La esclavitud en el Imperio romano

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Esclavitud en Roma
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Concepto:Los esclavistas romanos no consideraban a los esclavos como seres humanos, para ellos eran instrumentos de trabajo hablantes.

En el Imperio romano, los esclavos eran públicos y privados, los primeros pertenecían al Estado y se les asignaban tareas muy específicas. Participaban en ceremonias religiosas, estaban a las órdenes de jueces, pretores, cuestores y ediles, los utilizaban en los trabajos más riesgosos, tales como apagar incendios y escombrear en las catástrofes y también en los de mucha seriedad, como los de mensajeros. Los esclavos públicos, laboraban en la construcción de los acueductos, los utilizaban en los baños públicos, donde calentaban el agua frotaban a los clientes, actuaban como carceleros y les encargaban la función de darle muerte a los condenados. Los esclavos privados eran rústicos y urbanos.

Características de los esclavos

Los rústicos vivían en los predios rurales, en viviendas separadas, lejos de los amos y dedicados a labrar la tierra. Los esclavos urbanos cumplían los oficios de jardineros, mineros, banqueros, comerciantes, rizadores de cabellos, panaderos, capitanes de barcos, camareros, mayordomos, dulceros, silleros y conductores de carruajes.

Los esclavos urbanos instruidos atendían los negocios de los amos y otros educaban a los niños. Los utilizaban en los juegos y entretenimientos, unas veces los subían a escena para que representaran comedias, otras le permitían ser bailarines, lanzadores de discos, jugadores, pero la diversión mas disfrutada por los hombres libres de Roma era el Circo, espectáculo en que los gladiadores luchaban hasta la muerte. También organizaban combates con naves armadas el que los esclavos teñían con su sangre las aguas del mar. Los esclavos eran vendidos en los mercados como las hortalizas, los frutos y los muebles.

Durante la formación del Imperio romano y el asentamiento del mismo, uno de los mayores problemas es la expansión de la esclavitud.

Carecían de todo tipo de derechos y podían ser vendidos o comprados como cualquier otra mercadería. La condición era hereditaria, es decir, los hijos de los esclavos nacían esclavos y eran propiedad del amo. Los esclavos se vendían en plazas, sobre tablados giratorios. En el cuello llevaban colgado un cartel con todas las características que podían interesarle al comprador: nacionalidad, edad, cualidades y defectos.

Ejecutaban todo el trabajo pesado, ya fuera en las minas o en el campo. Algunos, los más afortunados, podían dedicarse a administrar las propiedades rurales o los negocios de los amos, al trabajo doméstico, o a la educación de los hijos de los patricios y de los plebeyos enriquecidos.algunos se convertían en gladiadores, el oficio era luchar hasta morir en los juegos romanos. Otros trabajaban como remeros en las embarcaciones romanas. Estos últimos eran propiedad del Estado y llevaban una vida muy desdichada: encadenados bajo cubierta, la suerte estaba atada a la nave. Si esta era atravesada por el espolón de una nave enemiga se hundían con ella.

El gran número hace que los propietarios los agrupen en cuadrillas y consigan que se especialicen en el trabajo tanto agrícolas como artesanos y ganaderos, en la implantación en los fundos sea estable salvo que las tierras se vendan. Solo tenían vacaciones en las fiestas familiares. Al agruparlos en cuadrillas es difícil la organización familiar.

La familia rural estaba compuesta por los que trabajaban en las haciendas y a los que servían en los trabajos domésticos al señor y los parientes.

Se les limitaba el espacio, no podían salir de los lindes de la villa, no se les permitía hablar con gente extraña, para realizar una salida necesitaban un permiso especial del señor. Era muy frecuente en las villas que fueran de distintas provincias e incluso nacionalidades para que no pudieran entenderse entre ellos y de esta forma impedir la comunicación y pudiesen aunar ideas y fuerzas contra el señor. Los mas rebeldes eran utilizados en la construcción de obras públicas; como castigo trabajaban para el estado, incluyendo las minas y las canteras, en condiciones infrahumanas.

En el derecho romano, eran tratados como cosas más que como personas. Según el senador romano Varrón, los agrícolas eran herramientas articuladas a diferencia de las herramientas semiarticuladas como los bueyes, o las herramientas mudas como los carros.

Pero había una considerable minoría que tenían prestigio, poder e influencia social nada despreciables. La condición social entraba en conflicto con la condición legal, los privilegios constituían una falla en el sistema de estratificación, pero una deferente dependencia de los amos les mantenía en el lugar. Sin embargo, había otros cuyo valor para el amo, consistía en que tenían capacidades para asumir responsabilidades como personas pensantes y no como cosas. Estos eran los médicos, maestros, escritores, contables, agentes, alguaciles, capataces, secretarios y capitanes navales.

Tratamiento del esclavo por el amo

El tratamiento dado a los esclavos fue endureciéndose con el decursar de los siglos. El esclavo público recibía mejor trato que el esclavo privado, a este lo alimentaba el amo, suministrándole la dieta que se le antojara. Para que se vistiera le entregaba anualmente un par de zuecos y una túnica estrecha y pobre. La habitación del esclavo era una celda pequeña y para la atención en caso de enfermedad habitaban una enfermería. Con un sentido práctico los amos les daban la libertad a los viejos y enfermos, quienes después andaban errantes.

El amo podía matar al esclavo y lo hizo hasta que el emperador Claudio restringió este derecho. Ninguna norma regulaba el horario de trabajo y el esclavo laboraba mientras no dormía. Los castigos no se ajustaban con las faltas. Eran azotados y marcados con hierro caliente, les cortaban las orejas, la nariz o la lengua, les rompían los dientes y los mutilaban en sus órganos genitales. A las mujeres las violaban y atormentaban cruelmente. La muerte del esclavo estaba autorizada en el Digesto, la famosa colección de leyes romanas.

Posición del esclavo ante le ley

La ley consideraba al esclavo como cosa con respecto al amo, lo equiparaban con los bueyes, los caballos y los demás cuadrúpedos. El amo podía venderlo, empeñarlo, darlo en usufructo, regalarlo o enajenarlo. El esclavo no podía adquirir nada para si, ni testar, ni obligarse hacia nadie en manera alguna. El amo no podía acusar al esclavo de ladrón porque siendo este suyo no había perdido la prenda. El amo hacia suya la cosa que adquiriera el esclavo, algunas veces el amo permitía que recibiera el esclavo bienes y esto recibió el nombre de peculio. El peculio aumentaba en la medida que recibiera el esclavo regalos, gratificaciones, premios, esto con vistas a la coartación que era una forma de obtener la libertad por la compra de si mismo. Las nupcias, concubinatos y los contubernios fueron enlaces autorizados por las leyes. La fuga era el delito mas grave cometido por un esclavo y la ocultación del fugado estaba prohibido. Para posibilitar la captura de los fugados premiaban las delaciones.

Historia

En varias ocasiones organizaron grandes rebeliones que durante un tiempo mantuvieron en vilo a la República romana. La más importante de todas fue la que condujo Espartaco, un esclavo guerrero de origen tracio. Después de infligir serias derrotas a varias legiones romanas, la rebelión fue sofocada a un terrible precio: 60 000 esclavos, incluido Espartaco, murieron en la lucha, mientras 6000 fueron tomados prisioneros y crucificados. El mensaje era claro: esa era la suerte que les esperaba a los esclavos que osaran rebelarse.

Fuentes