Ejército Libertador bajo las órdenes del General Antonio Maceo.

Acontecimientos

Entre ocho y nueve de la noche entraron las fuerzas cubanas al poblado. Al toque del clarín se lanzaron los grupos de ataques sobre la Iglesias y la Casa Ayuntamiento donde se hacían fuertes los defensores. Una lancha cañonera, en el puerto comenzó a hacer disparos de cañón, pero pronto elevó anclas para llevar la noticia a la Habana.

En pocas horas, los cubanos dominaron completamente la situación. Los soldados que estaban guarecidos en la Iglesia, se rindieron al capitán Manuel Aranda, ayudante del Coronel Juan Bruno Zayas; los que resistían en el asa Ayuntamiento Municipal, lo hicieron al Teniente Coronel González Clavel, ayudante del General Maceo.

Se ocuparon 200 fusiles y más de l5 000 cartuchos, además de ropas, medicinas, provisiones de boca y otros materiales en abundancia. Ese día, el Ejército Libertador acampó en el pueblo, en una de cuyas principales casas recibió Maceo a los vecinos que se disputaban el honor de saludarlo ,yendo más tarde a establecer el cuartel general en San Juan Bautista, de donde partió por la mañana rumbo a San Diego de Núñez.

Trayecto hacia Bahía Honda

En el trayecto hacia Bahía Honda, se le une a Maceo el Comandante Pedro Delgado Carcache, un hombre de valor personal, profundo conocedor de todas las serranías y rincones de la comarca y que desde hacía años estaba en rebeldía. Después de un breve descanso se encaminó la invasión hacia Bahía Honda ocupada poco antes por las fuerzas del Comandante Carlos Socarrás.

A partir del 16 de marzo, Maceo establecía su primera base de operaciones en los montes del Rubí donde ya se había instalado el hospital de sangre para la recuperación de los heridos. Allí el Comandante Pedro Delgado había establecido un bien situado y casi confortable campamento, sino también un taller previsto de buenos utensilios para reparar armas y habilitar municiones y el hospital de sangre, uno de los más atendidos y mejor provistos del Ejército Libertador.

Abierto ahora el teatro de la guerra con los dos bandos combatientes en unción, estos recios eslabones del Rubí servirán para enlazar los bélicos acontecimientos de una disputa desesperada que atraería durante meses enteros la atención del mundo.

El valeroso legado que dejó el Ejercito Libertador en esta zona donde desarrolló una intensísima actividad de hostigamiento al Ejército Español y donde se puso de manifiesto la astucia de sus principales caudillos sobre la supremacía militar del los españoles, constituyó una gran enseñanza que en 1958 tendrían muy presente los Miembros del Ejército Rebelde para la lucha de guerrillas contra el régimen Batistiano.

Fuentes

  • Página Web en proceso de elaboración "Nace Cabañas en la Web".