Hongo quítrido

Hongo Quítrido
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Nombre Científico:'
Reino:Plantae
División:Chytridiomycota
Clase:Chytridiomycetes
Orden:Rhizophydiales
Familia:Incertae sedis
Género:Batrachochytrium
Especie:B. dendrobatidis

El Batrachochytrium dendrobatidis u hongo quítrido es un organismo microscópico que pertenece a un grupo de descomponedores de materia orgánica del suelo y se reproduce por esporas que se transportan a través del agua. Tiene un movimiento de serpenteo similar al de los espermatozoides, provoca una enfermedad altamente infecciosa que afecta sólo a los anfibios y que se extiende rápidamente por todo el mundo.

Historia

Durante mucho tiempo se pensó que el hongo quítrido era un hongo saprófito predominantemente de vida libre con algunas especies capaces de infectar algunos invertebrados y plantas vasculares. Sin embargo en 1998, una nueva especie - Batrachochytrium dendrobatidis (de ahora en adelante Bd) – fue descrita en infecciones de anfibios y causando la enfermedad quitridiomicosis con frecuencia de carácter letal. Desde su descubrimiento, Bd ha sido asociado a la disminución de las poblaciones de anfibios en todos los continentes donde estos existen. Se cree que el Bd se originó en el sur de África, donde el reporte más antiguo se encuentra en un espécimen de museo que data de los años 30s, y que inicialmente se esparció a través del comercio de las ranas Africanas de garras del género Xenopus. A partir de la localidad donde se introduce, el hongo se disemina a través de las fuentes de agua y en contacto directo anfibio-anfibio, y probablemente mediante otros mecanismos que aún no se conocen totalmente. En Centroamérica, en donde su diseminación ha sido extensamente estudiada, su tasa de dispersión se ha calculado en 28-100km/año. En aquellos lugares en los cuales el hongo prospera, generalmente hábitats fríos y húmedos, se puede esperar que el 50% de las especies y el 80% de los individuos desaparezcan en el lapso de 1 año. En la actualidad no se puede detener la dispersión del hongo en los ambientes naturales y apenas una minoría de las especies son capaces de sobrevivir una infección de Bd (en su estado de renacuajos o adultos) y lo más probable es que los sobrevivientes sirvan como vectores de futuros brotes epidémicos. Es notable que entre las especies que son resistentes a este hongo se encuentran pestes invasoras a nivel mundial tales como el sapo marino, la rana toro americana y las ranas africanas de garras del género Xenopus. Mientras el problema es sin duda severo, y puede parecer abrumador, hay motivos de esperanza. A pesar de que algunas especies de mayor susceptibilidad pueden disminuir rápidamente, al menos una especie parece haberse recuperado del borde de la extinción después de 10 años. La piel de los anfibios está conformada por queratina, y este hongo se alimenta de esa sustancia y además produce esporangios que se meten en la piel de la rana. Cuando la rana percibe este cambio, empieza a producir más queratina, lo que hace que su piel se ponga más gruesa, y esto reduce su capacidad de respirar. Así, la rana muere asfixiada o también pierde la capacidad de excretar y de deshacerse de sustancias tóxicas como la amonia, por lo que muere envenenada por los fluidos corporales. Otro efecto que causa el hongo quítrido es que el animal muere de hambre porque el estrés que causan las esporas en su organismo no le permite buscar alimentos. Sin embargo, el hongo puede ser asintomático, es decir, puede estar presente en la rana, más no causarle efectos, pues como vive en estos organismos, si los mata a todos no tendría dónde vivir. A principios de 2006 llegó a El Valle de Antón, amenazando la vida de varias especies endémicas que habitan en esta área, como la rana dorada (Atelopus zeteki) y otros anfibios. Pero la preocupación aumenta, pues el hongo se está reproduciendo cada vez más rápido y ha llegado a Cerro Campana, donde será muy difícil su estudio debido a que es un área muy montañosa. Ante esta amenaza, con la colaboración del zoológico de Houston, la Anam, la Asociación Americana de Zoológicos y Acuarios, se construyó el Centro de Conservación de Anfibios donde se realizan investigaciones sobre el hongo, y se mantienen varias especies en cautiverio para prevenir su extinción.


El hongo Quítrido en Cautiverio

Los anfibios en cautiverio no se encuentran a salvo del hongo quítrido y las mortandades en colecciones privadas y zoológicos se han reportado durante el 2006/07 en EEUU, Japón, Australia y Europa, incluyendo el Reino Unido. Se han usado varios tratamientos con diferentes niveles de éxito incluyendo medicinas anti-fungales y la exposición a altas temperaturas. Probablemente la más disponible y económica en cuanto a su precio es el itroconazole, administrado como un baño. Debido a la falta de claridad en el conocimiento de los ciclos de la infección y su prevalencia, la resistencia de las especies y la inhabilidad de confirmar en un 100% que un resultado negativo es verdaderamente negativo, al menos se han recomendado dos ciclos de tratamiento junto con una barrera de manejo, un recinto de higiene y la repetición del examen del PCR (examen de tiempo real). La única forma de evitar que el hongo llegue a su colección es no introducir ningún anfibio ya sea que venga del campo (local o global) ni de ninguna otra sede (zoológico, comercio, laboratorio, etc). Obviamente esto hace que sea imposible que las instituciones de conservación funcionen. La forma más realista de proceder es hacer lo que cualquier institución responsable debería estar haciendo ya, poner en cuarentena a todos los anfibios que sean traídos al lugar. La cuarentena debe consistir de al menos 2 a 3 meses en una zona (o habitación) aislada de otros anfibios y al cuidado de empleados que no estén en contacto con la colección que ya está establecida. Durante este tiempo los animales deben someterse al examen del hongo y mantenerse a temperaturas entre los 18 y 25°C con el fin de que el hongo se encuentre en su estado más activo y por lo tanto más detectable. Muchos animales de las zonas tropicales pueden haber desaparecido para el momento en que el problema sea detectado de forma visible pero es importante tener en cuenta que el tiempo de incubación puede oscilar entre los 9 y 76 días, la mayoría sucumbiendo entre los 18 y 48 días. Puesto que algunos animales pueden ser portadores de la infección sin ningún signo de la enfermedad (en muchas especies son los individuos que acaban de sufrir metamorfosis los que sucumben) un examen rutinario del hongo quítrido (y de otros agentes infecciosos) es esencial en tanto anfibios que son traídos a la colección como los que ya se encuentran establecidos en esta.

¿Cómo detectar la infección?

Ejemplo

Hasta el momento la técnica más confiable y que funciona mejor es la del tiempo real o examen del PCR. Consiste en pasar un copo de algodón seco y estéril por las partes inferiores de la rana que se encuentran en contacto con el suelo (muslos, bolsa de agua, dedos de la parte trasera y ranuras) y enviarlas a un laboratorio confiable. Al menos deben realizarse dos exámenes con 6 semanas de diferencia incluso para anfibios que resulten negativos, mientras que el tratamiento posterior al examen debe repetirse varias veces en un periodo de un año.

¿Cuáles anfibios están amenazados?

La clase de los anfibios incluye ranas, sapos, salamandras y cecilias, especies que han habitado la tierra desde hace más de 300 millones de años, y que podrían desaparecer a causa de este hongo, también conocido como hongo quítrido

Fuentes