Apocalipsis de Isaías

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Isaías 24-27
Información sobre la plantilla
Autor(es):Isaías
Categoría:Oráculo profético
Idioma:Hebreo
Origen:Tradicionalmente fechado en el siglo VIII a.n.e.; alternativamente, hacia el siglo IV a.n.e. El terminus ante quem es el siglo II a.n.e., ya que existen los manuscritos del Mar Muerto y la traducción al griego se realizó en ese siglo.
Lugar:Israel

El Apocalipsis de Isaías es el nombre dado por los eruditos a los capítulos 24 al 27 del libro de Isaías. Esto porque se distinguen a los demás capítulos del libro, el juicio final es expresado aquí de manera más explícita y se dice lo que sucederá cerca de los tiempos finales. Estos capítulos son de suma importancia para la escatología judía.

Estos capítulos han sido tradicionalmente atribuídos al profeta Isaías, quien los habría escrito hacia el siglo VIII a.n.e.; sin embargo, hoy en día es común que los estudiosos lo atribuyan a un profeta anónimo, probablemente escrito entre los siglos IV y III a.n.e. Dado su carácter apocalíptico, este texto es considerado la parte más reciente escrita de todo el libro. [1]

Análisis

Capítulo 24

Este capítulo dice que la nación de Israel sería dispersada. El libro usa un lenguaje poético similar a otros libros como Joel. No está claro a que se refiere aquí exactamente y los eruditos generalmente no consideran que este pasaje capítulo pueda identificarse con hechos históricos. [2]

Capítulo 25

Los versículos de este capítulo forman otra sección himnaria, una acción de gracias similar a un salmo. El versículo 2 agradece a Dios porque él destruyó una ciudad que nunca sería reconstruida. Probablemente aquí el autor se refiera a Babilonia. En el versículo 7 dice que él eliminará el manto de las naciones y la muerte, lo cual podría significar una transformación espiritual global. El 'manto” o 'velo' podría simbolizar la ignorancia, la confusión o incluso el sufrimiento que impide a las naciones conocer a Dios plenamente. En el versículo 8 dice que él eliminará la muerte por completo. Esto puede entenderse tanto metafórica como literalmente, pero dado el contexto el contenido del proximo capítulo, probablemente sea literal.

Capítulo 26

Isaías 26 es un cántico de confianza que el pueblo de Dios entona en la tierra restaurada, probablemente después del juicio contra las naciones mencionado en los capítulos anteriores. Comienza con una declaración de seguridad: la ciudad justa, fiel a Dios, ha sido protegida, y se invita a los justos a entrar en ella (v.1–2). Se recalca que Dios mantiene en paz a los que confían en Él, y se les exhorta a seguir confiando porque el Eterno es una roca eterna (v.3–4). Luego, se contrasta la suerte de los orgullosos —derribados por Dios— con la exaltación de los humildes (v.5–6). A partir del versículo 7, el texto reflexiona sobre la vida del justo: aunque enfrenta dificultades, sigue el camino recto porque anhela la justicia de Dios. Se lamenta que incluso cuando Dios muestra misericordia, muchos no aprenden justicia (v.10–11). El capítulo también reconoce que solo el Señor es el verdadero gobernante; otros señores han oprimido a Israel, pero ya no tienen poder (v.13–14). En los versículos 16–18, el pueblo recuerda su sufrimiento pasado, comparándolo con un parto que no dio fruto: clamaron a Dios pero no lograron liberarse por sus propias fuerzas.

El versículo 19 dice lo siguiente:

Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! Porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.

Y aquí, en este versículo, tenemos una de las pocas referencias a la resurección en el día final en la Biblia Hebrea. Según la profesora Devorah Dimant, son escasas las referencias explícitas a la resurección universal en toda la Biblia hebrea, y este pasaje probablemente sea una alusión ella, junto con Daniel 12 que considera una referencia indiscutible a la resurección de los muertos. [3]

Capítulo 27

El capítulo comienza anunciando que Dios derrotará al Leviatán al final de los días. No está claro qué significa exactamente este pasaje ni qué representa el Leviatán: muchos cristianos creen que se refiere a Satanás, mientras que otros intérpretes consideran que puede aludir a Egipto o a Tiro, por su relación con el mar, o incluso simbolizar la religión extranjera.[4] En los versículos 2 y 3, Dios se personifica como cuidador de Israel, representada como una niña. Del versículo 7 al 11, se reflexiona sobre el castigo divino a Israel: aunque ella fue castigada, su juicio ha sido justo. Sin embargo, sus enemigos recibirán un castigo más severo: sus ciudades quedarán desoladas, sin habitantes ni perdón. Finalmente, en los versículos 12 y 13, se anuncia la restauración total: Dios recogerá a su pueblo disperso, desde Asiria hasta Egipto, y los llevará a Jerusalén, donde será adorado para siempre.

Manuscritos en Qumrán

En Qumrán se han encontrado muchísimos manuscritos del libro de Isaías, y muchos que contienen estos capítulos, el más famoso de todos es el gran rollo de Isaías, datado en el siglo II a.n.e. [5] Todos los manuscritos de Isaías datan de entre el siglo II a.n.e. al siglo I n.e.[6]

Referencias

  1. 'Estos capítulos tienen suficientes rasgos distintivos como para que se haya asumido ampliamente que forman un bloque distinto. Se ha hecho hincapié en sus preocupaciones escatológicas, su visión de la posibilidad de una vida futura después de la muerte y su amplio uso de temas mitológicos, para afirmar que los vínculos más estrechos de estos capítulos son con Daniel (fechado en el siglo II a. C.) y con los apocalipsis aún posteriores. Se han propuesto fechas que abarcan desde el exilio (Millar 1976; D. G. Johnson 1988) hasta el siglo II (Luis 1961), con un consenso generalizado, si es que existe, en los siglos IV o III.' R. COGGINS. (2007). Isaiah. En: The Oxford Bible Commentary, pág 454. Oxford University Press.
  2. 'gran parte del lenguaje puede interpretarse legítimamente como futuro' R. COGGINS. (2007). Isaiah, pág 455.
  3. 'El concepto de resurrección de los muertos está casi completamente ausente en la Biblia Hebrea. Un pasaje ambiguo de Isaías (Isaías 26:19) puede referirse a la resurrección. (...) Ya sea que se trate de hablar metafórica o literalmente, los rabinos, al menos, entendieron que era una descripción literal de la resurrección (...) el único pasaje bíblico que sin ambigüedades se refiere a la resurrección que se encuentra en el capítulo final del libro de Daniel (12).' D. DIMANT. (2018). The Valley of Dry Bones and the Resurrection of the Dead. En: TheTorah.com.
  4. John H. Walton, Mark William Chavalas. Comentario del contexto cultural de la Biblia: Antiguo Testamento, pág. 695. Editorial Mundo Hispano
  5. Enlace a dssenglishbible.com para leer El Gran rollo de Isaías (aunque en inglés) y para saber más acerca de su datación: [1]
  6. Enlace para saber la datación exacta de todos los rollos de Isaías: [2]