Telescopio espacial James Webb

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Telescopio espacial James Webb
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Concepto:Instrumento óptico situado en el espacio y por fuera de la atmósfera terrestre para captar imágenes de objetos lejanos.

El telescopio espacial James Webb es el instrumento óptico más grande, costoso y potente de la historia. Situado en el espacio y por fuera de la atmósfera de la tierra diseñado para captar imágenes de objetos lejanos con mucho mas detalles que vistos a simple vista o con telescopios terrestres.

Datos

Permitirá a los astrónomos ver el espacio con nuevos “ojos” y acceder a rincones del universo hasta ahora inaccesibles.

Fue puesto en órbita, por la NASA el sábado 25 de diciembre de 2021.

La transportación del potente telescopio a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra es ejecutada por el cohete Ariane 5 que fue lanzado desde el puerto espacial de Kourou, en Guayana Francesa, en el noreste de Sudamérica.

Es un proyecto internacional conjunto, liderado por la NASA, que cuenta con la participación de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).

Este observatorio espacial es 100 veces más potente que su predecesor Hubble, que está a punto de cumplir 32 años en órbita, y como estará tan lejos, no lo podrán reparar si alguna pieza clave, como el espejo plegable de 18 elementos hexagonales de berilio o el parasol, llega a estropearse.

El espejo del James Webb es el más grande jamás lanzado al espacio para estudiar el universo: mide 6.5 metros en su punto más ancho, pero al ser de berilio, es más ligero que el del Hubble. Cada uno de sus 18 elementos está recubierto de oro ultradelgado para reflejar la luz infrarroja.

La idea de crear el telescopio tomó forma en los años 1990, y en 2004 comenzó la construcción, que estuvo en peligro, pues las autoridades estadounidenses querían cancelar el proyecto debido a su enorme costo que desviaba los fondos de otros programas espaciales, por lo que finalizó en 2019.

Expectativas

La comunidad científica espera que el nuevo telescopio espacial contribuya a arrojar luz sobre misterios del sistema solar y a aclarar incógnitas sobre la estructura y el origen del universo.

Desde Marte, hasta las galaxias más lejanas, el James Webb permitirá el acercamiento a otros mundos, convirtiéndose en una especie de máquina de tiempo para llenar importantes lagunas de la ciencia y responder a preguntas sobre cómo se formaron las primeras estrellas y galaxias, cómo influyen los agujeros negros en la formación del universo o cómo estudiar la indetectable materia oscura y determinar si estaba presente en los primeros eones del universo.

Máquina del tiempo

La expresión "convirtiéndose en una especie de máquina de tiempo" puede parecer una idea irreal y desconcertante; pero hay que tener en cuenta que el telescopio James Webb fue diseñado específicamente para ser capaz de captar la antigua luz procedente de algunas de las galaxias más antiguas. Como la luz tarda en viajar por el espacio, existe una demora entre su percepción y el momento en el que ese evento realmente pasó, y en medio de las enormes distancias del espacio, ese lapso puede constituir muchos años hasta que la luz llegue a la Tierra.

A medida que la luz de las primeras galaxias viajaba por el espacio, la expansión del universo estiró las longitudes de onda, con la luz corriendo hacia su forma infrarroja que emite calor. El James Webb funcionará precisamente en la longitud de onda de la luz infrarroja, que no es visible para el ojo humano y permite estudiar la formación y evolución de las primeras estrellas, galaxias y planetas de nuestro sistema solar.

El más caro de la historia

Se estima su precio en 10 000 millones de dólares, que incluyen los primeros cinco años de operación. La Agencia Espacial Europea se hizo cargo de los gastos de lanzamiento a bordo del cohete Ariane 5.

El nombre

Fue nombrado en homenaje a James Webb, quien encabezó la NASA de 1961 a 1968 y presidió los proyectos Mercury y Gemini, y la primera fase del programa de alunizaje Apolo. En el 2002, una década después de su muerte, la NASA eligió su nombre para el nuevo telescopio.

Tiempo de funcionamiento

La misión del telescopio está programada para diez años. Sus limitaciones están en su propio diseño: para garantizar la alta sensibilidad del sensor que penetra en las profundidades del infrarrojo, es necesario enfriarlo constantemente con helio líquido hasta los 267 grados centígrados bajo cero. Cuando el refrigerador se acabe, el James Webb “morirá”.

Según AFP, la NASA estima que el propulsor del Webb pueda tener una vida útil de 20 años[1], durante los cuales trabajará junto a los telescopios Hubble y Spitzer para responder las preguntas fundamentales del cosmos.

Imágenes

Desde mediados del año 2022 está siendo posible ver el universo a través del telescopio espacial James Webb quien captó la imagen más nítida y profunda del universo antiguo hasta ahora conseguida[2].

A inicios de julio, la NASA, en colaboración con la ESA (Agencia Espacial Europea) y la CSA (Agencia Espacial Canadiense), transmitió en vivo las primeras imágenes a todo color y los datos espectroscópicos obtenidos[3] por el telescopio espacial James Webb.

Septiembre 2022

Nueva imagen de Neptuno (septiembre 2022)

A finales de septiembre de 2022 captó nuevas y espectaculares imágenes de Neptuno. De acuerdo con la agencia espacial estadounidense, algunos de los anillos no habían sido detectados por la sonda espacial Voyager 2 cuando sobrevoló este planeta en 1989.

La NASA precisó que en la fotografía realizada por el James Webb, además de apreciarse varios anillos estrechos y brillantes, se pueden observar detalladamente las tenues bandas de polvo que rodean al gigante helado y por primera vez una banda brillante continua de nubes de alta latitud en el polo sur del planeta. El James Webb también pudo detectar siete de las 14 lunas de Neptuno, incluida Tritón.

Noviembre 2022

Telescopio James Webb capta una estrella recién nacida

Mostró las primeras imágenes de una joven estrella que expulsa polvo naranja y azul, creando una forma de reloj de arena a su alrededor. Se precisó que este hallazgo da pie a los estudios que investigan cómo se había creado nuestro propio sistema solar. La joven estrella aún no es capaz de generar su propia energía. Solo tiene 100.000 años de edad, se encuentra en la fase más temprana de formación estelar y es conocida como protoestrella L1527[4].

Referencias

Fuentes