La construcción (Gramática)

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La construcción La construcción se refiere al orden y cantidad de palabras que es posible emplear al enunciar las oraciones.

La construcción

La construcción se refiere al orden y cantidad de palabras que es posible emplear al enunciar las oraciones. Las palabras que componen las oraciones no siguen un orden caprichoso, sino que su agrupación está regida por ciertas leyes internas de la lengua, que determinan su sintaxis dentro del sintagma nominal y del sintagma verbal, y también la relación de las oraciones en el periodo o en el párrafo. Los elementos de las oraciones pueden ser dispuestos de diversos modos, siempre que no infieran las normas que imponen la propia [[naturaleza de la lengua, lo cual afectaría la compresión del pensamiento expresado:

Ejemplos: Luego te veré - Te veré luego

Yo no saldré hoy - No saldré hoy

Aunque llueva, haremos el trabajo productivo - Haremos el trabajo productivo, aunque llueva


La intención del hablante y su deseo de dar mayor elegancia, energía y claridad a lo expresado, dan lugar a la gran variedad de combinaciones que podemos observar en los elementos sintácticos, es decir, las subagrupaciones de sentido y función unitarios (sintagmas) que integran las oraciones. El español constituye una de las lenguas de mayor libertad constructiva entre las existentes. La gramática ha determinado, atendiendo a la propia naturaleza del idioma y a la jerarquía de sus elementos, una forma, de construcción llamada regular o lineal. Cualquier otra variante aceptada también por la gramática, pero que se ciña a las normas de la construcción lineal, es llamada sintaxis figurada o construcción envolvente.

Reglas de la construcción regular o lineal

La sintaxis regular establece las siguientes normas:

a) En cuanto a la colocación de las palabras:

  • El artículo precede siempre al sustantivo: el estudiante, las reuniones.
  • Los adjetivos van juntos a los sustantivos, unas veces precediéndolos, como sucede con los epítetos y los que tienen un carácter determinante (demostrativos, posesivos, numerales, etc.) por ejemplo: fiero león, este niño, mis padres, cinco siglos; otras veces sucediéndolos: estudiantes aventajado, obrero destacado, amigo mío, etc.
  • Los adverbios se colocan junto a los verbos a los cuales se refiere, algunas veces antes, como cuando decimos: No juegues, quizás salió, aunque la mayoría de las veces se colocan después. Cuando determina el grado o intensidad de los adjetivos y de otros adverbios, se colocan siempre antes.

b) En cuanto a la colocación de los miembros constituyentes de la oración y el orden jerárquico de sus complementos:

  • El sujeto con todas sus modificaciones debe preceder al predicado:

Ejemplos: La noche silenciosa avanza sobre la aldea.

  • En el predicado, el verbo debe preceder a todos los complementos:

Ejemplo: El estudiante dio el recado su profesor demasiado tarde

  • Si aparece el vocativo, la construcción regular determina que se coloque en primer término:

Ejemplo: Muchachos, espérenme a la salida del túnel.

c) En cuanto a la colocación de los elementos coordinados y subordinados.

d) En la coordinación, la construcción regular está determinada por la secuencia lógica del pensamiento, manifestada en las relaciones sintácticas que establecen los elementos coordinantes, según su valor conceptual: Ejemplo: Pedro o Luis deben asumir la responsabilidad

  • En la subordinación de oraciones, la colocación de los elementos subordinados se rige, en la construcción regular, por la normas correspondientes a las categorías de palabras que ellos representan (sustantivos, adjetivos, adverbio)

Figuras de construcción

No siempre los hablantes se ajustan totalmente a los moldes de la construcción regular o lineal; ya hemos hablado de la gran libertad de construcción que caracteriza a nuestro idioma. Todas las lenguas y también la española, admiten ciertas alteraciones de orden lineal que obedecen, como hemos visto, al interés de dar mayor relieve a lo que el locutor estime más interesante o importante; o a una intención estilística, mucho más frecuentes en la lengua literaria. Esas alteraciones que, lejos de empobrecer, enriquecen el estilo y le dan mayor energía y elegancia, reciben el nombre de figuras de construcción. Las figuras de construcción más frecuentes son:

  • El hipérbaton, que consiste en colocar los elementos oracionales en una secesión que altera el orden regular, pero que es comprensible.
  • La elipsis, que consiste en omitir voces innecesarias para la comprensión del mensaje expresado en un texto o enunciado.

Otra figura de construcción que suele emplearse con la intención de hacer énfasis o dar relieve a ciertos aspectos de lo expresado, es el pleonasmo, que debe usarse con mucho cuidado para no caer en un error de redundancia.

Vicios de construcción.

Como puede apreciarse, la construcción ofrece gran variedad de formas gramaticales, pero no deja de haber formas viciosas usadas a veces con muchas frecuencias. Los errores de construcción se llaman en general solecismos, y los más frecuentes son:

a) No establecer correctamente las relaciones de concordancia: los alumno por los alumnos.

b) Empleo inadecuado de formas verbales: Hubieron varios ausentes, por Hubo varios ausentes.

c) Mal uso de las variantes pronominales: Volví en si, por Volví en mí.

d) Adición de voces innecesarias (pleonasmos viciosos): Entra para adentro, por Entra; Bajo para abajo, por Bajo.

e) Uso correcto del gerundio: Recibí un paquete conteniendo revistas, por Recibí un paquete que contiene revistas.

f) Mal empleo de las preposiciones: Se dio de cuanta muy tarde por Se dio cuenta muy tarde. Otros vicios de construcción son los siguientes:

  • Anfibología o ambigüedad

Consiste en el empleo de determinadas construcciones que pueden interpretarse con dos sentidos.

  • Cacofonía

Se aprecia en una construcción en la cual se agrupa diversos sonidos que producen mal efecto al oído cuando se unen.

  • Monotonía o pobreza

Consiste en la poca variedad del lenguaje, tanto en el vocabulario, como en las formas gramaticales que se emplean.

Fuentes

  • Cueva, Otilia de la . Manual de Gramática española. La Habana, Pueblo y Educación. 1995.
  • Godínez, Gonzalo de la Barrera. Curso programado de ortografía. Trillas. *México. 9ª reimpresión 2000. Lozano, Lucero. Taller de Lectura y Redacción del sureste 1er semestre. Libirs editores. México 1998. Lozano, Lucero, Todo lo de ortografía en diagramas Libris editores. Mateos, Agustín Muñoz. Ejercicios ortográficos. Esfinge. México. 37ª edición. 1991. Rosas, Rosa Ma. Ortografía ejercicios. Pearson educación. México. 1995.
  • Ortografía avanzada, redacción y archivo. Desarrollo secretarial II. Centro de capacitación y productividad región norte. Magdalena de las Salinas.