Falsa identidad (película de 2001)

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Falsa Identidad
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NombreFalsa Identidad
Otro(s) nombre(s)Domestic disturbance
DirectorHarold Becker

Falsa identidad. Película estadounidense del año 2001 dirigida por Harold Becker y protagonizada por John Travolta, Vince Vaughn, Teri Polo, Matt O'Leary y Steve Buscemi.

Sinopsis

Frank Morrison (John Travolta) ya no vive con su ex mujer Susan (Teri Polo) ni con su hijo Danny de doce años (Matt O’Leary). Susan y Danny viven ahora con Rick Barnes (Vince Vaughn), el nuevo esposo de Susan. Danny, quien tiene fama de contar mentiras, acusa a su padrastro de cometer un asesinato, pero Frank es el único que le cree. Ahora, el padre en quien Danny confía debe protegerlo del padrastro a quien teme.

El reparto

Ficha técnica

  • Dirección: Harold Becker
  • País: USA
  • Año: 2001
  • Duración: 89 min
  • Guión: Lewis Colick; basado en una historia de Lewis Colick & William S. Comanor & Gary Drucker
  • Producción: Donald De Line y Jonathan D. Krane
  • Música: Mark Mancina
  • Fotografía: Michael Seresin
  • Montaje: Peter Honess
  • Diseño de producción: Clay A. Griffith
  • Dirección artística: Barry Chusid
  • Vestuario: Bobbie Read
  • Decorados: Robert Greenfield

Críticas

"La Paramount se ha especializado en los últimos años en producir un tipo de cine muy entretenido que, sin embargo, resulta previsible y en ocasiones excesivamente tosco; "Doble Traición", "El Coleccionista de Amantes" o "La Hora de la Araña" son buena muestra de ello. No es que esto sea algo especialmente malo, lo que ocurre es que uno espera algo más cuando va al cine, no un simple cúmulo de tópicos que se esconden tras un impresionante elenco de estrellas. En definitiva, nos hallamos ante rutinarios telefilms que bien pudieran haberse quedado en la pequeña pantalla, dejando espacio, pues, para otros productos de más bella factura y trabajado argumento.

"Falsa Identidad" posee los defectos anteriormente comentados: la trama no tiene profundidad, los personajes están dibujados con sencillez y la espectacularidad brilla por su ausencia (como se puede comprobar en el apagado clímax, un vulgar enfrentamiento a puñetazo limpio que nos sabe a bien poco). Pero, claro, las virtudes también florecen, así que pocos podrán decir que hayan bostezado durante el visionado de la cinta. Incluso hay leves instantes de brillantez que resaltan sobre el discreto resultado general; así sucede, por ejemplo, cuando Danny se introduce en el coche de Rick, permaneciendo el espectador expectante por si es descubierto en su escondrijo. Esto es algo, por supuesto, a lo que no es ajeno Harold Becker, un competente realizador que uno no sabe muy bien por qué se mete a hacer este tipo de filmes, pues hay en él calidad suficiente como para que aspire a otro tipo de proyectos (lo mismo se puede decir de Lee Tamahori). Por ello, más sorprendente resulta que se deje seducir por la rutina de este tipo de producciones, circunstancia que se puede comprobar en la escena en la que Rick amenaza a Danny con hacer daño a su padre si no hace caso a sus indicaciones. Becker no sabe sacar el dramatismo de una situación tan extrema. Como decía más arriba, lo que verdaderamente sustenta a películas como "Falsa Identidad" son sus repartos. Aquí, todos cumplen con decoro su trabajo: Travolta está muy comedido y queda bien como padre que adora a su hijo sobre todas las cosas; Vince Vaughn en verdad nos inquieta en algunas de las escenas en las que todo el protagonismo recae sobre él; y Steve Buscemi tiene un papel pequeñito para el que se nota que no ha tenido que esforzarse en demasía. Teri Polo poco puede hacer con su encogido rol, siendo el verdadero héroe de la función Matt O'Leary, que interpreta al hijo de Travolta y Polo.

Mark Mancina tuvo que componer la partitura de "Falsa Identidad" en muy poco tiempo, pues sustituyó a Jerry Goldsmith a última hora. Se adentra aquí en terrenos por los que jamás caminó, construyendo una melódica e intrigante banda sonora que se adecua perfectamente a las imágenes de Becker. Aunque su protagonismo es completamente nulo tras la media hora posterior a los títulos de crédito, su presencia es mucho más notable en la parte final, o en escenas intermedias, como aquélla en la que Danny observa estupefacto cómo se comete un crimen (atención aquí a las sacudidas de la orquesta). Las piezas de acción son especialmente brillantes, hasta tal punto que el director reduce el volumen de los efectos sonoros justo cuando uno de los personajes principales fenece, dejando que la música sea la auténtica reina de la función."

Fuentes